Yo soy

Yo soy

lunes, 29 de febrero de 2016

Si una institución tan poderosa como la Iglesia Católica decreta un “año” de gracia: el tiempo del ministerio de Cristo, el tiempo de la Iglesia antes de su regreso glorioso, el tiempo de nuestra vida, marcado por un cierto número de Cuaresmas, que se nos ofrecen como ocasiones de arrepentimiento y de salvación.Recordemos aquella pequeña historia de santa Teresa del Niño Jesús, cuando rezaba por aquel hombre condenado a muerte, un criminal, que no quería recibir la consolación de la Iglesia, rechazaba al sacerdote, no quería, quería morir así. Y ella rezaba, en el convento, y cuando aquel hombre está ahí, en el momento de ser asesinado, se dirige al sacerdote, toma el Crucifijo y lo besa. ¡La paciencia de Dios! ¡Lo mismo hace con nosotros, con todos nosotros!...¿Quién es el tsj venezolano para negarnos la Amnistía, cuando ni Jesús de Nazareth lo hizo con la adúltera?



El Papa en el ángelus: ‘¡Nunca es demasiado tarde para convertirse!’

TEXTO COMPLETO. El Santo Padre recordó este domingo la invencible paciencia de Jesús y su irreducible preocupación por los pecadores

Ángelus del 28 de febrero de 2016
(CTV)
(ZENIT – Ciudad del Vaticano). Como cada domingo, el papa Francisco rezó la oración del ángelus desde la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico, ante una multitud que le atendía en la plaza de San Pedro.
Dirigiéndose a los fieles y peregrinos venidos de todo el mundo, que le acogieron con un largo y caluroso aplauso, el Pontífice les dijo:
“Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Cada día, lamentablemente, las crónicas reportan malas noticias: homicidios, accidentes, catástrofes… en el pasaje evangélico de hoy, Jesús se refiere a dos hechos trágicos que en aquel tiempo habían suscitado mucha sensación: una represión cruel realizada por los soldados romanos dentro del templo; y el derrumbe de la torre de Siloé, en Jerusalén, que había causado dieciocho victimas (Cfr. Lc 13, 1-5).
Jesús conoce la mentalidad supersticiosa de sus oyentes y sabe que ellos interpretan este tipo de acontecimientos de modo equivocado. De hecho, piensan que, si aquellos hombres han muerto así, cruelmente, es signo que Dios los ha castigado por alguna culpa grave que habían cometido; como diciendo: “se lo merecían”. Y en cambio, el hecho de ser salvados de la desgracia equivalía a sentirse “bien”. Ellos se lo merecían; yo estoy bien.
Jesús rechaza claramente esta visión, porque Dios no permite las tragedias para castigar las culpas, y afirma que aquellas pobres víctimas no eran peores que los otros. Más bien, Él invita a sacar de estos hechos dolorosos una enseñanza que se refiere a todos, porque todos somos pecadores; de hecho, dice a aquellos que le habían interpelado: “Si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo” (v. 3).
También hoy, frente a ciertas desgracias y a eventos dolorosos, podemos tener la tentación de “descargar” la responsabilidad en las víctimas o incluso en Dios mismo. Pero el Evangelio nos invita a reflexionar: ¿Qué idea de Dios nos hemos hecho? ¿Estamos realmente convencidos de que Dios es así, o esto no es más que nuestra proyección, un dios hecho “a nuestra imagen y semejanza”?
Jesús, al contrario, nos invita a cambiar el corazón, a hacer una radical inversión en el camino de nuestra vida, abandonando los compromisos con el mal –y esto lo hacemos todos, ¿eh?, los compromisos con el mal–, las hipocresías –pero, yo creo que casi todos tenemos un poco, de hipocresía–, para retomar decididamente el camino del Evangelio. Pero está ahí, nuevamente, la tentación de justificarse: ¿De qué cosa debemos convertirnos? ¿No somos en fin de cuentas buenas personas –cuántas veces hemos pensado esto: pero, en fin de cuentas yo soy bueno, soy alguien bueno… ¿y no es así, ‘eh?–, ¿no somos creyentes, incluso bastante practicantes? Y nosotros creemos que así nos justificamos.
Lamentablemente, cada uno de nosotros se asemeja mucho a un árbol que, durante años, ha dado múltiples pruebas de su esterilidad. Pero, afortunadamente para nosotros, Jesús se parece a un agricultor que, con una paciencia sin límites, obtiene todavía una prórroga para la higuera infecunda: “Déjala todavía este año –dice el dueño– […] Puede ser que así dé frutos en adelante”.
Un “año” de gracia: el tiempo del ministerio de Cristo, el tiempo de la Iglesia antes de su regreso glorioso, el tiempo de nuestra vida, marcado por un cierto número de Cuaresmas, que se nos ofrecen como ocasiones de arrepentimiento y de salvación. Un tiempo de un Año Jubilar de la Misericordia. La invencible paciencia de Jesús, ¿Habéis pensado en la paciencia de Dios? ¿Habéis pensado también en su irreducible preocupación por los pecadores? ¡Cómo debería conducirnos a la impaciencia contra nosotros mismos! ¡Nunca es demasiado tarde para convertirse! ¡Jamás! Hasta el último momento, la paciencia de Dios nos espera.
Recordemos aquella pequeña historia de santa Teresa del Niño Jesús, cuando rezaba por aquel hombre condenado a muerte, un criminal, que no quería recibir la consolación de la Iglesia, rechazaba al sacerdote, no quería, quería morir así. Y ella rezaba, en el convento, y cuando aquel hombre está ahí, en el momento de ser asesinado, se dirige al sacerdote, toma el Crucifijo y lo besa. ¡La paciencia de Dios! ¡Lo mismo hace con nosotros, con todos nosotros!
Cuantas veces, nosotros no lo sabemos, lo sabremos en el Cielo; pero cuántas veces nosotros estamos ahí, ahí, y ahí el Señor nos salva. Nos salva porque tiene una gran paciencia con nosotros. Y esta es su misericordia. Jamás es tarde para convertirnos, pero ¡es urgente, es ahora! Comencemos hoy.
La Virgen María nos sostenga, para que podamos abrir el corazón a la gracia de Dios, a su misericordia; y nos ayude a no juzgar jamás a los demás, sino a dejarnos interpelar por las desgracias cotidianas para hacer un serio examen de conciencia y arrepentirnos”.
Al término de estas palabras, el Santo Padre rezó la oración mariana:
Angelus Domini nuntiavit Mariae…
Al concluir la plegaria, Francisco se refirió a la difícil situación de los refugiados que huyen de la guerra y pidió oraciones por Siria:
“Queridos hermanos y hermanas,
mi oración, y ciertamente también la vuestra, tiene siempre presente el drama de los refugiados que huyen de las guerras y de otras situaciones inhumanas. En particular, Grecia y otros países que están primera línea les están dando una ayuda generosa, que requiere la cooperación de todas las naciones. Una respuesta coral puede ser eficaz y distribuir equitativamente los pesos. Por eso, es necesario apuntar con decisión y sin reservas a las negociaciones.
Al mismo tiempo, he recibido con esperanza la noticia sobre el cese de las hostilidades en Siria, e invito a todos a rezar para que este resquicio pueda dar alivio a la población sufriente y abra el camino al diálogo y a la paz tan deseada”.
Asimismo, el Papa manifestó su cercanía a las víctimas del ciclón que ha azotado las Islas Fiyi:
“También deseo asegurar mi cercanía al pueblo de las Islas Fidji, duramente azotado por un ciclón devastador. Rezo por las víctimas y por quienes están comprometidos con las operaciones de socorro”.
A continuación, llegó el turno de los saludos que tradicionalmente realiza el Pontífice:
“Dirijo un cordial saludo a todos los peregrinos de Roma, de Italia y de otros países. Saludo a los fieles de Gdansk, los indígenas de Biafra, los estudiantes de Zaragoza, Huelva, Córdoba y Zafra, los jóvenes de Formentera y los fieles Jaén.
Saludo a los grupos de polacos residentes en Italia; a los fieles de Casia, Desenzano del Garda, Vicenza, de Castiglione d’Adda y Rocca di Neto; así como a los numerosos jóvenes del Campamento de San Gabriele dell’Addolorata, acompañados por los Padres Pasionistas; los chicos de los Oratorios de Rho, Cornaredo y Pero, y a los de Buccinasco; y a la Escuela de las Hijas de María Inmaculada de Padua.
Saludo al grupo que ha venido con motivo del Día de las Enfermedades Raras, con una oración especial y mi aliento a vuestras asociaciones de ayuda mutua”.
El Obispo de Roma terminó su intervención diciendo:
“Deseo a todos un buen domingo. No se olviden por favor, de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta pronto!”
(Texto traducido y transcrito del audio por ZENIT)


domingo, 28 de febrero de 2016

Perdonar es más que promulgar una ley. Nos compromete a todos, pues hasta tanto podamos distinguir en el rostro de cada hombre y de cada mujer a mi hermano y mi hermana. Solo así podremos ver la luz, mientras tanto todo es oscuridad". SI A LA LEY DE AMNISTIA

Caricaturas del perdón

Es precisamente lo inexcusable, aquello que necesita ser perdonado

FÉLIX PALAZZI |  EL UNIVERSAL
sábado 27 de febrero de 2016  12:00 AM
Nuestro tiempo, como todos los otros períodos de nuestra historia, presenta su propia dificultad. El atolladero de nuestro presente consiste en la inviabilidad de todo principio o regulación que permita la coexistencia social. Toda idea o proyecto, por más noble y necesario que sea, termina naufragando frente a la desproporcionada atrofia de las instituciones. En esta asimetría de relaciones es fácil interpretar o implorar cualquier principio si se controlan los medios y las instituciones para imponer una sola versión de los hechos.

Estamos presenciando un interesante período en el cual se discuten conceptos importantes para nuestro futuro, como son la reconciliación nacional y la amnistía. Una amnistía que, en especial, debe llegar tanto a aquellos ciudadanos comunes sometidos a procesos judiciales sin límite de caducidad, así como a aquellos que se encuentran recluidos en condiciones inhumanas. Es importante escuchar y valorar las voces de las distintas organizaciones civiles que han surgido como una respuesta ante las injusticias. Valorarlas y escucharlas significa fomentar la fuerza civil y democrática de nuestra sociedad.

Más allá de cuál sea el futuro de la Ley de Amnistía y Reconciliación, necesitamos entender que "sin perdón no hay futuro". Ante la incapacidad de perdonar o el riesgo político que esto representa es preferible caricaturizar el perdón. Perdonar no es olvidar. Es obvio porque perdonar no es inducir a la amnesia o al olvido. Sería caer en la falsa caricatura del perdón bobo e inocente con el cual muchas veces se ha mal interpretado la misma profundidad y realidad del perdón. Es algo similar a la expresión común "borrón y cuenta nueva", como si la historia estuviese hecha de segmentos que podemos callar o ignorar.

Perdonar tampoco significa excusarse. Lo que es excusable no necesita del perdón. Es precisamente lo inexcusable, aquello que necesita ser perdonado. Lo excusable puede ser comprendido y, como consecuencia, corregido. Uno se excusa cuando ha causado una molestia o un contratiempo. Pero el perdón es algo mucho más complejo y juicioso. Si queremos citar a Cristo y al evangelio para hablar del perdón, como se ha escuchado recientemente en público, entonces se tiene que dejar de lado todas estas caricaturas. Para Jesús el perdón es una realidad mucho más honda que la mera palabra. El perdón es amor, liberación o don, y significa recomponer el orden las relaciones. No es mera charlatanería.

En palabras de la filósofa judía Hannah Arendt, el perdón "es la única reacción que no reactúa simplemente, sino que actúa de nuevo y de forma inesperada, no condicionada por el acto que la provocó y, por lo tanto, libre de sus consecuencias, lo mismo para quien perdona como aquel que es perdonado". El perdón, en este caso, es la única posibilidad de salir de este atolladero en el que nos encontramos.

Perdonar es más que promulgar una ley. Nos compromete a todos. Para entenderlo conviene recordar aquella anécdota judía del rabí que preguntaba a sus discípulos: "¿cuándo llegaremos distinguir la luz de la oscuridad?" Y uno de sus discípulos le respondió: "cuando podamos distinguir entre una cabra y un asno". "No", contestó el rabí. A lo que otro discípulo respondió: "cuando podamos distinguir entre una planta de higos y otra de palma". "No", contestó de nuevo el rabí. Esto causó la incomodidad de sus alumnos, quienes dijeron: "dinos entonces la respuesta". Y el rabí respondió: "No, hasta tanto podamos distinguir en el rostro de cada hombre y de cada mujer a mi hermano y mi hermana. Solo así puedo ver la luz, mientras tanto todo es oscuridad".

Doctor en Teología

felixpalazzi@hotmail.com

@FelixPalazzi

jueves, 25 de febrero de 2016

Papa Franciscos: Quien no sabe perdonar es un gran condenador

Papa Francisco a los capuchinos: Quien no sabe perdonar es un gran condenador
Por Alvaro de Juana
El Papa preside la Santa Misa. Foto: Lauren Cater / ACI Prensa VATICANO, 09 Feb. 16 / 04:58 am (ACI).-
El Papa Francisco presidió a primera hora de la mañana una Misa en la Basílica de San Pedro con cientos de frailes capuchinos, con motivo de la exposición estos días de los cuerpos del Padre Pío y de Leopoldo Mandic, ambos de esta orden.
En su homilía, les pidió no caer en el pelagianismo y les invitó a retomar el carisma del perdón, porque “el que no sabe perdonar es un gran condenador”. A su vez, habló de la actitud que todo confesor tiene que tener ante la persona que acude a confesarse porque está arrepentido de sus pecados.
“Quien es el gran acusador en la Biblia es el Diablo”, afirmó. “En cambio, Jesús pasó tantas horas de oración y de escuchar a la gente como San Pío y San Leopoldo, aquí”.“Esto que les digo a ustedes, se los digo a todos los confesores. Si no saben hacerlo bien, que hagan otra cosa. Pidan esta gracia, yo la pido para ustedes, para todos los confesores, también por mí”, dijo.
El Santo Padre habló de dos actitudes: “Una actitud de grandeza ante Dios que se expresa en la humildad y otra actitud de mezquindad que viene descrita por el mismo Jesús, de cómo hacían los doctores de la ley, que todo era preciso, pero dejaban de parte la ley para hacer sus pequeñas tradiciones”.Francisco recordó que “la tradición de los capuchinos es una tradición de perdón, de dar el perdón, entre ustedes hay muchos buenos confesores, porque se sienten pecadores”.
“Y delante de la grandeza del Señor rezan: “escúchame Señor”. Y porque saben rezar así saben perdonar”, aseguró.Sin embargo, “cuando uno se olvida de la necesidad de perdón, lentamente se olvida de Dios y se olvida de pedir perdón y no sabe perdonar”.“El humilde que se siente pecador es un buen perdonador en el confesionario. El otro, como estos doctores de la ley, solamente sabe condenar”, dijo el Papa.Francisco aseguró hablar a todos los confesores al decir que “el confesionario es para perdonar y si tú no puedes dar la absolución, hago esta hipótesis, por favor no maltratarlos”.“Aquél que viene, viene a buscar fortaleza, perdón, paz. Que encuentre un padre que lo abrace y le diga Dios te quiere y que se lo haga sentir”, añadió.
El Pontífice contó una anécdota: “Yo conocí un hombre capuchino, de gobierno, superior, después de 70 años fue enviado a un santuario a confesar y este hombre tenía una fila grande de gente para perdonar.  Un gran perdonador. Siempre encontraba el modo de perdonar o, al menos, de dejar en paz el corazón. Una vez me dijo: ‘vos, sos obispo y yo pienso que perdono demasiado. Tengo escrúpulos’. Le pregunté ‘¿qué hacés cuando te sentís así?’. Y me dijo: ‘voy delante del tabernáculo y le digo: Señor hoy he perdonado demasiado pero fuiste tú el que me da el mal ejemplo’”
.El Santo Padre afirmó también que existen dos lenguajes: el de los gestos y el de las palabras.“Si una persona se acerca a mí en el confesionario es porque quiere cambiar y lo dice con el gesto de acercarse. No es necesario hacer las preguntas. Y si una persona viene, es porque en su ánimo no quiere hacerlo más. Pero muchas veces no pueden porque están condicionados por su vida, su psicología, su situación”.
Por eso, “hay que tener un corazón amplio y dar el perdón. Es una semilla, una caricia de Dios”.

Conferencia Episcopal pidió una ley de amnistía para presos políticos La Iglesia local respaldó la iniciativa de la oposición en la Asamblea Nacional y afirmó que la derrota del chavismo en las legislativas del 6 de diciembre constituye un rechazo al “despotismo” y a la “corrupción”

Conferencia Episcopal de Venezuela
El presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), monseñor Diego Padrón, confió en que la Asamblea legislativa “tomará medidas que contribuyan a la distensión y la reconciliación, como será la amnistía para los presos políticos y la vuelta de los exiliados”.
Al instalar la asamblea anual de la CEV, el clérigo señaló además que las elecciones del 6 de diciembre y la juramentación de los diputados el martes son “un contundente rechazo del sistema representado por el despotismo, militarismo, arbitrariedad y corrupción que se autotitula socialismo del siglo XXI”, aludiendo a la corriente que identifica al chavismo.
Ante el nuncio apostólico, Aldo Giordano, y el presidente del Parlamento, el opositor Henry Ramos Allup, el obispo afirmó que los cambios económicos son “responsabilidad del Gobierno” y dijo esperar que la Asamblea aporte leyes que corrijan las políticas en esa materia y castiguen la corrupción.
El oficialismo y la jerarquía eclesiástica han mantenido una difícil relación, especialmente durante el gobierno del fallecido líder socialista Hugo Chávez (1999-2013), quien acusó a los prelados de respaldar el golpe de Estado que lo sacó brevemente del poder en abril de 2002.
Fuente: Infobae

Maduro: “No aceptaré ninguna ley de amnistía, los asesinos de un pueblo tienen que ser juzgados”

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La República 8 de diciembre de 2015


El presidente de la República, Nicolás Maduro, aseguró este martes que no aceptará ninguna ley de amnistía que promueva el nuevo parlamento venezolano, en busca de la liberación de los presos políticos.
“No aceptaré ninguna ley de amnistía, los asesinos de un pueblo tienen que ser juzgados, los asesinos de un pueblo que dejaron a niños sin padres, viudas y viudas, a padres y madres llorando, a más de 300 heridos graves frustrados en sus camas”, dijo el mandatario señalando a los promotores de las guarimbas de febrero 2014, el cual tuvo como figura principal al opositor Leopoldo López, quien hizo un llamado a emprender acciones de calle a través de “la salida”, movimiento configurado por el partido Voluntad Popular junto a alianzas antigobierno.
Maduro, aprobó este martes por vía habilitante el traspaso del Cuartel de la Montaña a la Fundación Hugo Chávez, en lo que señaló como un “acto por preservar la paz” ante las declaraciones del secretario de la Mesa de la Unidad, Jesús “Chúo” Torrealba, quien dijo que una vez instalada la nueva Asamblea Nacional retirarán los restos del expresidente, Hugo Chávez, del populoso cuartel del 23 de enero, una de las barriadas claves en el apoyo político del Gobierno.
El diputado electo a la Asamblea Nacional por la MUD, Henry Ramos Allup, informó que entre las medidas que asumirá la bancada opositora se encuentra el impulso de una Ley de Amnistía, con la cual pretenderán liberar a Leopoldo López y otros dirigentes de la oposición.
“Ahora la mayoría en la AN la tiene la oposición, vamos a recuperar nuestra autonomía como poder nacional y vamos a promulgar una serie de leyes; la primer de ellas, la ley para liberar a los presos políticos y que regresen los exiliados”, dijo Allup.
“Han amenazado que van a venir aquí a quitar al comandante Hugo Chávez, no se atrevan, he decido por Ley Habilitante entregar el cuartel de la montaña a la Fundacion Hugo Chávez y a partir del decreto esto le pertenece al pueblo de Chávez por los siglos de los siglos, por ley toda esta estructura le pertenece a la Fundación Hugo Chávez, a nuestro comandante no lo tocan, dejen quieto a quien quieto está, por eso en un acto de paz anuncio esta Ley Habilitante para proteger la paz, por que hay que ver qué es lo que podría suceder si tratan de sacar a Chávez de aquí”.
A través del portal web Correo del Orinoco, citando al diario Clarín de Argentina, se aseguró la declaración de Torrealba: “Cerrar definitivamente esa especie de santuario donde veneran a Chávez como si fuera un Libertador. Muchos de los esbirros pensaron incluso en que los restos de Chávez debían reposar en el Panteón Nacional”.

Maduro informó que hicieron un conjunto de reuniones ministeriales revisando “todos los acontecimientos sobre los pasos que vamos a seguir dando”.
“Para mi el CNE no está para reconocerlo cuando tengamos victorias electorales, sino para reconocerlo siempre”, dijo Maduro refiriéndose a los resultados electorales del 6D.
El Consejo Nacional Electoral ofreció, la tarde de este martes, el boletín final de los resultados de las elecciones parlamentarias de este 6 de diciembre. En su página web refleja que la oposición alcanzó los 112 diputados, frente a los 55 obtenidos por el Psuv.
El jefe del Estado encabeza este martes su programa semanal “En Contacto con Maduro” en su edición 50, desde el Cuartel de la Montaña en el 23 de Enero, Caracas

NOTA: ¿Se le olvidó al Presidente Nicolás Maduro que al poco tiempo de subir al gobierno,Rafael Caldera otorgó la libertad a los líderes de las rebeliones militares del 4 de febrero y 27 de noviembre de 1992. Hugo Chávez, Gruber Odreman, Arias Cárdenas y el mismísimo Diosdado Cabello fueron sobreseídos y salen en libertad conformando el partido político Movimiento Quinta República (MVR), comandado por Hugo Chávez. Chávez se convertiría en el próximo Presidente de la República, de quien se dice su "hijo" el actual Presidente Maduro...?

¿Puede el Presidente impedir la aplicación de una Ley de Amnistía?; por José Ignacio Hernández Por José Ignacio Hernández G. | 9 de diciembre, 2015

Resultado de imagen para Asamblea nacional aprueba Ley de Amnistía
Los resultados del 6-D han permitido plantear, nuevamente, la posibilidad de una Ley de Amnistía dictada por la nueva Asamblea Nacional. Y el gobierno central, adelantándose a esa posibilidad,declaró que no “aceptaría” esa Ley.
Conviene explicar, entonces, qué es una Ley de Amnistía.

La amnistía

En un anterior artículo que publiqué en Prodavinci,  expliqué que la amnistía es una facultad de la Asamblea Nacional que le permite “desaparecer” el delito. Es decir: mediante una Ley se “olvidan” los delitos tipificados legalmente y que fueron cometidos o que pudieron haber sido cometidos.
De allí viene su nombre, precisamente: la amnistía implica olvidar las ofensas que puedan haberse realizado. Y ese olvido es absoluto: los delitos (o posibles delitos) quedan eliminados y respecto de ellos no puede exigirse ningún tipo de responsabilidad. Es como si en la práctica tales delitos nunca se hubiesen cometido.

¿Quién puede dictar la amnistía?

De acuerdo con el numeral 5 del Artículo 186 de la Constitución, corresponde a la Asamblea Nacional “decretar amnistías”. Aquí “decretar” se emplea como sinónimo de “dictar”. Por eso la amnistía es dictada por la Asamblea mediante una Ley, como reitera el Artículo 74 constitucional.
En el pasado, sin embargo, el Presidente de la República ha dictado estas medidas a través de un Decreto-Ley, como sucedió con la Ley Especial de Amnistía, del 31 de diciembre de 2007, relacionada con los sucesos del golpe de Estado del 11 de abril de 2002.
En todo caso, la Asamblea Nacional puede dictar una Ley de Amnistía para olvidar cualquier delito cometido o que pudo haberse cometido. Y esa Ley es dictada por el procedimiento ordinario de formación de leyes previsto en la Constitución.

La Ley de Amnistía y los delitos de lesa humanidad

La Ley de Amnistía tiene un importante límite: en el Artículo 29 de la Constitución se explica que no puede dictarse esa ley para olvidar delitos por violaciones de derechos humanos ni los delitos de lesa humanidad.
Como igualmente expliqué en Prodavinci, se considera que los delitos de lesa humanidad no pueden ser objeto de medidas que impliquen impunidad, como la amnistía (Corte Interamericana de Derechos Humanos, sentencia de 14 de marzo de 2001, caso Barrios Altos vs. Perú).
Recordemos que el concepto de delitos de lesa humanidad debe definirse estrictamente. El Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, por ejemplo, define a tales delitos como un “ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque, como parte de una política de Estado o de una organización política”.
En todo caso, la calificación de un delito como un crimen de lesa humanidad o como un delito por violación de derechos humanos, de acuerdo con los parámetros señalados, corresponde al legislador, como la Sala Constitucional concluyó en su sentencia Nº 537/2005. Esto quiere decir que sólo la Ley puede determinar los delitos que serán considerados de lesa humanidad o violatorios de derechos humanos, sin que simplemente pueda entenderse que un delito cualquiera, por ser considerado “grave”, es delito de lesa humanidad.
Fuera de estos casos, la Ley de Amnistía es plenamente válida y constituye una decisión que sólo le corresponde adoptar a la Asamblea Nacional.
Un supuesto en el cual se ha aceptado la Ley de Amnistía es en relación con los delitos políticos, especialmente para consolidar la paz, como ha destacado la Corte Constitucional en Colombia.
En todo caso, la Ley de Amnistía no puede negar el derecho de acceso a la justicia de las víctimas de los delitos cuyo olvido quiere declararse. Tal y como también ha señalado la Corte Constitucional de Colombia en la decisión citada, no se admite el otorgamiento de “auto amnistías”, amnistías en blanco, leyes de punto final ni “cualquiera otra modalidad que impida a las víctimas el ejercicio de un recurso judicial efectivo”.
En pocas palabras, y desde una perspectiva general, las amnistías deben ser para delitos concretos y deben dejar a salvo el derecho de las víctimas de reclamar daños civiles y en general, de conocer la verdad de los hechos investigados.

¿Hay casos de delitos de lesa humanidad en Venezuela?

Un argumento que se ha empleado por quienes se oponen a una Ley de Amnistía es que esa ley pretendería olvidar delitos de lesa humanidad. Este argumento se ha utilizado, sin embargo, con mucha ligereza.
Ya expliqué que los delitos de lesa humanidad responden a un concepto específico, que debe ser catalogado como tal por la Ley. No es la gravedad del delito ni su repercusión lo que permite calificarlo como un delito de lesa humanidad, sino una circunstancia concreta: que la sentencia condenatoria haya calificado al delito, de acuerdo con la Ley, como un crimen de lesa humanidad.
Por ello, por ejemplo, aquí en Prodavinci expliqué que ninguna de las sentencias condenatorias contra Iván Simonovis se habían pronunciado, expresamente, sobre la existencia de un delito de lesa humanidad. Luego, en esos casos, es perfectamente admisible la Ley de Amnistía.

¿Puede el Presidente impedir la promulgación de la Ley de amnistía?

El Presidente de la República no puede impedir la promulgación de una Ley de Amnistía ni de ninguna otra Ley dictada por la Asamblea Nacional.
Según la Constitución, una vez que la Asamblea Nacional aprueba una Ley, el Presidente de la Asamblea la declara “sancionada”. Ese texto es remitido al Presidente de la República, pero todavía no es Ley pues para ello se requiere su publicación en la Gaceta Oficial. Esto es lo que se conoce como “promulgación de la Ley”.
El Presidente de la República, una vez que recibe el texto aprobado por la Asamblea, puede vetar ese texto. Es decir: puede formular observaciones para que la Asamblea decida si las considera o no. Una vez que la Asamblea remite de nuevo el texto aprobado al Presidente, éste sólo tiene una opción: promulgar la Ley.
Si el Presidente se niega a promulgar la Ley, la Asamblea Nacional podrá promulgarla por sus propios medios.
Por eso el Presidente de la República no puede impedir la promulgación de las Leyes dictadas por la Asamblea.
No obstante, el Presidente de la República también puede considerar que el texto aprobado por la Asamblea —en este caso, la Ley de Amnistía— es violatorio a la Constitución, caso en el cual requerirá la opinión de la Sala Constitucional. Si la Sala Constitucional opina que la Ley de Amnistía aprobada por la Asamblea esa violatoria de la Constitución, la Ley no será promulgada por el Presidente.
Es importante recordar que luego de que la Ley de Amnistía sea publicada en Gaceta Oficial, cualquiera podría demandar su nulidad ante la Sala Constitucional, lo que llevaría a un resultado similar.
Esta atribución de la Sala Constitución —de cuyo riesgo advertí aquí mismo en Prodavinci— no puede degenerar en un fraude constitucional que desconozca la representación nacional que ejerce la Asamblea. Es a la Asamblea Nacional (y no a la Sala Constitucional) a quien le corresponde decidir sobre las amnistías.
Así que lo único que podría controlar la Sala Constitucional es si la Ley de Amnistía cumple o no con el Artículo 29 de la Constitucional, básicamente en lo que respecta a los delitos de lesa humanidad que, insisto, deben ser interpretados restrictivamente.
Por ello, como se ve, el principal riesgo frente a la Ley de Amnistía no reside tanto en el Presidente de la República sino en la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia.

La Asamblea Nacional aprobó este martes en primera discusión el proyecto de Ley de Amnistía y Reconciliación Nacional. Los diputados del Gran Polo Patriótico votaron en contra de esta ley.



La diputada de la Asamblea Nacional por la Mesa de la Unidad, Delsa Solórzano, presentó ante el parlamento el proyecto de Ley de amnistía y reconciliación nacional “mirando hacia el futuro presentamos a primera discusión la Ley de Amnistía”. 
“Lamentablemente vemos que se ha echado mano de la justicia que debemos honrar, de mentiras, de falsedades y delitos comunes para enjuiciar al ciudadano por pensar diferente en un modelo donde el pensamiento único es lo único que vale. Ya basta de la persecución y el miedo, los venezolanos tenemos derecho a vivir sin miedo” dijo.
Anunció que el proyecto incluye la Amnistía laboral “para todos los empleados públicos que hoy están perseguidos y se sienten amenazados, para cada fiscal y cada juez que como sienten no tener estabilidad no pueden aplicar justicia. Para todos ellos vaya la amnistía laboral que está prevista como un mecanismo de reconciliación en esta Ley de Amnistía”.
El presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, indicó durante el debate de la Ley de Amnistía que “antes de que el proyecto existiera en físico ya el propio presidente había dicho que no iba a aprobarla y por supuesto amenazando siempre con la pistola”
Explicó que “la Amnistía presupone que se haya cometido algún tipo de delito, porque si no hubiera infracción no habría nada que amnistiar, eso es algo evidente(...) Hay abogados que son penalistas porque dan pena(...) Aquí están hablando como si la justicia en Venezuela fuera imparcial”.
“En el caso de Leopoldo López el fiscal se va corriendo y confiesa la verdad y ese es el fiscal que sentenciarion, Eladio Aponte Aponte que se va afuera a señalar a sus compinches y no pasa nada, son confiables esos juicios. premisa menor los delincuentes deben ser castigados, no hay expediente, no hay caso, pero dicen que fue sentenciado”, destacó.
Cuestionó cuál es el juicio en el caso del alcalde Antonio Ledezma.
Indicó que “para que haya reconciliación nacional estos presos políticos deben estar libres(...) Este gobierno en su agonía no podrá seguirse sosteniendo de espalda a la realidad nacional, ni que sigan delinquiendo, van a salir del poder de manera democrática y electoral porque han sido una desgracia para este país”.
Esta bancada va a seguir reduciendo y ahora están gritando para darse entusiasmo, la calle los va a sacar de Miraflores, y a nosotros, no les quede la menor duda que están haciendo todo para declarar nula todas las decisiones que tomemos aquí y seguiremos tomando decisiones”.
El diputado de la Asamblea Nacional por el Gran Polo Patriótico (GPP), Diosdado Cabello, afirmó sobre la Ley de Amnistía, que “es mejor llamarla amnesia criminal, porque quiere olvidarse de todo”.
“Esta ley se ha convertido en una mercancía. Aquí hay gente de la oposición que jamás había visto este proyecto de ley, se están informando aquí(...) Hay gente que no se ha leído esta ley(...) Esta ley es un desastre”, destacó.
Sostuvo que “tal cual está esta ley es para que no se apruebe, para que algunos de los que están presos(...) Están muy equivocados si creen que aprobando aquí la ley se va a cumplir(...) nosotros no queremos impunidad, no queremos que vayan a hacer fiesta para intentar dar un golpe de Estado”.
Cabello denunció que “esta ley es la continuación del golpe de Estado, ampara cualquier hecho para acabar con la revolución (...) nos vamos a ir a donde tengamos que ir, subestimen al pueblo”.
“Aquí no habrá ni ley de amnesia, aquí habrá patria, soberanía y justicia”. Dijo a la bancada de la oposición que “ustedes son cómplices de los delincuentes. Aquí pueden hacer lo que quieran pero no será ejecutada, no habrá libertad para los asesinos, para los que trafican con droga, aquí habrá paz”.
Indicó que “los asesinos seguirán en dos y tres meses en la cárcel pagando por sus delitos, quieren llevarnos al chantaje, ustedes van a pagar(...) Nosotros estaremos siempre al lado del pueblo y ni será la burguesía la que detendrá a la patria”.
Elias Jaua, diputado de la bancada oficialista, afirmó que “el bloque de la patria negar’a esta ley y desconoce esta legislación”.
El diputado de la MUD, José Luis Pirela, tomó el uso de la palabra durante la primera discusión del proyecto de Ley de Amnistía y Reconciliación Nacional en la sesión ordinaria de la Asamblea Nacional.  Criticó al parlamentario Elías Jaua, de quien dijo es incapaz de dejar a un lado posturas radicales a pesar de hablar de la fe cristiana.  
“Es incapaz de perdonar y de abandonar  un instante el pirata formato del gobierno, del golpismo, del imperialismo, y de la cuarta república”, dijo el diputado Pirela.
“Hablar de corrupción, Elías, debería darte vergüenza, mucha vergüenza debería darte, cuando ustedes endeudaron a este país, multiplicaron la deuda,  el país hoy no  tiene divisas porque las maletas de las empresas fantasmas consorciadas con algunos de ustedes se prestaron para saquear a Cadivi, aquí hay impunidad total para los que se robaron los millones de dólares. Zamuros cuidando carne y hablando de corrupción”, expresó el diputado.     
Héctor Rodríguez, jefe de la fracción parlamentaria del oficialismo, calificó la Ley de Amnistía como “una ley de amnesia criminal”.
“Lees esta aberración de texto jurídico y te das cuenta que lo que menos quieren es la reconciliación del país. Ellos proponen un debate para la reconciliación pero con su tono y palabras demuestran que no quieren la reconciliación del país” dijo.
Hizo un llamado a dar un debate de altura y de factura internacional.
“Confieso que al leerla por primera vez pedí certificar el documento ya que creía que era producto de las locuras de una fracción de los sectores de la oposición. Este documento quita la careta de lo que son y lo que han sido durante estos años y anuncian lo que quieren ser. Les pido a todos los venezolanos que lean el proyecto de ley y saquen sus propias conclusiones” indicó el diputado.
Citó varios artículos incluidos en la ley “según esta ley el terrorismo no va a ser delito. Lean el artículo 15 que plantea: se concede amnistía a los hechos considerados como terrorismo. Los artículos 17 y 18 plantean que, desde el año 1999 hasta que se apruebe esta ley, la corrupción no es delito. El artículo 30 plantea: se concede amnistía de los hechos considerado delito de tráfico de drogas. Quiero pensar que muchos diputados de la oposición no se leyeron esta aberración de documento”.
La diputada Gaby Arellano dijo que la Ley de Amnistía busca la reconciliación de Venezuela. Aseguró que este proyecto será aprobado así el Tribunal Supremo de Justicia y los diputados del oficialismo se opongan. 
“Aquí no hay justicia porque hay jueces de la Sala Constitucional que no son éticos.  Fiscales y jueces son sicarios políticos que emana de La Habana”, expresó desde al tribuna de oradores.  
“Ustedes le tienen miedo a Manuel Rosales, le tienen miedo a Antonio Ledezma ,le tienen miedo a Leopoldo López, este será el primer paso para cambiar al país. En esa bancada está una diputada hay diputados que sus familiares tienen expedientes internacionales y acusan a personas inocentes de delitos comunes.   
Aseguró que con la ley habrá justicia por todos los casos de los hechos violentos del 2014. También hizo señalamientos que involucrarían al gobernador de Carabobo en delitos. “El gobernador de Carabobo dio la orden de matar a Geraldine Moreno, y habrá justicia”, expresó la diputada.   
El diputado por el Gran Polo Patriótico (GPP), Pedro Carreño destacó sobre la Ley de Amnistía que “con este proyecto de ley de amnesia criminal tratan de burlarse de la inteligencia del pueblo venezolano”.
Durante el debate de la Ley indicó que “este anteproyecto da fe del talante de la falta de ética, falta de moral, de valores, de la falta de principios de la derecha reaccionaria venezolana”.
“El artículo 4 establece las leyes que impacta estas leyes de impunidad. En esa circunstancia se otorga la amnistía de los siguientes hechos punibles, desobediencia a las leyes, instigación a delinquir, obstaculizar la vía pública”, indicó el diputado.
Henry Ramos Allup  anunció que el martes 23 de febrero, a las 2:30 pm, comparecerá ante el parlamento el vicepresidente Aristóbulo Istúriz.

Jessica Velásquez