Yo soy

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domingo, 17 de julio de 2011

En la cárcel, y en el estado de desamparo y maltrato que hemos vivido, he aprendido a amar a Dios sobre todas las cosas pero respetar la fe de mis compañeros tambiénCOSTUMBRES Y TRADICIONES DE GUATEMALA NO ME PREGUNTEN DE DONDE VENGO, SI VOY A DONDE ME LLEVA EL TIEMPO

En muchos pueblos de Guatemala la Cruz es motivo de grandes festividades. Destaca entre todas la fiesta de la Cruz en el municipio de Amatitlán, en donde, además de la Cruz, se conmemora al Niño Dios de Amatitlán.












Amatitlán celebra  su feria titular del 3 de mayo, Día de la Santa Cruz , en la cual, sus pobladores festejan al Niño Jesús, que es llevado en una lancha, lindamente adornada, hasta la llamada “Silla del Niño”, donde según la tradición fue encontrada la santa imagen.

Del 25 de abril al 4 de mayo se lleva a cabo en la ciudad de Amatitlán la feria dedicada a la Santa Cruz, la cual consta de varias actividades culturales, deportivas, sociales y religiosas.



 Según datos recogidos en el pueblo, en años anteriores la feria se iniciaba el 25 de abril y concluía del 8 al 10 de mayo, pero en el año 2007 duró una semana. 


De todas las actividades que se realizan con motivo de la feria, la que interesa, por ser una tradición popular vigente en la comunidad, es la procesión de la imagen del Niño de Amatitlán o de Belén. 


Dicha procesión tiene sus orígenes en la romería que se verificaba desde el siglo XVI en el pueblo de Pampichín, según datos proporcionados por el cronista don Antonio Fuentes y Guzmán; y de acuerdo con la opinión popular, la romería se transformó en feria desde Pampichín.








En realidad son dos los Niños Dios de Amatitlán, tan igualmente hermosos que bien podrían ser calificados como gemelos.


Esta  imagen, del mismo tamaño y características que el otro, es llamado “El Zarquito”, en alusión al color azul de sus ojos, fiel reflejo del azul del lago, por donde es llevado en procesión el día 3 de mayo, es la única procesión acuática que hay en el país y que este año será declarada Patrimonio Cultural.

 La imagen data posiblemente de inicios del siglo XIX.






El más antiguo data del siglo XVII y es el que se encuentra en el altar mayor de la iglesia y que inicialmente fue venerado en la iglesia de Pampichín, en 1883 fue trasladado a la iglesia de San Juan Bautista, donde es venerado actualmente por los fieles de la población y sus alrededores, que le consideran como el santo patrón, pese a que la población lleva el nombre de San Juan Amatitlán.











La población toma su nombre de la lengua náhualtl “Amatitlán”, que significa “lugar o sitio de amates”, en alusión a que en su entorno abunda el árbol del amate. 

Se realiza una procesión lacustre dedicada al Santo Niño de Atocha el día 3 de mayo.

La procesión sale después de la misa mayor, hacia la rivera del lago o embarcadero, portado por las mengalas, las madrinas de la feria y la Flor de Mayo.

A su paso el Niño es festejado con hermosas alfombras de flores y aserrín; los niños y adultos lanzan cohetes en señal de alegría, y las niñas y mujeres le lanzan serpentinas y retazos de papeles de color

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Al llegar al embarcadero es subido a una lancha, generalmente la más grande, que ha sido hermosamente adornada con flores y citas alegóricas, y que encabeza la procesión acuática, en la que participan centenares de lanchas en recorrido hacia la llamada “Silla del Niño”, lugar en el cual fue supuestamente encontrado y de donde regresa por la tarde, con la misma alegría y alborozo de sus habitantes, que después se irán a gozar del campo de la feria.









Es la única procesión acuática que hay en el país y  será declarada Patrimonio Cultural.

 La actividad religiosa principal de la feria la constituye la veneración del Niño de Amatitlán o de Belén, que consiste en visitas a la imagen del patrón que se encuentra colocado frente al Altar Mayor de la iglesia parroquial de la ciudad.


La procesión se lleva a cabo el 3 de mayo, día en que la iglesia católica celebra el hallazgo de la Santa Cruz en Jerusalén. 

La imagen del patrón o Niño de Amatitlán no sale nunca del templo y para la procesión se utiliza otra imagen que se encuentra en el interior de la iglesia y que es conocida con el nombre popular de el Zarquito (por tener los ojos verdes). 

En esta fecha llegan dos imágenes de Niños Visitantes. Según datos recabados, en los años sesenta del siglo XX eran más los Niños Visitantes; pero actualmente llega uno de la aldea Tacatón y otro de la aldea Llano de las Ánimas. 

Uno de estos Niños es colocado en un pequeño altar construido en la entrada principal del templo. El otro Niño Visitante es colocado en el anda vacía que se deja en un altar hecho en la playa principal, ya que la imagen del zarquito es conducida en una lancha.




La procesión sale del templo aproximadamente a las 9:00 horas, después de una misa; recorre el pueblo en hombros de los devotos; a su paso riegan pino; se elaboran alfombras de flores y se queman numerosos cohetes y otros fuegos pirotécnicos.

 Al llegar a la playa principal, en donde se encuentra un pequeño muelle, el sacerdote y los miembros de la comisión colocan la imagen en una lancha especialmente adornada. Se inicia así la procesión en el lago. 

La lancha principal en donde va el "Niño de Amatitlán" es precedida por numerosas lanchas adornadas en las cuales van los músicos de la banda y los romeristas. 



La procesión toma la margen oriental del lago y lo atraviesa, dirigiéndose luego al sitio denominado Silla del Niño, que tiene la forma de un altar monumental de piedra, el cual se encuentra en el lugar llamado Paso de los órganos (una creencia popular dice que allí apareció el Niño). 


En el momento en el que la procesión pasa por las orillas del lago, los dueños de los chalets tiran pétalos de flores y queman cohetes. La imagen permanece en la Silla del Niño hasta las 18:00 horas de ese mismo día. A esa hora regresa la procesión acuática por la margen occidental del lago, hasta llegar a la playa principal; allí es colocada de nuevo en el anda procesional y regresada en hombros hasta el pueblo.



Preparativos de la procesión

Existe una comisión que se encarga de realizar los preparativos y de llevar a cabo la procesión y está constituida por los miembros de la Hermandad que tiene a su cargo los festejos de la Virgen del Rosario y de la Semana Santa. 



Según datos proporcionados por el presidente de la Hermandad, en la actualidad ésta consta de un número que oscila entre setenta y cinco y ochenta miembros. En la preparación y en el desfile procesional colabora con el comité el sacerdote de la parroquia.






Los preparativos se inician un mes antes del 3 de mayo, día de la Santa Cruz, que se identifica con el gremio de los alarifes y albañiles. Los de Amatitlán tuvieron prestigio como "muy buenos en su oficio". 

Desde la semana anterior al 3 se inicia el novenario y el arreglo del altar en donde se encuentra la imagen del Niño de Amatitlán o de Belén; el día domingo se inicia la cola de los devotos quienes se acercan a la iglesia para venerar la imagen. 




Este altar tiene generalmente como adorno el símbolo de la Cruz, arreglado de diversas maneras: con recortes de papel, flores naturales, etc. En este sitio acompañan al Niño dos imágenes, estilo barroco, estofadas, de magnífica calidad y belleza, de la Virgen María como la de San José.

En la entrada principal del templo se construye para esta ocasión un pequeño altar en el cual se coloca a uno de los Niños Visitantes y se le adorna con elementos vegetales, como hojas de pacaya, flores, etc.

Además de los dos altares descritos se hace otro en la playa principal, en el que se deja a uno de los Niños Visitantes. Este altar se encuentra debajo de una capilla improvisada para el efecto elaborada de madera adornada con recortes y flecos de papel de china y elementos vegetales: hojas de pacaya, pino y flores, entre otras.



El anda en la cual se coloca la imagen del Niño "el Zarquito", es adornada con flores de papel por los miembros de la Hermandad el día 2 de mayo, los gastos del adorno son financiados con fondos de dicha agrupación. 



La lancha en la que se conduce al Niño en su trayecto por el lago, también es decorada por las mismas personas. 


Las otras lanchas que participan en la procesión son adornadas por sus propietarios. Dicha ornamentación consiste en colocar en el techo de las mismas, botes de metal con flores naturales; del techo penden recortes de tela plástica de colores y en pocos casos de papel de china.

Dentro de la lancha principal, en la cual va la imagen del Niño, se hace un pequeño altar de madera revestida con tela plástica de varios colores. Al pie del altar se colocan flores naturales.





Particularmente esta fiesta es importante y única en Guatemala, porque además de la procesión en el poblado de Amatitlán se expresa una de las manifestaciones populares más originales de Guatemala: las alfombras de flores en el agua, por donde pasan las lanchas que llevan al Niño Dios, así como los bailes de lanchas, además de comidas tradicionales propias de dicha fiesta: dulces de azúcar, pepescas y mojarras del lago.









A pesar del profundo deterioro ecológico y social del lago de Amatitlán, esta fiesta se celebra todos los años el tres de mayo, Día de la Santa Cruz.

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