"Infernos" a la venezolana
La obra de Dante Alighieri ha inspirado a artistas nacionales
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DANIEL FERMÍN | EL UNIVERSAL
domingo 24 de mayo de 2015 12:00 AM
La fecha exacta de nacimiento de Dante Alighieri no se conoce: Giovanni Boccaccio, el principal biógrafo del italiano, la fijó a finales de mayo de 1265. A 750 años de su llegada al mundo, al escritor florentino se le conmemora como una referencia de la literatura universal. Su obra, aún hoy, inspira creaciones de otros artistas.
Narradores, poetas, ensayistas, pintores, escultores, músicos, dramaturgos, cineastas. Ya lo dijo Jorge Luis Borges en una entrevista en Colombia: "Es el deber de todo escritor referirse a la Divina comedia". Una miríada de autores ha ofrecido su relectura de la obra. Incluso algunos venezolanos: desde el óleo sobre tela que hizo Cristóbal Rojas en el siglo XIX hasta la trilogía contemporánea, en verso, que escribe Adalber Salas Hernández.
El viaje de Dante, guiado primero por su maestro Virgilio, luego por su amada Beatriz, por los distintos círculos del Infierno, el Purgatorio y el Paraíso se convirtió en un clásico. Tanto que hasta el Papa Francisco sugirió su lectura al calificarlos como profeta de la esperanza. Los pecados, las redenciones, los salvados, en una travesía por los tres reinos.
La vida de Dante Alighieri tuvo sus viajes, sus idas y vueltas. Escritor, miembro activo de la política de su tiempo, fue exiliado de Florencia por los gobernantes de entonces, que hasta lo condenaron a muerte (se libró de las dos sentencias). Vivió en Roma, en Bolonia, en Padua, en Verona, en París. Murió en Rávena en 1321. Su obra vive entre nosotros.
REINTERPRETACIONES LOCALES
Heredar la tierra. Adalber Salas Hernández quiso escribir su versión de la Divina comedia. El poeta publicó en 2013, con el sello colombiano Común Presencia, una adaptación contemporánea del Paraíso de Dante Alighieri, que forma parte de una trilogía. "La obra permite dar, a través de un viaje por el más allá, una visión muy certera del más acá", dijo, entonces, el escritor. Faltan su Purgatorio y su Infierno.
Nuestra divina comedia. El grupo Altosf presentó en 2014 una adaptación a cargo de Juan Carlos De Petre. Gritos, sonidos guturales, campanadas. Una versión más gestual que de texto. "La consigna era comprender que la Divina comedia pasa por el escenario interior de la persona. Dentro de nosotros está el Infierno, el Purgatorio y la posibilidad de un Paraíso", había dicho el director. Se montó en Parque Central.
La divina comedia: Infierno. El grupo Theja se despidió en 2009 de su sede en el Teatro Alberto Paz y Mateo con un montaje que, en nueve cuadros, resumía los 34 cantos del Infierno. "Esa decadencia que se muestra en la obra se parece mucho a lo que vivimos en el país. Los venezolanos nos hemos labrado nuestro infierno actual", dijo el director José Simón Escalona. No montó ni el Purgatorio ni el Paraíso.
Dante y Beatriz a orillas del Leteo. Cristóbal Rojas pintó en 1889 un óleo sobre tela de 297x428 centímetros. Una obra de corte simbolista en la se aprecia al poeta italiano y su musa, Beatriz Portinari, acompañado de algunas ninfas a orillas del Leteo, uno de los cinco ríos del Hades. Forma parte de la colección del Ministerio de Relaciones Exteriores. El artista también hizo un estudio y un boceto de la pieza.
Dante vivo. Alirio Rodríguez hizo en 2004 una exposición, en la Galería D'Museo, en la que exhibió 40 obras -en pequeño formato- inspiradas en la Divina comedia. "Como si me hubiese convertido en un hombre-cámara asisto al viaje de Virgilio y el Dante, sigo sus peripecias, sus hazañas y los lamentos del desterrado eterno", explicó, en su momento, el artista visual. El rojo y el negro cubrían los cuadros.
La divina comedia. Miguel Issa y Leyson Ponce crearon una versión coreográfica de la obra con la compañía Dramo Venezuela. Los tres reinos que conforman el poema en clave de danza. Incluye textos de Dante Alighieri, Jorge Luis Borges, Friedrich Nietzsche y Roland Barthes. Se estrenó en el año 2000 en el Festival Internacional de Teatro de Caracas. También tuvo funciones en Italia y Portugal.
dfermin@eluniversal.com
Narradores, poetas, ensayistas, pintores, escultores, músicos, dramaturgos, cineastas. Ya lo dijo Jorge Luis Borges en una entrevista en Colombia: "Es el deber de todo escritor referirse a la Divina comedia". Una miríada de autores ha ofrecido su relectura de la obra. Incluso algunos venezolanos: desde el óleo sobre tela que hizo Cristóbal Rojas en el siglo XIX hasta la trilogía contemporánea, en verso, que escribe Adalber Salas Hernández.
El viaje de Dante, guiado primero por su maestro Virgilio, luego por su amada Beatriz, por los distintos círculos del Infierno, el Purgatorio y el Paraíso se convirtió en un clásico. Tanto que hasta el Papa Francisco sugirió su lectura al calificarlos como profeta de la esperanza. Los pecados, las redenciones, los salvados, en una travesía por los tres reinos.
La vida de Dante Alighieri tuvo sus viajes, sus idas y vueltas. Escritor, miembro activo de la política de su tiempo, fue exiliado de Florencia por los gobernantes de entonces, que hasta lo condenaron a muerte (se libró de las dos sentencias). Vivió en Roma, en Bolonia, en Padua, en Verona, en París. Murió en Rávena en 1321. Su obra vive entre nosotros.
REINTERPRETACIONES LOCALES
Heredar la tierra. Adalber Salas Hernández quiso escribir su versión de la Divina comedia. El poeta publicó en 2013, con el sello colombiano Común Presencia, una adaptación contemporánea del Paraíso de Dante Alighieri, que forma parte de una trilogía. "La obra permite dar, a través de un viaje por el más allá, una visión muy certera del más acá", dijo, entonces, el escritor. Faltan su Purgatorio y su Infierno.
Nuestra divina comedia. El grupo Altosf presentó en 2014 una adaptación a cargo de Juan Carlos De Petre. Gritos, sonidos guturales, campanadas. Una versión más gestual que de texto. "La consigna era comprender que la Divina comedia pasa por el escenario interior de la persona. Dentro de nosotros está el Infierno, el Purgatorio y la posibilidad de un Paraíso", había dicho el director. Se montó en Parque Central.
La divina comedia: Infierno. El grupo Theja se despidió en 2009 de su sede en el Teatro Alberto Paz y Mateo con un montaje que, en nueve cuadros, resumía los 34 cantos del Infierno. "Esa decadencia que se muestra en la obra se parece mucho a lo que vivimos en el país. Los venezolanos nos hemos labrado nuestro infierno actual", dijo el director José Simón Escalona. No montó ni el Purgatorio ni el Paraíso.
Dante y Beatriz a orillas del Leteo. Cristóbal Rojas pintó en 1889 un óleo sobre tela de 297x428 centímetros. Una obra de corte simbolista en la se aprecia al poeta italiano y su musa, Beatriz Portinari, acompañado de algunas ninfas a orillas del Leteo, uno de los cinco ríos del Hades. Forma parte de la colección del Ministerio de Relaciones Exteriores. El artista también hizo un estudio y un boceto de la pieza.
Dante vivo. Alirio Rodríguez hizo en 2004 una exposición, en la Galería D'Museo, en la que exhibió 40 obras -en pequeño formato- inspiradas en la Divina comedia. "Como si me hubiese convertido en un hombre-cámara asisto al viaje de Virgilio y el Dante, sigo sus peripecias, sus hazañas y los lamentos del desterrado eterno", explicó, en su momento, el artista visual. El rojo y el negro cubrían los cuadros.
La divina comedia. Miguel Issa y Leyson Ponce crearon una versión coreográfica de la obra con la compañía Dramo Venezuela. Los tres reinos que conforman el poema en clave de danza. Incluye textos de Dante Alighieri, Jorge Luis Borges, Friedrich Nietzsche y Roland Barthes. Se estrenó en el año 2000 en el Festival Internacional de Teatro de Caracas. También tuvo funciones en Italia y Portugal.
dfermin@eluniversal.com
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