Yo soy

Yo soy

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Nadie defiende el derecho que supone tener el delincuente a ejecutar libremente sus delitos, pero, cuando ese delincuente ya está en manos del Estado y no puede dañar al prójimo ni violar sus derechos, conserva la condición de persona como ser humano que es, y no por delincuente pierde nunca, a cuya condición van indisolublemente unidos derechos fundamentales cuyo disfrute a ningún otro ser humano dañan. Si el Estado los viola ya sea al perseguirle, apresarle o retenerle, el Estado delinque y esos derechos necesitan ser defendidos contra ese Estado convertido en delincuente.

Derechos humanos por Alejandro Moreno

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