Microteatro, píldoras para pasarla bien
El Teatro de 1/4 toma su lugar como una alternativa para divertirse en Caracas
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INDIRA ROJAS | EL UNIVERSAL
domingo 6 de septiembre de 2015 12:00 AM
En el antiguo Bingo Gran Casino del CCCT, convertido en los Espacios Urban Cuplé, habitan personajes pintorescos. Deambulan de aquí para allá, vociferando el nombre de la cueva de la que han salido. "Te vas a divertir en la sala 26", dice un hombre convertido en una colosal Reina de Corazones. "Si quieres reírte un rato, ven a ver Cosas de niñas para adultos", asegura una joven empijamada. En otra esquina, un héroe súper dotado entrega folletos de Súper Dick y un chico semidesnudo levanta un cartel que reza "Prepago, sala 11".
Ha arribado al Teatro de 1/4. Son 28 las propuestas que completan la cartelera de esta sexta temporada, que reúne desde dramas densos con situaciones de agresión sexual (Notará que llevo un arma, de Gustavo Ott), hasta una obra ligera de chistes cotidianos sobre la comunidad LGBT (Súper Rompe, de Kevin Jorges). Violencia doméstica, caretas sociales, conflictos de pareja, y dilemas políticos se agregan al festín.
"A la gente le gusta el teatro y el ambiente amiguero. Acá te sientes como en casa", dice Derwins Serrano, quien asistió con otros tres amigos. No se queja de los precios -Bs. 250 por persona-, pero admite que prefiere venir miércoles, jueves y viernes para aprovechar la promoción 2x1. Es la cuarta vez que Derwins se pasea por esta edición, esperando ver a La Chiky Lorens en Las mamis.
Daniel Concepción también asegura que ha venido en cuatro ocasiones. Disfruta el ambiente, pero dice que "cuando es 2x1 es un caos comprar entradas después de las seis".
Las colas para adquirir boletos crecen conforme pasa la noche. Las filas frente a los cubículos/sala a veces se confunden. Entre la multitud que camina, compra y ve la cartelera, solo le gana al desorden el hecho de que el espacio genera una grata energía: todos están contentos. Se fotografían codo a codo con los artistas -incluso, rondan por allí Daniela Alvarado, quien dirige Dime que sí, y Violeta Alemán, que participa en Instrucciones para una bofetada-, e intentan charlar mientras Dj Melchor hace de las suyas en la tarima principal. Ni siquiera el reggaetón a todo volumen parece generar disgustos.
"Se garantiza un esparcimiento seguro, la gente comenta las obras, y el contacto entre público y actor es directa. Hay gente que le parece increíble estar allí con los artistas de la televisión", dice la actriz María Gabriela Díaz, deMerengue.
Dairo Piñeres, uno de los organizadores, asegura que el público entre 25 y 35 años ha aumentado, pero también se ven chicos entre 19 y 20 y parejas de más de 50. Quien se une está consciente de que los gastos se acumularán, pero están dispuestos a pagarlos: precio del boleto, consumo de bebida y comida, horas de estacionamiento, o, en tal caso, el costo de una carrera de taxi.
La inversión de una noche de Microteatro a 2x1 puede llegar a Bs. 2.750 si se suman todos los servicios.
Quince minutos
Llega el momento de dar sala. El joven vestido de maestro de ceremonias recuerda que "una vez que la puerta se ha cerrado, nadie puede entrar".
Comienza Cosas de niñas para adultos, dirigida por Mario Sudano, y aunque las actrices tienen voces fuertes y causan ruido al estrellar juguetes contra las paredes de cartón se filtran los gritos de la sala contigua y la música de la presentación de la derecha. Robert Chacón, uno de los fundadores del evento, asegura que este mal ha sido medianamente curado al compararse con las ediciones realizadas en el C.C. Sambil.
Pese al ruido, la trama logra captar la atención de los asistentes. Al terminar, el público regresa al sector rumbero. "Este ambiente de cotilleo es ambiguo", dice Sudano. "Más que generar distracción, es propicio para reunir a las personas e invitarlos a entrar a propuestas que tal vez no verían de no ser porque están acá".
Para pasarla bien
Con 28 obras de diferentes realizadores, se revelan distintos niveles de capacidad actoral y de dirección.
Los quince minutos reglamentarios para cada pieza exigen una historia que pueda completarse en poco tiempo sin arriesgar detalles. "No necesitas mucha atención, y puede ser letal porque el público puede acostumbrarse a eso", opina Díaz. Su intención con esta advertencia no es condenar el evento ni los textos ligeros. Al contrario, agrega que "la inmediatez no debe ser complaciente, porque no significa que vas a matear una obra".
"Yo creo que en Caracas hay cada vez menos alternativas de entretenimiento, y Microteatro se convierte en una opción para pasar un rato distinto, seguro, tranquilo", dice Chacón.
La tarea es mejorar, no solo el servicio, también la selección de las piezas. Para muchos, esta es una vitrina para los talentos jóvenes, y convertir estas promesas de la actuación y la dirección teatral en mayoría es el reto "En Venezuela no estamos acostumbrados a ver obras de 15 minutos. Esto quiere decir que nuestros dramaturgos tampoco están preparados para escribir obras de teatro en 15 minutos y nuestros actores tampoco están preparados. Es un gran ejercicio para todos. La premisa es aprender haciendo", dice el director del Teatro Urban Couplé.
Ha arribado al Teatro de 1/4. Son 28 las propuestas que completan la cartelera de esta sexta temporada, que reúne desde dramas densos con situaciones de agresión sexual (Notará que llevo un arma, de Gustavo Ott), hasta una obra ligera de chistes cotidianos sobre la comunidad LGBT (Súper Rompe, de Kevin Jorges). Violencia doméstica, caretas sociales, conflictos de pareja, y dilemas políticos se agregan al festín.
"A la gente le gusta el teatro y el ambiente amiguero. Acá te sientes como en casa", dice Derwins Serrano, quien asistió con otros tres amigos. No se queja de los precios -Bs. 250 por persona-, pero admite que prefiere venir miércoles, jueves y viernes para aprovechar la promoción 2x1. Es la cuarta vez que Derwins se pasea por esta edición, esperando ver a La Chiky Lorens en Las mamis.
Daniel Concepción también asegura que ha venido en cuatro ocasiones. Disfruta el ambiente, pero dice que "cuando es 2x1 es un caos comprar entradas después de las seis".
Las colas para adquirir boletos crecen conforme pasa la noche. Las filas frente a los cubículos/sala a veces se confunden. Entre la multitud que camina, compra y ve la cartelera, solo le gana al desorden el hecho de que el espacio genera una grata energía: todos están contentos. Se fotografían codo a codo con los artistas -incluso, rondan por allí Daniela Alvarado, quien dirige Dime que sí, y Violeta Alemán, que participa en Instrucciones para una bofetada-, e intentan charlar mientras Dj Melchor hace de las suyas en la tarima principal. Ni siquiera el reggaetón a todo volumen parece generar disgustos.
"Se garantiza un esparcimiento seguro, la gente comenta las obras, y el contacto entre público y actor es directa. Hay gente que le parece increíble estar allí con los artistas de la televisión", dice la actriz María Gabriela Díaz, deMerengue.
Dairo Piñeres, uno de los organizadores, asegura que el público entre 25 y 35 años ha aumentado, pero también se ven chicos entre 19 y 20 y parejas de más de 50. Quien se une está consciente de que los gastos se acumularán, pero están dispuestos a pagarlos: precio del boleto, consumo de bebida y comida, horas de estacionamiento, o, en tal caso, el costo de una carrera de taxi.
La inversión de una noche de Microteatro a 2x1 puede llegar a Bs. 2.750 si se suman todos los servicios.
Quince minutos
Llega el momento de dar sala. El joven vestido de maestro de ceremonias recuerda que "una vez que la puerta se ha cerrado, nadie puede entrar".
Comienza Cosas de niñas para adultos, dirigida por Mario Sudano, y aunque las actrices tienen voces fuertes y causan ruido al estrellar juguetes contra las paredes de cartón se filtran los gritos de la sala contigua y la música de la presentación de la derecha. Robert Chacón, uno de los fundadores del evento, asegura que este mal ha sido medianamente curado al compararse con las ediciones realizadas en el C.C. Sambil.
Pese al ruido, la trama logra captar la atención de los asistentes. Al terminar, el público regresa al sector rumbero. "Este ambiente de cotilleo es ambiguo", dice Sudano. "Más que generar distracción, es propicio para reunir a las personas e invitarlos a entrar a propuestas que tal vez no verían de no ser porque están acá".
Para pasarla bien
Con 28 obras de diferentes realizadores, se revelan distintos niveles de capacidad actoral y de dirección.
Los quince minutos reglamentarios para cada pieza exigen una historia que pueda completarse en poco tiempo sin arriesgar detalles. "No necesitas mucha atención, y puede ser letal porque el público puede acostumbrarse a eso", opina Díaz. Su intención con esta advertencia no es condenar el evento ni los textos ligeros. Al contrario, agrega que "la inmediatez no debe ser complaciente, porque no significa que vas a matear una obra".
"Yo creo que en Caracas hay cada vez menos alternativas de entretenimiento, y Microteatro se convierte en una opción para pasar un rato distinto, seguro, tranquilo", dice Chacón.
La tarea es mejorar, no solo el servicio, también la selección de las piezas. Para muchos, esta es una vitrina para los talentos jóvenes, y convertir estas promesas de la actuación y la dirección teatral en mayoría es el reto "En Venezuela no estamos acostumbrados a ver obras de 15 minutos. Esto quiere decir que nuestros dramaturgos tampoco están preparados para escribir obras de teatro en 15 minutos y nuestros actores tampoco están preparados. Es un gran ejercicio para todos. La premisa es aprender haciendo", dice el director del Teatro Urban Couplé.
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