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miércoles, 15 de junio de 2011

Según el MIJ somos presos y estamos muertos de hambre...Es verdad

MIJ: Presos y muertos de hambre


La meta del MIJ de dignificar las cárceles, dudosamente alcance su cometido.

Bs.16 per cápita no es suficiente
para la alimentación de cada reo


Para nadie es un secreto el precario estado en el que están los 44.520 presos en Venezuela, donde el hacinamiento, el retardo procesal, la violencia y el ocio hacen estragos. Aunado a esto, se suma lo mal alimentados que están los privados de su libertad, quienes sólo tienen asignados 16 bolívares diarios per cápita para el desayuno, el almuerzo y la cena, según en informe ofrecido por el ministro Tareck El Aissami, en su comparecencia en la Asamblea Nacional el pasado martes.
Humberto Prado, director del Observatorio Venezolano de Prisiones, tiene sus reservas en cuanto a la cifra dada por el responsable de Interior y Justicia. Explica que el presupuesto que maneja la institución que coordina es de apenas de nueve bolívares por preso para las tres comidas.
Por su parte, el director de la ONG Una Ventana para la Libertad, Carlos Nieto Palma, asegura que ese presupuesto no alcanza para sustentar a la población reclusa pues la comida que se prepara en los penales no alcanza para todos, hay recintos donde se cocina para 200 reclusos y la población real es de 800. “No hay suficiente comida para todos y no existe una dieta balanceada”, explica Nieto Palma.
Aún y cuando el artículo 34 de la Ley de Régimen Penitenciario establece que el Estado debe proporcionarle a los reos “una dieta alimenticia suficiente para el mantenimiento de su salud”, los familiares de los reclusos son los que realmente responden. Tal es el caso de Mariela Vega, quien asiste religiosamente todas las semanas a La Planta para llevarle a su hijo lo que necesita para subsistir. “Yo le traigo la comida todos los domingos porque aquí mi hijo pasa mucho trabajo. Los alimentos de las cárceles son como para animales”, manifiesta Vega.
Los reos comen gracias a la ayuda que les dan sus familiares.
 LA MAFIA ALIMENTICIA:
Nieto Palma expone que dentro de las cárceles hay corrupción en el tema de la comida, explica que este problema no es nuevo porque anteriormente las compras de alimentos eran hechas por los directores de las cárceles, pero luego de la centralización del sistema penitenciario los encargados de las compras para la alimentación de los reos son el viceministro de Seguridad Ciudadana y la Dirección General de Servicios Penitenciarios.
“Uno de los factores de la mala alimentación que sufren nuestros reos es la corrupción que hay en las cárceles. Hay centros penitenciarios donde facturan carne de primera y lo que le dan a los presos son vísceras”, lamenta.
La partida para alimentación del 2010 fue de 11,35 bolívares por reo para desayuno, almuerzo y cena

Por: JESENIA FREITEZ

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