Hace 100 años nació la conciencia moral de EE UU
El dramaturgo ganó el Pulitzer por la obra "La muerte de un viajante"
Marilyn Monroe y Arthur Miller fotografiados en 1957 por Richard Avedon CORTESÍA
EL UNIVERSAL
sábado 17 de octubre de 2015 12:00 AM
Los Ángeles.- Hoy se cumplen cien año del nacimiento de Arthur Miller, uno de los grandes dramaturgos del siglo XX, y Estados Unidos recuerda al autor, considerado como "la conciencia moral" del país, con múltiples adaptaciones de sus obras más recordadas.
El 21 de octubre comenzará en Broadway una versión de A view from the bridge, dirigida por el belga Ivan van Hove y protagonizada por Mark Strong.
Van Hove prepara, asimismo, el montaje de The crucible, con Ben Whishaw y Saoirse Ronan, a partir de febrero.
También en Nueva York se llevará a cabo una producción de Incident at Vichy a partir del 15 de noviembre, y actualmente está en escena una original representación de La muerte de un viajante, interpretada por completo en yiddish, hasta el 22 de noviembre.
Producciones similares, ya sean obras teatrales, eventos o festivales en su nombre, tienen lugar actualmente en todo Estados Unidos.
"Hoy en día, Arthur Miller es el segundo autor teatral más producido en inglés, únicamente por detrás de William Shakespeare", dijo a Efe Leigh Woods, profesor de Teatro y Drama en la Universidad de Michigan, donde Miller se graduó en Literatura Inglesa y donde estos días se celebra un simposio sobre su obra.
"Pero durante mucho tiempo fue más producido en Reino Unido que en EE UU", recordó Woods, ya que "a Miller no le entusiasmaba el capitalismo y eso, en cierta medida, comprometió su popularidad".
El dramaturgo, fallecido en 2005 a los 89 años, ganó el premio Pulitzer por La muerte de un viajante en 1949, cuando tenía 33 años. Fue adaptada al teatro por Elia Kazan y se alzó con el Tony a la mejor obra teatral. Años más tarde, en 1985, contó con una versión cinematográfica con Dustin Hoffman encarnando al protagonista, el trágico Willy Loman, al que ya había dado vida en Broadway.
En aquel texto, que tardó seis semanas en escribir, Miller simbolizó el revés del sueño americano y disertó sobre la familia, la moralidad y la responsabilidad personal, argumentos con los que analizaba la creciente fragmentación de la sociedad estadounidense.
Su familia, de origen judío, vivió el sueño americano y también el derrumbe del mercado bursátil que precipitó la Gran Depresión. "Me resulta acertado definir a Miller como la conciencia moral de EE UU", apuntó Woods. "Aún hoy es una voz valiosa dentro de un sistema político dominado por grandes fortunas", añadió.
Para el profesor de la Universidad de Michigan, Miller era "un escéptico del capitalismo". "Veía a EE UU como un país que venera el dinero y eso lo consideraba algo equivocado".
El 21 de octubre comenzará en Broadway una versión de A view from the bridge, dirigida por el belga Ivan van Hove y protagonizada por Mark Strong.
Van Hove prepara, asimismo, el montaje de The crucible, con Ben Whishaw y Saoirse Ronan, a partir de febrero.
También en Nueva York se llevará a cabo una producción de Incident at Vichy a partir del 15 de noviembre, y actualmente está en escena una original representación de La muerte de un viajante, interpretada por completo en yiddish, hasta el 22 de noviembre.
Producciones similares, ya sean obras teatrales, eventos o festivales en su nombre, tienen lugar actualmente en todo Estados Unidos.
"Hoy en día, Arthur Miller es el segundo autor teatral más producido en inglés, únicamente por detrás de William Shakespeare", dijo a Efe Leigh Woods, profesor de Teatro y Drama en la Universidad de Michigan, donde Miller se graduó en Literatura Inglesa y donde estos días se celebra un simposio sobre su obra.
"Pero durante mucho tiempo fue más producido en Reino Unido que en EE UU", recordó Woods, ya que "a Miller no le entusiasmaba el capitalismo y eso, en cierta medida, comprometió su popularidad".
El dramaturgo, fallecido en 2005 a los 89 años, ganó el premio Pulitzer por La muerte de un viajante en 1949, cuando tenía 33 años. Fue adaptada al teatro por Elia Kazan y se alzó con el Tony a la mejor obra teatral. Años más tarde, en 1985, contó con una versión cinematográfica con Dustin Hoffman encarnando al protagonista, el trágico Willy Loman, al que ya había dado vida en Broadway.
En aquel texto, que tardó seis semanas en escribir, Miller simbolizó el revés del sueño americano y disertó sobre la familia, la moralidad y la responsabilidad personal, argumentos con los que analizaba la creciente fragmentación de la sociedad estadounidense.
Su familia, de origen judío, vivió el sueño americano y también el derrumbe del mercado bursátil que precipitó la Gran Depresión. "Me resulta acertado definir a Miller como la conciencia moral de EE UU", apuntó Woods. "Aún hoy es una voz valiosa dentro de un sistema político dominado por grandes fortunas", añadió.
Para el profesor de la Universidad de Michigan, Miller era "un escéptico del capitalismo". "Veía a EE UU como un país que venera el dinero y eso lo consideraba algo equivocado".
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