Exorcismos, brujas y antiargumentos
GABRIEL VARGAS-ZAPATA | EL UNIVERSAL
viernes 26 de agosto de 2011 02:52 PM
¿Alguien recuerda Las brujas de Salem? Aquel ambicioso drama de 1996, que dirigió Nicholas Hytner, pues El exorcismo de la bruja, es exactamente una creación antagónica. Desecha la delicadeza y la narrativa minimalista, y a punta de golpes y algunas patadas, junta a un puñado de personajes de los más desconfigurados y los hace transitar por un camino oscuro de horror, suspenso y un poco de aventura, con el respaldo de algunos otros tópicos cinematográficos.
Por último, un ingrediente fresco: el exorcismo, un genero al que siempre le irá bien en el cine, nos guste o no. Si lo mezclamos con brujas e inquisición, el resultado es una pasta pesada y turbia. Pero eso no es lo que la hace indigerible, si no la desargumentación tan descarada con la que se presentan la mayoría de las acciones. Las interpretaciones regulares, pueden pasarse por alto, pero la verosimilitud de la historia no.
La escena final consigue a ser interesante, también la fotografía y una sangrienta secuencia con lobos, bastante creíble; pero es poco para sostener a una película. Deben fundarse elementos mucho más sustanciosos y significativos para que la historia funcione con armonía y equilibrio, y finalmente conseguir algo de belleza.
El exorcismo de la bruja es una cinta totalmente prescindible, bastante floja, muy mal ambientada y nada original. Algo típico, pero no por ello recomendable.
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