Carlos Santana: El "hippie eterno" de la guitarra cumple 65 años
El guitarrista considerado uno de los mejores de todos los tiempos,según la revista "Rolling Stone", está de cumpleaños.
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Santana se considera un hippie que lleva con orgullo su nacionalidad mexicana (Archivo/Gil Montaño)
Santana - Woodstock - Oye Como va - Vidéo Dailymotion | |
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EL UNIVERSAL/DPA
miércoles 18 de julio de 2012 11:01 AM
Ciudad de México.- Creador de un sonido único con la guitarra, instrumento que aprendió a tocar a los ocho años, se dice de Carlos Santana que hace magia más que música.
El guitarrista nacido en México, que mezcló el rock con sonidos latinos y africanos, cumple 65 años el viernes fiel a su propia tradición sonora.
Su virtuosismo es el pasaporte que lo mantiene en la patria reservada a los genios de la música y con el que ha ganado premios Grammy y llenado conciertos en todo el mundo.
Santana, catalogado como uno de los 15 mejores guitarristas de todos los tiempos por la revista estadounidense "Rolling Stone", nació en Autlán, Jalisco, en el oeste de México el 20 de julio de 1947. Su padre era violinista de un grupo de mariachis.
Ha tenido algo más que destreza en los dedos para permanecer en el gusto popular. Por lo pronto, es notable su fidelidad al sonido latino con que supo pintar el rock anglosajón y con el que irrumpió de forma vertiginosa en el Festival de Woodstock en 1969.
Piezas memorables como "Samba pa'ti", "Mujer de magia negra" y "Oye cómo va" se quedaron grabadas en la memoria colectiva y lo convirtieron en prácticamente un héroe para millones de latinos en Estados Unidos.
Lejos quedaron sus trabajos como lavaplatos y barrendero en una San Francisco de los 60, habitada por miles de latinos que iban en busca del sueño americano y a la que Carlos Santana llegó con su familia, proveniente de Tijuana en 1961.
Tiene la ciudadanía estadounidense desde 1965 y en esa tierra nacieron los tres hijos que tuvo con su primera esposa desde 1973, Deborah King, que le pidió el divorcio en 2007.
"No puedes obligar a nadie a que te quiera", fueron las palabras de Santana al conocer las intenciones de su esposa, a quien solía llamar cariñosamente "mi chocolata" y para la que está escrita "Mujer de magia negra".
Unos pocos años después inició un romance con la baterista del músico estadounidense Lenny Kravitz, Cindy Blackman, 12 años más joven que él y con la que se casó en 2011.
Leal a su misticismo "ecléctico", como él mismo llama a ese conjunto de ideas que lo hace proclamarse ateo pero devoto de la virgen de Guadalupe, apolítico pero siempre cercano a las causas sociales y atento a las necesidades de los más pobres con su fundación benéfica Milagro, Santana presentó en mayo su disco 36, "Shape Shifter".
El álbum constituye su particular homenaje a los indios nativos de Estados Unidos. Está inspirado en la disculpa que Australia ofreció a sus aborígenes en 2008 y en la disculpa pública que el presidente Barack Obama brindó a los indígenas de su país en 2009.
Consta de 13 temas poderosos desde el punto de vista instrumental, casi todos de la autoría del célebre guitarrista, y representa un regreso a sus orígenes musicales, un hecho nada casual para un hombre que no duda en calificarse como "un hippie eterno".
"Soy un hippie que siempre ha llevado con honor y por lo alto el nombre de mí país", dijo en 2009.
Carlos Santana ha vendido más de 100 millones de álbumes y es miembro de El Salón de la Fama del Rock and Roll. Ha sido acreedor a diez premios Grammy.
Suele declararse discípulo del guitarrista de Tijuana Javier Bátiz y del estadounidense B.B.King. Sin embargo, dice que su "verdadero maestro" ha sido siempre su padre.
El guitarrista nacido en México, que mezcló el rock con sonidos latinos y africanos, cumple 65 años el viernes fiel a su propia tradición sonora.
Su virtuosismo es el pasaporte que lo mantiene en la patria reservada a los genios de la música y con el que ha ganado premios Grammy y llenado conciertos en todo el mundo.
Santana, catalogado como uno de los 15 mejores guitarristas de todos los tiempos por la revista estadounidense "Rolling Stone", nació en Autlán, Jalisco, en el oeste de México el 20 de julio de 1947. Su padre era violinista de un grupo de mariachis.
Ha tenido algo más que destreza en los dedos para permanecer en el gusto popular. Por lo pronto, es notable su fidelidad al sonido latino con que supo pintar el rock anglosajón y con el que irrumpió de forma vertiginosa en el Festival de Woodstock en 1969.
Piezas memorables como "Samba pa'ti", "Mujer de magia negra" y "Oye cómo va" se quedaron grabadas en la memoria colectiva y lo convirtieron en prácticamente un héroe para millones de latinos en Estados Unidos.
Lejos quedaron sus trabajos como lavaplatos y barrendero en una San Francisco de los 60, habitada por miles de latinos que iban en busca del sueño americano y a la que Carlos Santana llegó con su familia, proveniente de Tijuana en 1961.
Tiene la ciudadanía estadounidense desde 1965 y en esa tierra nacieron los tres hijos que tuvo con su primera esposa desde 1973, Deborah King, que le pidió el divorcio en 2007.
"No puedes obligar a nadie a que te quiera", fueron las palabras de Santana al conocer las intenciones de su esposa, a quien solía llamar cariñosamente "mi chocolata" y para la que está escrita "Mujer de magia negra".
Unos pocos años después inició un romance con la baterista del músico estadounidense Lenny Kravitz, Cindy Blackman, 12 años más joven que él y con la que se casó en 2011.
Leal a su misticismo "ecléctico", como él mismo llama a ese conjunto de ideas que lo hace proclamarse ateo pero devoto de la virgen de Guadalupe, apolítico pero siempre cercano a las causas sociales y atento a las necesidades de los más pobres con su fundación benéfica Milagro, Santana presentó en mayo su disco 36, "Shape Shifter".
El álbum constituye su particular homenaje a los indios nativos de Estados Unidos. Está inspirado en la disculpa que Australia ofreció a sus aborígenes en 2008 y en la disculpa pública que el presidente Barack Obama brindó a los indígenas de su país en 2009.
Consta de 13 temas poderosos desde el punto de vista instrumental, casi todos de la autoría del célebre guitarrista, y representa un regreso a sus orígenes musicales, un hecho nada casual para un hombre que no duda en calificarse como "un hippie eterno".
"Soy un hippie que siempre ha llevado con honor y por lo alto el nombre de mí país", dijo en 2009.
Carlos Santana ha vendido más de 100 millones de álbumes y es miembro de El Salón de la Fama del Rock and Roll. Ha sido acreedor a diez premios Grammy.
Suele declararse discípulo del guitarrista de Tijuana Javier Bátiz y del estadounidense B.B.King. Sin embargo, dice que su "verdadero maestro" ha sido siempre su padre.
Carlos Santana: Sigo siendo el mismo hippie de Woodstock 10/03/2009
Asegura que pese al éxito no se ha visto sobrepasado por el ego.
El músico actuará este martes en la capital venezolana.
Músicos Nacido el 20 de julio
1943 John Lodge (The Moody Blues)
1945 Kim Carnes 1947 Carlos Santana (Santana) 1954 Jay Jay francés (Twisted Sister) 1955 Michael Anthony (Van Halen) 1956 Paul Cook (Sex Pistols) 1958 Michael McNeil (Simple Minds) 1964, Chris Cornell (Soundgarden ) 1966 Stone Gossard (Pearl Jam) 
El guitarrista Carlos Santana dialogó con la prensa venezolana ad portas de la presentación que ofrecerá este martes en Caracas, conferencia en la que declaró tener los pies en la tierra, pese a su éxito internacional.
Una de las preguntas que debió responder fue su parecer sobre los intentos por revivir Woodstock. "Las dos veces que intentaron hacer Woodstock no fue lo mismo. Eran conciertos para abogados, licenciados, contadores. Al primero fue gente inocente, que creía, como Bob Marley y John Lennon, que la paz se podía conseguir. Mucha gente pensaba que éramos tontos. Estaba la presión de la Guerra de Vietnam, estaba la presión contra Nixon y logramos sacarlo. Es decir que los hippies tienen poder", dijo.
"Igual que aquí hay quienes tienen poder. Se trata de una decisión colectiva. En Checoslovaquia se cambió el Gobierno sin brutalidad, sin violencia. Yo creo que sigo siendo el mismo hippie de Woodstock. No se me ha subido (el ego). Sigo siendo un guerrero", agregó.
Señaló estar convencido de que un nuevo Woodstock puede traer paz al mundo. "Siento que esta vez se puede hacer con cada persona demostrando paciencia, con pasión, con comprensión", indicó.
El artista se presentó vestido de camisa negra con bordados dorados, pantalón a juego, chaqueta oscura, sombrero caqui y medallón dorado, y tras alzar sus manos en posición de rezo, dio las gracias al Señor.
"Al llegar aquí siento que estoy bendecido por el corazón de ustedes. Vengo a darles un pellizco de luz y a quitarnos esa pesadilla de que somos unos pecadores, de que no somos dignos de la gracia de Dios", dijo.
Sobre el show que realizará relató que será un concierto de dos horas y media en el que estarán "los éxitos que todos quieren escuchar" y un espacio de improvisación de 20 minutos, "donde ni siquiera yo sé lo que va a suceder".
"Encendemos el cronómetro y de ahí en adelante hacemos un gran show. Desparramaremos una luz espiritual", sostuvo el guitarrista, que recientemente estuvo en Chile en el Festival de la Canción de Viña del Mar y en el Movistar Arena de Santiago.
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