De escritores malditos
Se solaza Gamero en auscultar episodios de relevancia en la vida y en la obra de sus personajes
RICARDO GIL OTAIZA | EL UNIVERSAL
jueves 19 de marzo de 2015 12:00 AM
Es un libro formado por sesenta cuentos sobre escritores reconocidos y considerados inmortales. En dichos relatos se toman datos relevantes y verídicos de la vida de cada autor y se mezclan con tramas y escenarios de ficción para dar origen a originales historias que bien pudiesen ser verdaderas en su totalidad.
Así, situaciones específicas en la vida de Proust, Wilde, Hemingway, Rulfo o Borges, por ejemplo, se ven expuestas desde una nueva óptica, una nueva manera de leer la realidad, desde diferentes puntos de vista, resaltando siempre su cotidianidad, la parte humana y muchas veces ignorada de quienes hemos idealizado a tal punto que nos sorprendemos cuando entendemos que no son deidades, sólo seres humanos, como nosotros, con nuestras angustias e interrogantes, pero con el hermoso don de escribir como pocos...
Es un libro grato e interesante, titulado: Minibiografías ilegales de escritores malditos, del colega venezolano Heberto Gamero Contín, con la Editorial Lector Cómplice (2014). Se trata de 60 textos breves, bien escritos, que conjugan una suerte de biografía-crónica-fábula-ensayo para mostrarnos el lado oscuro -no siempre tan conocido- de grandes autores de la literatura universal. Se solaza Gamero en el detalle; en auscultar episodios de relevancia en la vida y en la obra de sus personajes, para recrearlos desde las imágenes que dichas circunstancias azuzan en su propia vena narrativa, dando como resultado cuentos que guardan grandes realidades, así como historias lindantes con el terreno de lo literario. Verdades y mentiras se amalgaman en estos deliciosos textos, para mostrarnos el haz y el envés de vidas signadas muchas veces por lo inverosímil (por lo inaudito de la anécdota), hasta caer en el terreno de la tragicomedia, que da a este libro toques rayanos con una magia sólo posible desde la pasión por las letras y por sus hacedores.El libro de Gamero me recuerda otros de naturaleza similar, que atesoro en mi biblioteca, dos de los cuales incluye también el autor en sus pesquisas bibliográficas: Bartleby y compañía de Enrique Vila-Matas (que reseñé hace poco tiempo en este diario) y Vidas escritas de Javier Marías (quien además publicó más o menos en este mismo orden: Literatura y fantasma y Vida del fantasma). Tengo los deliciosos libros Pasiones y El amor de mi vida de Rosa Montero, Formas breves y El último lector de Ricardo Piglia, La letra e y Pájaros de Hispanoamérica de Augusto Monterroso. Podría incluir en este mismo renglónEl mal de Montano de Vila-Matas y La verdad de las mentiras de Mario Vargas Llosa. Ahora bien, las Minibiografías tienen la particularidad (que las aleja por cierto de algunas de las obras antes citadas) de poseer un carácter minimalista (tal vez esencialista, aunque entren en el terreno de la fábula), autárquico (si se quiere), que busca desnudar en su más clara realidad el lado oscuro del escritor; es decir, su espectro humano, sin que esto implique desvirtuar su imagen, sino más bien acercarla con gran fuerza al lector. Llama la atención la fina erudición del autor, que -como se ha de suponer- está puesta al servicio de sus textos, pero no cae en el terreno de lo meramente académico, que echaría por tierra el propósito de la obra (recrear y recrearse en los autores y sus profundas huellas humanas), sino que nos revela historias que se leen con fluidez, que buscan la comprensión del lector frente a las vidas de lo autores y sus inmensas pifias, dramas y aventuras, pero con mucho humor. En sus páginas se pasean escritores como Kafka, Borges, Uslar Pietri, Chéjov, Wilde, Zola, Nietzsche, Byron, Dickens, Cervantes, Rimbaud, Flaubert, Neruda, Unamuno, Balzac, Benedetti, y muchos otros, para revelarnos con acierto la complejidad de la existencia humana, así como el legado que tales vidas nos dejan para que nos miremos en ellas como si de espejos se trataran.
@GilOtaiza
rigilo99@hotmail.com
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