Medea se vuelve un menú que va del mito a la realidad
El montaje de Esther Freixer i Ràfols y Toni Cots estará un mes más en el país
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El primer performance es una búsqueda de la interioridad CORTESÍA
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ÁNGEL RICARDO GÓMEZ | EL UNIVERSAL
miércoles 27 de marzo de 2013 12:00 AM
Aquel mito de la mujer que traiciona a su patria y opta por el exilio en protesta por una sociedad matriarcal, no está. Mucho menos el desenlace tras el cual la misma mujer, que pasa de sacerdotisa a bruja, mata a sus propios hijos. Medea es sencillamente la excusa para hablar de la mujer, tanto la del mito griego como la de la Caracas de hoy, o la Barcelona de ahora, donde se estrenó.
La propuesta que trajeron al Festival Internacional Esther Freixa i Ràfols y el director Toni Cots, se enmarca en una búsqueda que arrancó en mayo de 2011 en el Laboratorio Memoria Residual y prácticas colaborativas de Cots.
Se trata de cuatro performance de 15 minutos. Uno es una mirada íntima sobre la mujer desde el personaje: la actriz con los ojos cerrados mostrando su interioridad, sin texto alguno. El segundo es una aproximación contemporánea de la búsqueda de la identidad femenina a través del propio cuerpo: vestido rojo, zapatos negros, cabello recogido; miradas que auscultan al público; está como en una vitrina de sensualidad y erotismo; movimientos como en una cuerda floja; algunos textos creados por Toni Cots. De pronto, con la idea de que la sangre lava el cuerpo, la actriz se despoja del vestido y el desnudo parece ser colectivo...
El tercer performance se adentra en la mujer arcaica venida de una sociedad matriarcal y cómo se contrapone a la sociedad actual: otra vez la artista desnuda sentada en un banco. Allí se coloca una muñeca que amarra en su zona genital. Tras algunos textos de Medea material de Heiner Müller, aquella mujer -que podría ser un hombre pues tiene el rostro tapado con el cabello- se arranca a la niña y muestra su lado más salvaje.
La cuarta rutina es quizás de integración, el resultado de los tres anteriores, punto de inicio y de partida para nuevas preguntas.
Y es eso precisamente lo que despierta esta propuesta, preguntas acerca de la mujer, su cuerpo, su vocación, su función en la sociedad, su rol y el de su contraparte, el hombre...
En cada sesión, presentada en espacios no convencionales como casas y oficinas, para grupos pequeños de público, se muestran dos performances en combinaciones diversas, y luego se abre un tiempo para intercambiar con el público interrogantes, inquietudes, comentarios, confesiones...
Twitter: @argomezc
La propuesta que trajeron al Festival Internacional Esther Freixa i Ràfols y el director Toni Cots, se enmarca en una búsqueda que arrancó en mayo de 2011 en el Laboratorio Memoria Residual y prácticas colaborativas de Cots.
Se trata de cuatro performance de 15 minutos. Uno es una mirada íntima sobre la mujer desde el personaje: la actriz con los ojos cerrados mostrando su interioridad, sin texto alguno. El segundo es una aproximación contemporánea de la búsqueda de la identidad femenina a través del propio cuerpo: vestido rojo, zapatos negros, cabello recogido; miradas que auscultan al público; está como en una vitrina de sensualidad y erotismo; movimientos como en una cuerda floja; algunos textos creados por Toni Cots. De pronto, con la idea de que la sangre lava el cuerpo, la actriz se despoja del vestido y el desnudo parece ser colectivo...
El tercer performance se adentra en la mujer arcaica venida de una sociedad matriarcal y cómo se contrapone a la sociedad actual: otra vez la artista desnuda sentada en un banco. Allí se coloca una muñeca que amarra en su zona genital. Tras algunos textos de Medea material de Heiner Müller, aquella mujer -que podría ser un hombre pues tiene el rostro tapado con el cabello- se arranca a la niña y muestra su lado más salvaje.
La cuarta rutina es quizás de integración, el resultado de los tres anteriores, punto de inicio y de partida para nuevas preguntas.
Y es eso precisamente lo que despierta esta propuesta, preguntas acerca de la mujer, su cuerpo, su vocación, su función en la sociedad, su rol y el de su contraparte, el hombre...
En cada sesión, presentada en espacios no convencionales como casas y oficinas, para grupos pequeños de público, se muestran dos performances en combinaciones diversas, y luego se abre un tiempo para intercambiar con el público interrogantes, inquietudes, comentarios, confesiones...
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