Yo soy

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miércoles, 1 de abril de 2015

El Nazareno de San Pablo es una advocación de Jesucristo que se venera en la basílica de Santa Teresa de la ciudad de Caracas(Venezuela). Se trata de una obra escultórica del siglo XVII atribuida al escultor Felipe de Ribas, que fue tallada en Sevilla en madera de pino de Flandes, y representa a Jesucristo cargando la cruz, contemplando por tanto la séptima estaciónnota 1 del Viacrucis. Realiza su estación de penitencia el día de Miércoles Santo en una procesión que dura entre tres y cuatro horas.

NAZARENO DE SAN PABLO 4.jpg
Autoratribuida a Felipe de Ribas
El Nazareno de San Pablo es una advocación de Jesucristo que se venera en la basílica de Santa Teresa de la ciudad de Caracas(Venezuela).
Se trata de una obra escultórica del siglo XVII atribuida al escultor Felipe de Ribas, que fue tallada en Sevilla en madera de pino de Flandes, y representa a Jesucristo cargando la cruz, contemplando por tanto la séptima estaciónnota 1 del Viacrucis. Realiza su estación de penitencia el día de Miércoles Santo en una procesión que dura entre tres y cuatro horas.

Historia

La imagen del Nazareno de San Pablo, es la de devoción de todo hijo de Caracas. Es una talla en madera de pino flandes de Sevilla, España, posiblemente de Felipe de Ribas en el siglo XVII. Dice la tradición que el escultor, después de terminar de tallar la imagen, el Nazareno se le aparece y le dice: "Donde me has visto que tan perfecto me has hecho".
Fue llevada a Caracas, recibiendo veneración primeramente en la capilla de san Pablo, y de ahí viene su nombre de Nazareno de San Pablo. Cuenta la leyenda que, en el año 1597, azotó la ciudad una epidemia de peste del vómito negro o escorbuto, y por la devoción popular hacia la imagen, fue sacada en rogativa. Durante la procesión pasó por un huerto cercano a su templo, sembrado de limoneros, y un racimo de limones quedó enredado entre la corona de espinas del nazareno, cayendo algunos al suelo. Los devotos los recogieron, dándolos como medicina a los enfermos, quienes sanaron prontamente.
La imagen fue consagrada el 4 de julio de 1674 por fray González de Acuña, y recibió culto en la capilla de san Pablo hasta que en 1880 el presidente Guzmán Blanco ordenó su derribo, levantando el mismo lugar el teatro municipal. El mismo presidente mandó erigir en honor a su esposa la basílica de Santa Teresa, siendo trasladada la imagen a este nuevo templo, donde es venerada en la actualidad.

Lugar de culto

En 1880, el anticlerical Guzmán Blanco mandó destruir el templo de San Pablo. Esto fue porque tenía problemas con los sectores católicos del país y con el clero de la Iglesia. Y en ese mismo sitio se levantó el Teatro Municipal que fue inaugurado en 1881. Una de las leyendas más curiosas del Nazareno es que se dice que cuando Guzmán Blanco inauguró el teatro, estando en su palco presidencial vio al Nazareno quien le preguntó ¿Dónde está mi iglesia?, y dicen que él le contó lo sucedido a su señora y de allí nació la construcción de la iglesia de Santa Teresa.
Pero en realidad el Presidente Guzmán Blanco, en honor a su esposa Ana Teresa Ibarra, mandó construir la Basílica de Santa Teresa y Santa Ana, lo que nosotros llamamos la Basílica de Santa Teresa y allí fue llevado el Nazareno de San Pablo, donde se encuentra hoy.

Iconografía

Hoy, la rememoración del Nazareno tiene la particularidad de movilizar a los venezolanos desde grandes distancias, hacia las principales iglesias del país donde la tradición ha alcanzado un prestigio notable. Los devotos le pagan penitencia al Nazareno, acompañándolo en una procesión que dura 3 ó 4 horas, todos los Miércoles Santos.
Se trata de una de las imágenes que participa en las celebraciones de la Semana Santa en Caracas, realizando su estación de penitencia el día de Miércoles Santo en una procesión que dura entre tres y cuatro horas. Días antes de la celebración, los devotos adornan la imagen con cinco mil orquídeas. Para su salida procesional, es vestido con una túnica morada, bordada con hilo de oro, con los símbolos de la pasión, y adornada con decenas de perlas, así como por sortijas y otros exvotos.

Notas

  1. Volver arriba Se trata de la séptima estación tras la reforma que realizó el pontífice Juan Pablo II en 1991.

Basilica de Santa Teresa.jpg
Toma aérea
Monumento Histórico Nacional
La Basílica de Santa Teresa es uno de los templos católicos más importantes de Caracas, centro principal de veneración a la imagen del Nazareno de San Pablo en la Semana Santa, está ubicada entre las esquinas de La Palma y Santa Teresa en el centro de la ciudad en laParroquia Santa Teresa del Municipio Libertador.
Esta basílica está compuesta por dos iglesias de estilo neoclásico unidas entre si por una cúpula donde se sitúa bajo ella el altar mayor, la fachada oeste está dedicada a Santa Ana y la fachada este a Santa Teresa.1
Historia
El presidente de la República Antonio Guzmán Blanco ordena la demolición de la iglesia de San Felipe Neri así como otros templos católicos de Caracas, pero luego ordenada la construcción de una iglesia monumental en el mismo lugar que ocupaba la de San Felipe Neri, en 1870 encargando del proyecto al arquitecto Juan Hurtado Manrique,2 los trabajos de ejecución de la iglesia se inician en 1877 concluyéndolos en 1881, el 28 de octubre de ese año es inaugurada la estructura como Iglesia de Santa Teresa en honor a su esposa doña Ana Teresa. El 9 de diciembre de 1959 fue declarada Monumento Histórico Nacional.
EL LIMONERO DEL SEÑOR
Andrés Eloy Blanco Poema en el que se relata el por qué de la devoción al Nazareno
En la esquina de Miracielos
agoniza la tradición.
¿Qué mano avara cortaría
el limonero del Señor...?
Miracielos; casuchas nuevas,
con descrédito del color;
antaño hubiera allí una tapia
Y una arboleda y un portón.
Calle de piedra; el reflejo
encalambrado de un farol;
hacia la sombra, el aguafuerte
abocetada de un balcón,
a cuya vera se bajara,
para hacer guiños al amor,
el embozo de Guzmán Blanco
En algún lance de ocasión.
En el corral está sembrado,
junto al muro, junto al portón,
y por encima de la tapia
hacia la calle descolgó
un gajo verde y amarillo
el limonero del Señor.
Cuentan que en pascua lo sembrara,
el año quince, un español,
y cada dueño de la siembra
de sus racimos exprimió
la limonada con azúcar
Para el día de San Simón.
Por la esquina de Miracielos,
en sus Miércoles de dolor,
el Nazareno de San Pablo
Pasaba siempre en procesión.
Y llegó el año de la peste;
moría el pueblo bajo el sol;
con su cortejo de enlutados
pasaba al trote algún doctor
y en un hartazgo dilataba
su puerta «Los Hijos de Dios».
La Terapéutica era inútil;
andaba el Viático al vapor
Y por exceso de trabajo
se abreviaba la absolución.
Y pasó el Domingo de Ramos
y fue el Miércoles del Dolor
cuando, apestada y sollozante,
la muchedumbre en oración,
desde el claustro de San Felipe
hasta San Pablo, se agolpó.
Un aguacero de plegarias
asordó la Puerta Mayor
y el Nazareno de San Pablo
salió otra vez en procesión.
En el azul del empedrado
regaba flores el fervor;
banderolas en las paredes,
candilejas en el balcón,
el canelón y el miriñaque
el garrasí y el quitasol;
un predominio de morado
de incienso y de genuflexión.
—¡Oh, Señor, Dios de los Ejércitos.
La peste aléjanos, Señor...!
En la esquina de Miracielos
hubo una breve oscilación;
los portadores de las andas
se detuvieron; Monseñor
el Arzobispo, alzó los ojos
hacia la Cruz; la Cruz de Dios,
al pasar bajo el limonero,
entre sus gajos se enredó.
Sobre la frente del Mesías
hubo un rebote de verdor
y entre sus rizos tembló el oro
amarillo de la sazón.
De lo profundo del cortejo
partió la flecha de una voz:
—¡Milagro...! ¡Es bálsamo, cristianos,
el limonero del Señor...!
Y veinte manos arrancaban
la cosecha de curación
que en la esquina de Miracielos
de los cielos enviaba Dios.
Y se curaron los pestosos
bebiendo el ácido licor
con agua clara de Catuche,
entre oración y oración.
Miracielos: casuchas nuevas;
la tapia desapareció.
¿Qué mano avara cortaría
el limonero del Señor...?
¿Golpe de sordo mercachifle
o competencia de Doctor
o despecho de boticario
u ornamento de la población...?
El Nazareno de San Pablo
tuvo una casa y la perdió
y tuvo un patio y una tapia
y un limonero y un portón.
¡Malhaya el golpe que cortara
el limonero del Señor...!
¡Mal haya el sino de esa mano
que desgajó la tradición...!
Quizá en su tumba un limonero
floreció un día de Pasión
y una nueva nevada de azahares
sobre la cruz desmigajó,
como lo hiciera aquella tarde
sobre la Cruz en procesión,
en la esquina de Miracielos,
¡el limonero del Señor...!

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