Yo soy

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domingo, 7 de febrero de 2016

Hoy se conmemoran 100 años de la muerte del poeta nicaragüense. Rubén Darío...A los 42 años, su alcoholismo empeoró. La debilidad por la bebida también le trajo problemas de salud, crisis psicológicas y una fijación obsesiva con la idea de la muerte. En 1910 incluso intentó suicidarse bajo los efectos del alcohol, en La Habana (Cuba). Podría decirse que los últimos años del poeta nicaragüense Rubén Darío (1867-1916) fueron un tanto oscuros, pero seguía activo, viajaba y su pluma no descansó.

Rubén Darío, maestro, literato o libertador

Sergio Ramírez, Gioconda Belli y Ernesto Cardenal conmemoraron hoy el centenario de la muerte de Rubén Darío uniendo sus voces para compartir lo que significa el padre del modernismo literario para ellos.

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Belli, Cardenal y Ramírez revisitaron la obra de Rubén Darío (Cortesía)e
EL UNIVERSAL
sábado 6 de febrero de 2016  01:52 PM
Managua.- Un maestro, la literatura en sí o un libertador, es lo que significa el poeta nicaragüense Rubén Darío (1867-1916) para los tres autores vivos más connotados de Nicaragua, a cien años de su fallecimiento.

Sergio Ramírez, Gioconda Belli y Ernesto Cardenal conmemoraron hoy el centenario de la muerte de Rubén Darío uniendo sus voces para compartir lo que significa el padre del modernismo literario para ellos.

"Rubén Darío significa para mí un maestro de la lengua, alguien que me enseñó el instrumento de mi oficio, a renovarlo, a cambiarlo, y a estar siempre al día con lo que la lengua debe ser", dijo Ramírez en declaraciones distribuidas por correo electrónico a través de la iniciativa cultural Centroamérica Cuenta.

Ramírez es un reconocido escritor nicaragüense, quien ha merecido honores como la Orden Isabel la Católica por el Gobierno de España (2015), el Premio Internacional Carlos Fuentes (2014), el Premio Internacional de Novela Alfaguara (1998), entre otros.

Belli, la poetisa y escritora más laureada de Nicaragua, con novelas traducidas en más de 10 idiomas, asoció al "príncipe de las letras castellanas" con su patria.

"Rubén Darío significa para mí la literatura nicaragüense, esa alquimia rara de lagos y volcanes, de mañanitas frescas y magma, que se hizo verbo, y habitó entre nosotros", resaltó Belli.

Por su parte, Cardenal, quien dijo que su primer poema fue escrito a los siete años de edad en honor de Darío, eligió conceptos del argentino Jorge Luis Borges (1899-1986) para referirse al poeta homenajeado.

"Es el padre de la poesía moderna en lengua española, y él la volvió a la vida otra vez, fue un libertador de la poesía castellana, como dice Jorge Luis Borges, y fue una revolución en esa lengua, como también lo dice Borges", sostuvo el poeta.

Cardenal es uno de los autores más prestigiosos de Nicaragua, con obras traducidas a 20 idiomas y reconocimientos como el Premio Reina Sofía (2012) y la orden Legión de Honor en Grado de Oficial por el Gobierno de Francia.

Rubén Darío es considerado el poeta más importante de Nicaragua y el gran transformador de la lengua castellana.

Sus obras, entre las que destacan "Azul (1888), "Prosas Profanas" (1896) y "Cantos de Vida  Esperanza" (1905), son las más representativas del modernismo, un movimiento literario que sirvió de revulsivo para la lengua castellana.

Rubén Darío, un restaurador de la poesía y el lenguaje

Hoy se conmemoran 100 años de la muerte del poeta nicaragüense.

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El escritor fue llamado "el príncipe de las letras castellanas" y "padre del Modernismo" (Cortesía)
INDIRA ROJAS |  EL UNIVERSAL
sábado 6 de febrero de 2016  11:35 AM
A los 42 años, su alcoholismo empeoró. La debilidad por la bebida también le trajo problemas de salud, crisis psicológicas y una fijación obsesiva con la idea de la muerte. En 1910 incluso intentó suicidarse bajo los efectos del alcohol, en La Habana (Cuba). Podría decirse que los últimos años del poeta nicaragüense Rubén Darío (1867-1916) fueron un tanto oscuros, pero seguía activo, viajaba y su pluma no descansó. En 1912 fue convocado para dirigir las revistasMundial y Elegancias, de dos empresarios uruguayos, y por esa época redactó su autobiografía: La vida de Rubén Darío escrita por él mismo.

El 7 de enero de 1916 arribó a León, la ciudad de su infancia en Nicaragua, y en menos de un mes (el 6 de febrero) falleció. Hoy se conmemoran 100 años de su muerte.

"Calles, plazas y hasta su ciudad natal llevan ahora su nombre y hay concursos homónimos literarios, pero más allá de eso el justo homenaje que se le puede hacer en el centenario de su fallecimiento es acercarse, aunque sea en vuelo rasante, a alguno de sus libros y sumergirse en lo que sería su verdadero legado: el gusto por la palabra, el cultivo de la lengua y la entrañable esencia de su profundidad poética", expresa el escritor y docente Miguel Marcotrigiano.

La obra literaria del llamado "Príncipe de las letras" no fue bien recibida en sus inicios, y algunos criticaron sus influencias francesas. Pero la exploración del placer y de la dualidad alma-cuerpo a través de la sinestesia y el simbolismo, así como su preocupación por perfeccionar las formas de la poesía, lo convirtieron en el padre del modernismo. Además, en su creación poética hay versos dedicados a héroes nacionales y denuncias de males sociales y políticos.

Marcotrigiano señala que "en realidad hay antecedentes comprobables de otros autores que habían comenzado a desandar el modernismo", aunque la labor diplomática de Darío y sus viajes constantes "colaboraron con la difusión de esta corriente, a tal punto de ser la primera nacida en América Hispana y luego popularizada en Europa". Para el poeta y crítico Joaquín Marta Sosa no hay duda que valga, y sentencia: "El modernismo es una criatura de Rubén Darío".

"Su legado fue recuperar la tarea principal de la poesía: renovar y enriquecer el lenguaje", dice Marta Sosa. "Además, Latinoamérica fue vista siempre como el patio trasero de la cultura universal, y Rubén Darío la sacó de allí".

"Fue mi primera lectura consciente vinculada a la poesía", confiesa la escritora venezolana María Antonieta Flores, para quien la obra del nicaragüense no sólo es el comienzo de una corriente, también se trata de una poesía americana pionera "en dialogar con movimientos en Europa" que además "defiende los valores nacionales".

En Nicaragua algunos escritores consideran que se tiene una gran deuda con el padre del modernismo. Se trata, "de dejar a Darío instalado en las casas de los nicaragüenses (...) en un país que no se niega a leer sino que no puede leer, porque la gente tiene que escoger entre comprar el pan, el arroz, los frijoles... el libro no cabe en su canasta básica por sus elevados precios", dijo el novelista Sergio Ramírez a Dpa. "Se sigue conociendo muy poco".

@indirojas

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