A Jesús las autoridades le presentaron una mujer sorprendida en adulterio,la cual según la ley de Moisés debía ser apedreada.Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo, se enderezó y les dijo:"El que esté sin pecado tire la primera piedra"y siguió escribiendo. Ellos, al oírlo,se fueron uno a uno.Jesús dijo: "Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?" Ella contestó: "Ninguno, Señor". "Entonces ni yo te condeno; vete y no peques más" Juan 8.1.11
Yo soy
miércoles, 15 de febrero de 2012
Reflexiones tras las rejas, aún
Tantos días he pasado aquí...
Cuántos días he estado preso
y nadie, nadie ha estado conmigo,
solamente tú y Jehová, Dios de los Ejércitos.
¡Cuántas veces he llorado solo
conmigo mismo!!!
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