José Luis Ochoa, renacer a través de la poesía
El escritor venezolano presentó el poemario "Ruinas vivas"
El autor, otrora miembro del grupo literario Eclepsidra, ya había publicado tres libros
DANIEL FERMÍN | EL UNIVERSAL
jueves 28 de noviembre de 2013
José Luis Ochoa (Valle de la Pascua, 1965) dicta talleres de poesía a algunos pacientes que sufren de problemas mentales. El escritor guariqueño utiliza enfermedades contemporáneas para plasmarlas en sus poemas. La ansiedad, la depresión, el desamparo, el dolor, la muerte. Temas que están presentes en la literatura del venezolano, que la semana pasada presentó el libro Ruinas vivas.
Al psiquitra de profesión la escritura poética también le sirve a modo de terapia. O, más bien, lo utiliza como refugio en un país de muerte cotidiana. "Me da una paz, un sosiego que me hace escapar de la realidad. Me da un espacio para meditar, para reflexionar, para buscarle un sentido al mundo, para hallar en las pequeñas historias diarias la belleza del instante, que se escapa, que uno intenta apresar o atesorar", dijo el ganador del Premio de Poesía Fernando Paz Castillo de 1992, que tenía más de 15 años sin publicar un nuevo libro.
José Luis Ochoa tardó en encontrarle un lugar al poemario. Trabajó versos, depuró estrofas. Transformó en palabras experiencias vitales propias y ajenas. "El poeta no puede escapar al momento histórico social que le toca vivir. Todas las lecturas, el amor, el desamor, el sufrimiento, la tristeza, la vida, la muerte. Quise guardar un poco de silencio hasta esperar el momento oportuno", agregó el escritor, que reside entre Barquisimeto y San Felipe.
Hay un poema de Ruinas vivas (editorial Eclepsidra) en el que el sujeto lírico dice que el poeta desea conocer el mundo. La literatura como travesía. "Hay la intención en la estructura del relato de un viaje psicológico. De la tierra hay aspiración al vuelo. Después viene una etapa en la que entras en la oscuridad hasta llegar al renacimiento, ese despertar a una nueva forma de sentir".
José Luis Ochoa escribe para expresar sentimientos que, dijo, vienen desde el espíritu. Momentos instantáneos que son pequeñas epifanías o, también, mínimas derrotas. "El poema puede comenzar a partir de una palabra, de una frase, de una idea, de una imagen. Podría hablarse de una voz interior que empieza a decir lo que tienes que expresar", indicó el autor, que trabaja en un libro titulado Redención.
Uno de los epígrafes de Ruinas vivas dice que la casa arruinada sigue viviendo mientras otros vienen a ocupar el sitio. Ochoa intenta también buscar la ilusión ante el desencanto. "El texto resume la aspiración de que debajo o detrás de las ruinas siempre hay una esperanza, un resquicio para la luz, un tiempo para recomenzar, o para reiniciar la vida", concluyó el poeta venezolano, que trata de convertir las emociones en un viaje literario.
dfermin@eluniversal.com
Al psiquitra de profesión la escritura poética también le sirve a modo de terapia. O, más bien, lo utiliza como refugio en un país de muerte cotidiana. "Me da una paz, un sosiego que me hace escapar de la realidad. Me da un espacio para meditar, para reflexionar, para buscarle un sentido al mundo, para hallar en las pequeñas historias diarias la belleza del instante, que se escapa, que uno intenta apresar o atesorar", dijo el ganador del Premio de Poesía Fernando Paz Castillo de 1992, que tenía más de 15 años sin publicar un nuevo libro.
José Luis Ochoa tardó en encontrarle un lugar al poemario. Trabajó versos, depuró estrofas. Transformó en palabras experiencias vitales propias y ajenas. "El poeta no puede escapar al momento histórico social que le toca vivir. Todas las lecturas, el amor, el desamor, el sufrimiento, la tristeza, la vida, la muerte. Quise guardar un poco de silencio hasta esperar el momento oportuno", agregó el escritor, que reside entre Barquisimeto y San Felipe.
Hay un poema de Ruinas vivas (editorial Eclepsidra) en el que el sujeto lírico dice que el poeta desea conocer el mundo. La literatura como travesía. "Hay la intención en la estructura del relato de un viaje psicológico. De la tierra hay aspiración al vuelo. Después viene una etapa en la que entras en la oscuridad hasta llegar al renacimiento, ese despertar a una nueva forma de sentir".
José Luis Ochoa escribe para expresar sentimientos que, dijo, vienen desde el espíritu. Momentos instantáneos que son pequeñas epifanías o, también, mínimas derrotas. "El poema puede comenzar a partir de una palabra, de una frase, de una idea, de una imagen. Podría hablarse de una voz interior que empieza a decir lo que tienes que expresar", indicó el autor, que trabaja en un libro titulado Redención.
Uno de los epígrafes de Ruinas vivas dice que la casa arruinada sigue viviendo mientras otros vienen a ocupar el sitio. Ochoa intenta también buscar la ilusión ante el desencanto. "El texto resume la aspiración de que debajo o detrás de las ruinas siempre hay una esperanza, un resquicio para la luz, un tiempo para recomenzar, o para reiniciar la vida", concluyó el poeta venezolano, que trata de convertir las emociones en un viaje literario.
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