Yo soy

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sábado, 23 de febrero de 2013

Y dijo Dios a través de su profeta Isaías


Isaías 10

Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)
10 ¡Ay de los que decretan estatutos inicuos,
Y de los que constantemente escriben decisiones injustas[a],
Para privar[b] de justicia a los necesitados,
Para robar de sus derechos a los pobres de Mi pueblo,
Para hacer de las viudas su botín,
Y despojar a los huérfanos!
¿Y que harán ustedes en el día del castigo[c],
En la devastación que vendrá de lejos?
¿A quién huirán por auxilio?
¿Y dónde dejarán su riqueza[d]?
Sólo queda encorvarse entre[e] los cautivos
O caer entre[f] los muertos.
Con todo eso, no se aparta Su ira,
Y aún está Su mano extendida.

Asiria, Instrumento de Castigo

¡Ay de Asiria, vara de Mi ira
Y báculo en cuyas manos está Mi indignación!
Contra una nación impía la envío
Y contra el pueblo de Mi furor la mandaré,
Para que capture botín y tome despojos
Y los pisotee[g] como el lodo de las calles.
Pero ella no tiene tal intento,
Ni piensa así en su corazón,
Sino que su intención[h] es destruir
Y exterminar no pocas naciones.
Porque dice: “¿No son mis príncipes todos[i] reyes?
¿No es Calno como Carquemis?
¿No es Hamat como Arfad?
¿No es Samaria como Damasco?
10 Como mi mano alcanzó los reinos de los ídolos,
Cuyas imágenes talladas excedían a las de Jerusalén y Samaria,
11 Como hice a Samaria y a sus ídolos,
¿No haré así también a Jerusalén y a sus imágenes?”
12 Y sucederá que cuando el Señor haya terminado toda Su obra en el Monte Sion y en Jerusaléndirá: “Castigaré[j] el fruto del corazón orgulloso del rey de Asiria y la ostentación de su arrogancia[k].” 13 Porque ha dicho:
“Con el poder de mi mano lo hice,
Y con mi sabiduría, pues tengo entendimiento.
Quité las fronteras de los pueblos,
Saqueé sus tesoros,
Y como hombre fuerte abatí a sus habitantes[l].
14 Mi mano alcanzó las riquezas de los pueblos como a un nido;
Como se recogen los huevos abandonados, yo junté toda la tierra,
Y no hubo quien aleteara ni abriera el pico ni gorgojeara.”
15 ¿Ha de enaltecerse el hacha sobre el que corta con ella?
¿Ha de engrandecerse la sierra sobre el que la maneja?
¡Como si un báculo manejara a los que lo levantan,
Como si una vara levantara al que no es madera!
16 Por eso el Señor, Dios[m] de los ejércitos, enviará una enfermedad extenuante entre sus robustos guerreros;
Y debajo de su gloria encenderá una hoguera como fuego abrasador.
17 La Luz de Israel se convertirá en fuego y su Santo en llama,
Y quemará y consumirá sus espinos y sus zarzas en un solo día.
18 El destruirá la gloria de su bosque y de su fértil huerto, tanto el alma como el cuerpo,
Y será como cuando un enfermo languidece.
19 Y los árboles que queden de su bosque serán tan pocos
Que un niño podrá contarlos[n].

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