Las quimeras de Ilotopie navegaron en Los Próceres
El espectáculo acuático "Fous de bassin" reunió a 7.000 personas.
La compañía francesa realiza creaciones artísticas desde 1979 (Fotos Indira Rojas)
INDIRA ROJAS | EL UNIVERSAL
martes 21 de abril de 2015 08:46 AM
La historia no es muy clara, sin embargo el realizador del espectáculo tampoco quiere que el público se concentre en descifrarla. Tal como lo advirtió el director Bruno Schnebelin, quien también actúa en el show acuático, Fous de bassinreúne varias historias y el espectador tiene la libertad de componer el relato que desee.
La presentación, de la compañía francesa Ilotopie, está diseñada para conquistar a través de la fascinación y la sorpresa, sin la ayuda de diálogos o de una narración sobre los eventos espectaculares que tienen lugar sobre el agua.
Miles de personas compartieron con Schnebelin, quien interpreta a un simpático anciano, su asombro y desconcierto durante su experiencia surrealista en un mundo que fusiona fantasía y realidad y al que, por momentos, le quedaba pequeño el espejo acuático del Paseo Los Próceres.
La aparición de un taxi amarillo flotando en el agua originó la primera oleada de aplausos en el lugar, donde las gradas instaladas no se dieron abasto para las aproximadamente 7.000 personas que asistieron al evento; estimado declarado por el presidente de Fundarte, Freddy Ñáñez.
La presencia de la pirotecnia, el humo falso de colores y las llamas sedujeron a los espectadores animados por el "¿qué irá a suceder?", mientras personajes cotidianos como un barrendero y una mujer embarazada se unían a la aparición de una cama gigante, dos seres mitológicos con cuernos, un rey y su bufón y una reina que ingresó a escena cantando sobre una enorme estructura que hace referencia a sus vestidos y a la vez a su poder.
La presentación, de la compañía francesa Ilotopie, está diseñada para conquistar a través de la fascinación y la sorpresa, sin la ayuda de diálogos o de una narración sobre los eventos espectaculares que tienen lugar sobre el agua.
Miles de personas compartieron con Schnebelin, quien interpreta a un simpático anciano, su asombro y desconcierto durante su experiencia surrealista en un mundo que fusiona fantasía y realidad y al que, por momentos, le quedaba pequeño el espejo acuático del Paseo Los Próceres.
La aparición de un taxi amarillo flotando en el agua originó la primera oleada de aplausos en el lugar, donde las gradas instaladas no se dieron abasto para las aproximadamente 7.000 personas que asistieron al evento; estimado declarado por el presidente de Fundarte, Freddy Ñáñez.
La presencia de la pirotecnia, el humo falso de colores y las llamas sedujeron a los espectadores animados por el "¿qué irá a suceder?", mientras personajes cotidianos como un barrendero y una mujer embarazada se unían a la aparición de una cama gigante, dos seres mitológicos con cuernos, un rey y su bufón y una reina que ingresó a escena cantando sobre una enorme estructura que hace referencia a sus vestidos y a la vez a su poder.
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