Festival de Teatro cerró con la promesa de volver en 2013
Niños, jóvenes y adultos fueron cautivados por grandes "Insectos"
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Luego de once días el Festival Internacional de Teatro de Caracas bajó el telón de una edición cargada de emociones que llenó calles y salas de la capital venezolana con propuestas diversas y necesarias. Ayer, "Insectos" (España) clausuró la programación, y logró que el público interactuara con grandes bichos que jugueteaban mientras caminaban por la avenida principal de Las Mercedes.
ELKIS BEJARANO DELGADO
EL UNIVERSAL
EL UNIVERSAL
lunes 9 de abril de 2012 12:00 AM
Anoche, el cielo fue cómplice. Minutos antes de las siete, la última función que se ofreció dentro del Festival Internacional de Teatro de Caracas (FITC) se vio amenazada por unas cuantas gotas y un cielo que por breves momentos se tornó rojo. Pero una pausa en la esperada lluvia permitió que el público, que colmó la Plaza Alfredo Sadel, disfrutara de la propuesta española Insectos, con la que se cerró el festival.
Carmen Ramia tomó la palabra, sin anuncios ni protocolo. Agradeció a los que hicieron posible este festival que en once días dejó la agradable sensación de esperanza, de que con voluntad se le gana la batalla a la adversidad y a la exclusión.
Aseguró que el próximo año volverá el festival, porque a su juicio es un derecho de los venezolanos que hay que defender. "Éste es un preámbulo de la Venezuela que vamos a construir para el futuro".
Y así se inició el espectáculo de clausura con Insectos de la compañía españolaSarruga, que transformó a la avenida principal de Las Mercedes en un jardín gigante. Y como en el mundo al revés, los humanos eran los pequeños ante las grandes estructuras que se movían lentamente al ritmo de una música contagiosa que hacía bailar a los presentes mientras acompañaban a los bichos.
La primera en encenderse fue la hormiga, manejada por un joven actor venezolano, Cristian Ponte, quien aseguró que desde muy pequeño ha estado vinculado con el teatro; por lo que participar en el FITC es un sueño hecho realidad. El fue uno de los 13 actores venezolanos que fueron entrenados por el director de la obra, el español Pakito Gutiérrez para manipular las estructuras.
Una hormiga, una mantis, una araña, un mosquito, y una planta carnívora, se encendieron una a una y comenzaron a mostrar sus destrezas.
Construidos con una base de hierro y con un sistema estilo bicicleta, las grandes estructuras iniciaron su recorrido que partió de la plaza hacía la avenida principal de Las Mercedes, la cual fue cerrada durante el tiempo de la presentación.
Nadie perdió la oportunidad para tomarse fotos con cada uno de los bichos. Se podían tocar, correr junta a ellos y en algunos casos hasta respirar, cuando soltaban intensas ráfagas de humo que hacían correr a los espectadores y desataban carcajadas.
La interacción fue total. Niños, adolescentes y adultos quedaron cautivados con la visual que ofrecían los grandes insectos caminando de un lado a otro. La calle fue el escenario para que los caraqueños saborearan esta experiencia que combina las cualidades del circo con las del teatro.
Una vez finalizado el recorrido, los insectos volvieron a la plaza y uno a uno se fueron apagando. Luego, los fuegos artificiales dieron por clausurado el festival, entre aplausos y gritos el público marchó con la certeza que el próximo año habrá más Festival Internacional de Teatro para Caracas.
@elkisbejarano
Carmen Ramia tomó la palabra, sin anuncios ni protocolo. Agradeció a los que hicieron posible este festival que en once días dejó la agradable sensación de esperanza, de que con voluntad se le gana la batalla a la adversidad y a la exclusión.
Aseguró que el próximo año volverá el festival, porque a su juicio es un derecho de los venezolanos que hay que defender. "Éste es un preámbulo de la Venezuela que vamos a construir para el futuro".
Y así se inició el espectáculo de clausura con Insectos de la compañía españolaSarruga, que transformó a la avenida principal de Las Mercedes en un jardín gigante. Y como en el mundo al revés, los humanos eran los pequeños ante las grandes estructuras que se movían lentamente al ritmo de una música contagiosa que hacía bailar a los presentes mientras acompañaban a los bichos.
La primera en encenderse fue la hormiga, manejada por un joven actor venezolano, Cristian Ponte, quien aseguró que desde muy pequeño ha estado vinculado con el teatro; por lo que participar en el FITC es un sueño hecho realidad. El fue uno de los 13 actores venezolanos que fueron entrenados por el director de la obra, el español Pakito Gutiérrez para manipular las estructuras.
Una hormiga, una mantis, una araña, un mosquito, y una planta carnívora, se encendieron una a una y comenzaron a mostrar sus destrezas.
Construidos con una base de hierro y con un sistema estilo bicicleta, las grandes estructuras iniciaron su recorrido que partió de la plaza hacía la avenida principal de Las Mercedes, la cual fue cerrada durante el tiempo de la presentación.
Nadie perdió la oportunidad para tomarse fotos con cada uno de los bichos. Se podían tocar, correr junta a ellos y en algunos casos hasta respirar, cuando soltaban intensas ráfagas de humo que hacían correr a los espectadores y desataban carcajadas.
La interacción fue total. Niños, adolescentes y adultos quedaron cautivados con la visual que ofrecían los grandes insectos caminando de un lado a otro. La calle fue el escenario para que los caraqueños saborearan esta experiencia que combina las cualidades del circo con las del teatro.
Una vez finalizado el recorrido, los insectos volvieron a la plaza y uno a uno se fueron apagando. Luego, los fuegos artificiales dieron por clausurado el festival, entre aplausos y gritos el público marchó con la certeza que el próximo año habrá más Festival Internacional de Teatro para Caracas.
@elkisbejarano
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