Sin novedad en el frente teatral
Los remontajes responden a la dinámica teatral y económica del país
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"El pie de la virgen" estará en el Centro Cultural Chacao CORTESÍA
INDIRA ROJAS | EL UNIVERSAL
sábado 16 de enero de 2016 12:00 AM
Comienza el año, se reactiva la cotidianidad y con ella la demanda de entretenimiento. En el caso de las artes escénicas, piezas que debutaron hace dos o tres años integran la cartelera teatral del primer trimestre de 2016.
La cocinera, estrenada en 2014 en La caja de fósforos, regresa a las tablas con una temporada de seis semanas en el Centro Cultural BOD; mientras que el monólogo Sangre en el diván (representado también por primera vez en 2014) vuelve al Trasnocho Cultural. El pie de la virgen, Cuentos nocturnos, Crónicas desquiciadas, Monólogos de la vagina, Relatos borrachos, y Los pájaros mojados se suman a la lista de reposiciones que inauguran el año.
Para los directores y productores de teatro la escasa novedad sobre las tablas es un fenómeno que responde a la corta vida de los montajes durante cada temporada y a la falta de recursos para dedicarse a nuevos proyectos. Sin embargo, la presencia mayoritaria de reposiciones es, a sus ojos, más que saludable.
"Las temporadas en los teatros son cortas, al menos en el caso de los espectáculos que he dirigido han sido temporadas de tres o cuatro semanas y en el mejor de los casos de seis", dice Juan José Martín, director de El feo,pieza que regresa a las tablas luego de su primera temporada en 2015, en la sala La Viga del Centro Cultural Chacao a partir del 22 de enero.
Para Martín el retorno de esta obra, que cuestiona la importancia de la belleza, es una forma de compensar el esfuerzo de la producción y de acercarse a una audiencia diferente. "Si te va bien en una temporada de cuatro semanas con tres funciones semanales, y llenaste la sala, tienes en total unos 1.200 espectadores, lo cual es un número bastante bajo. Los remontajes son un mecanismo de supervivencia, pero también me parece justo que un espectáculo que uno percibe que gusta continúe en otros teatros".
"Por otro lado, hay grupos que necesitan aumentar la rentabilidad de sus espectáculos para que con ese dinero puedan saldar deudas que hayan quedado de la producción e incluso plantearse nuevos proyectos", añade. Sin embargo, el director Orlando Arocha advierte que llevar a escena una obra de vieja data "no siempre es una entrada de dinero segura. Y puede ser tan costosa como una producción nueva. Hay sorpresas. Creo que una reposición no siempre se hace por razones económicas, sino incluso para darle más vida artística al montaje".
"Mientras más funciones tenga una obra el trabajo se hace más claro, va adquiriendo más fuerza, y hay una comprensión corporal más profunda para el actor", concuerda Martín.
El Grupo Skena trae Enemigo del pueblo, pieza que "tuvo una buena aceptación y muy buena taquilla durante 2013", asegura su director Armando Álvarez, y El mago de Oz, que en 2013 ganó el Premio de la Avencrit como Mejor Producción. Solo en la reparación de la escenografía del montaje infantil la compañía ha invertido 200.000 bolívares. "Estamos hablando de un nivel tan absurdo que reparar una escenografía ya hecha costó lo mismo que la escenografía nueva, el vestuario y demás elementos de utilería en 2013". Sin embargo, y aunque en cada presentación se advierte al público que será la última vez de El mago de Oz, "siempre la piden".
En el caso de Enemigo del pueblo, Álvarez explica que su segunda temporada en 2014, en el Centro Cultural BOD, coincidió con las protestas de febrero en el municipio Chacao. Aunque el montaje se mantuvo en cartelera, la situación del país afectó la asistencia. "Es importante para Skena volverla a hacer porque así seguimos confrontando al espectador con la realidad que hace falta que piense más a menudo. Una reposición hace falta cuando se trata de espectáculos que tienen algo que decir".
En diciembre 2015 la situación país tampoco se perfiló como un buen terreno para producir nuevas propuestas, según Arocha. "Yo pienso que el comienzo de año es buen momento para hacer cosas nuevas, porque la gente está interesada en ver cosas nuevas. Sin embargo, hay que tomar en cuenta las dificultades de la producción en un diciembre electoral. Todo eso influye".
Carolina Rincón, gerente de programación artística del Centro Cultural BOD, declara que "una obra debe durar un aproximado de tres meses en sala", y que si "algunas veces las temporadas suelen ser más cortas es porque los costos de producción son muy altos". Opina que la rotación de un montaje en diferentes teatros permite explorar la obra en públicos disímiles, y observa que "se ha creado un circuito sin necesidad de pensarlo así. Por ejemplo, Sangre en el diván se estrenó en el BOD, y ahora está en el Trasnocho. Claro, también se piensa primero en la calidad y luego en la permanencia".
La cocinera, estrenada en 2014 en La caja de fósforos, regresa a las tablas con una temporada de seis semanas en el Centro Cultural BOD; mientras que el monólogo Sangre en el diván (representado también por primera vez en 2014) vuelve al Trasnocho Cultural. El pie de la virgen, Cuentos nocturnos, Crónicas desquiciadas, Monólogos de la vagina, Relatos borrachos, y Los pájaros mojados se suman a la lista de reposiciones que inauguran el año.
Para los directores y productores de teatro la escasa novedad sobre las tablas es un fenómeno que responde a la corta vida de los montajes durante cada temporada y a la falta de recursos para dedicarse a nuevos proyectos. Sin embargo, la presencia mayoritaria de reposiciones es, a sus ojos, más que saludable.
"Las temporadas en los teatros son cortas, al menos en el caso de los espectáculos que he dirigido han sido temporadas de tres o cuatro semanas y en el mejor de los casos de seis", dice Juan José Martín, director de El feo,pieza que regresa a las tablas luego de su primera temporada en 2015, en la sala La Viga del Centro Cultural Chacao a partir del 22 de enero.
Para Martín el retorno de esta obra, que cuestiona la importancia de la belleza, es una forma de compensar el esfuerzo de la producción y de acercarse a una audiencia diferente. "Si te va bien en una temporada de cuatro semanas con tres funciones semanales, y llenaste la sala, tienes en total unos 1.200 espectadores, lo cual es un número bastante bajo. Los remontajes son un mecanismo de supervivencia, pero también me parece justo que un espectáculo que uno percibe que gusta continúe en otros teatros".
"Por otro lado, hay grupos que necesitan aumentar la rentabilidad de sus espectáculos para que con ese dinero puedan saldar deudas que hayan quedado de la producción e incluso plantearse nuevos proyectos", añade. Sin embargo, el director Orlando Arocha advierte que llevar a escena una obra de vieja data "no siempre es una entrada de dinero segura. Y puede ser tan costosa como una producción nueva. Hay sorpresas. Creo que una reposición no siempre se hace por razones económicas, sino incluso para darle más vida artística al montaje".
"Mientras más funciones tenga una obra el trabajo se hace más claro, va adquiriendo más fuerza, y hay una comprensión corporal más profunda para el actor", concuerda Martín.
El Grupo Skena trae Enemigo del pueblo, pieza que "tuvo una buena aceptación y muy buena taquilla durante 2013", asegura su director Armando Álvarez, y El mago de Oz, que en 2013 ganó el Premio de la Avencrit como Mejor Producción. Solo en la reparación de la escenografía del montaje infantil la compañía ha invertido 200.000 bolívares. "Estamos hablando de un nivel tan absurdo que reparar una escenografía ya hecha costó lo mismo que la escenografía nueva, el vestuario y demás elementos de utilería en 2013". Sin embargo, y aunque en cada presentación se advierte al público que será la última vez de El mago de Oz, "siempre la piden".
En el caso de Enemigo del pueblo, Álvarez explica que su segunda temporada en 2014, en el Centro Cultural BOD, coincidió con las protestas de febrero en el municipio Chacao. Aunque el montaje se mantuvo en cartelera, la situación del país afectó la asistencia. "Es importante para Skena volverla a hacer porque así seguimos confrontando al espectador con la realidad que hace falta que piense más a menudo. Una reposición hace falta cuando se trata de espectáculos que tienen algo que decir".
En diciembre 2015 la situación país tampoco se perfiló como un buen terreno para producir nuevas propuestas, según Arocha. "Yo pienso que el comienzo de año es buen momento para hacer cosas nuevas, porque la gente está interesada en ver cosas nuevas. Sin embargo, hay que tomar en cuenta las dificultades de la producción en un diciembre electoral. Todo eso influye".
Carolina Rincón, gerente de programación artística del Centro Cultural BOD, declara que "una obra debe durar un aproximado de tres meses en sala", y que si "algunas veces las temporadas suelen ser más cortas es porque los costos de producción son muy altos". Opina que la rotación de un montaje en diferentes teatros permite explorar la obra en públicos disímiles, y observa que "se ha creado un circuito sin necesidad de pensarlo así. Por ejemplo, Sangre en el diván se estrenó en el BOD, y ahora está en el Trasnocho. Claro, también se piensa primero en la calidad y luego en la permanencia".
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