"Todos se han desviado
(todos) son igualmente corruptos
no hay quien haga bien,
ni siquiera uno..."
Salmo 14, versículo 3
A Jesús las autoridades le presentaron una mujer sorprendida en adulterio,la cual según la ley de Moisés debía ser apedreada.Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo, se enderezó y les dijo:"El que esté sin pecado tire la primera piedra"y siguió escribiendo. Ellos, al oírlo,se fueron uno a uno.Jesús dijo: "Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?" Ella contestó: "Ninguno, Señor". "Entonces ni yo te condeno; vete y no peques más" Juan 8.1.11
Yo soy
jueves, 7 de febrero de 2013
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Las oraciones jamás quedan en el aire, Dios las oye y cumple a todos los que en él confiamos.
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