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viernes, 19 de agosto de 2011

El olvido Le preocupaba la pérdida de control sobre su información personal

El olvido
Le preocupaba la pérdida de control sobre su información personal
MANUEL ZAPATERO |  EL UNIVERSAL
viernes 19 de agosto de 2011  12:00 AM
El tipo practicaba el olvido por voluntad propia, con la convicción que individuos abnegados y resignados como él, pasan por la vida en orden alfabético. Por supuesto le satisfacía no formar parte del colectivo de olvidados al que los políticos apelan en sus discursos electorales buscando su voto.

Para sentirse completamente olvidado se sumió durante varios años en ambientes en los que sólo se consideraba inmoral la decencia y la pérdida del dinero. Aquella situación le sirvió sin duda para comprender que la pérdida del dinero es una conquista admirable si va acompañada de la pérdida del pudor.

La muerte

Las mujeres con las que tuvo relaciones, acabaron borrando su nombre de la agenda, lo cual no le importó pues le aportaba sosiego para sumergirse en el olvido. Agradecía que la mayoría de estas relaciones, hubieran acabado incluso peor que si le hubieran ido bien.

Lo único que le preocupaba era que la muerte pudiera fijarse en él en un momento de su vida, en el cual la muerte fuera la única mujer que le atrajera.

Le preocupaba la pérdida de control sobre su información personal, pues no existen fórmulas precisas ni claras que faciliten eliminar nuestros datos si decidimos hacerlo.

Por eso le pareció bien una regulación del denominado «derecho al olvido» basada en una iniciativa de la Unión Europea, un tratado que permitirá acabar con la multidireccionalidad que Internet representa sin romper su dinamismo y que obligará a sitios y en concreto a redes sociales, a que eliminen completamente cualquier información personal del que decida darse de baja.

También garantizará la llamada «privacidad por defecto», de forma que ninguna red pueda hacer público nuestros datos sin consentimiento expreso.

El tipo no comprendía que si los antecedentes penales prescriben, no puede ser que la información personal quede en la Red para siempre. El «derecho al olvido» era fundamental y sentía que llegar a ser una persona olvidada resultaba más complicado que lo que suponía. Y para ayudarse tenía a mano una lista con las cosas que tenía que olvidar.

mzapatero@gmail.com

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