LAGRIMERÍAS VII
E. Munch / Solitaria
La lágrima que se sale
no se aparta de la que
se queda porque en
ambas se dispara la
canción de las soledades
A Jesús las autoridades le presentaron una mujer sorprendida en adulterio,la cual según la ley de Moisés debía ser apedreada.Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo, se enderezó y les dijo:"El que esté sin pecado tire la primera piedra"y siguió escribiendo. Ellos, al oírlo,se fueron uno a uno.Jesús dijo: "Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?" Ella contestó: "Ninguno, Señor". "Entonces ni yo te condeno; vete y no peques más" Juan 8.1.11
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