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viernes, 23 de septiembre de 2011

Hasta borran a Albert Einstein


Esperan comprobación independiente

Investigadores europeos desafían teoría de Einstein

Las mediciones efectuadas por los especialistas de la experiencia internacional Opera, unos neutrinos -partículas elementales de la materia- recorrieron los 730 km que separan las instalaciones del CERN en Ginebra del laboratorio subterráneo de Gran Sasso, Italia, a una velocidad de 300.006 kilómetros por segundo, 6 km/s más que la velocidad de la luz.

Resultados publicados por el CERN son fruto de tres años de datos (AP)
  EL UNIVERSAL
viernes 23 de septiembre de 2011  02:03 AM
París.- "Totalmente inesperado", "asombroso"... Los físicos no acababan de creer a sus instrumentos pero piensan que han medido bien una partícula que supera la velocidad de la luz, un "límite infranqueable" en la teoría de Einstein. 

Según las mediciones efectuadas por los especialistas de la experiencia internacional Opera, unos neutrinos -partículas elementales de la materia- recorrieron los 730 km que separan las instalaciones del Centro Europeo de Energía Nuclear (CERN) en Ginebra del laboratorio subterráneo de Gran Sasso, Italia, a una velocidad de 300.006 kilómetros por segundo, 6 km/s más que la velocidad de la luz, informó AFP. 

"Dicho de otro modo, en una 'carrera de fondo' de 730 km, los neutrinos cruzan la línea de meta con 20 metros de ventaja" sobre la luz si recorre la misma distancia a través de la corteza terrestre, precisa el Centro Nacional de Investigaciones Cietíficas de Francia (CNRS). 

No se trata de una proeza única: los resultados publicados por el CERN y el CNRS son fruto de tres años de datos y de la observación de más de 15.000 neutrinos, con un margen de error récord de solo 10 milmillonésimas de segundo. 

"No me lo esperaba para nada, hemos pasado seis meses volviéndolo a hacer todo desde cero", explicó el jueves a los periodistas Dario Autiero, científico del Instituto de Física Nuclear de Lyón y responsable del análisis de medidas de Opera. 

Recalibrado de los instrumentos de medidas por los mejores expertos independientes, verificación de los datos topográficos, del túnel de partículas... hasta la deriva de los continentes y el devastador sismo de L'Aquila se tuvieron en cuenta. 

Los científicos internacionales escrutaron el más mínimo fallo en su experiencia y el resultado no fue diferente: los neutrinos parecen haber viajado más deprisa que la luz, desafiando así la teoría de la relatividad de Einstein. 

"Habida cuenta el enorme impacto que un resultado como este podría tener para la física, son necesarias mediciones independientes con el fin de que el efecto observado pueda ser refutado o bien formalmente establecido", subraya el CNRS. 

"Por eso, los investigadores de la colaboración Opera deseaban abrir este resultado a un examen más amplio por parte de la comunidad de los físicos" y lo publicaron, añade el organismo francés de investigación. 

Llamado a la prudencia 

Si se confirma la medición, sus implicaciones siguen desafiando al entendimiento. 

Para Pierre Binetruy, director del Laboratorio Astropartículas y Cosmología de París, esto puede querer decir que "unas partículas encontraron un atajo en otra dimensión", y por lo tanto existirían en el universo más que las cuatro dimensiones (las tres espaciales más el tiempo). 

"También puede ser que la velocidad de la luz no sea la velocidad tope", estima, y subraya que el récord batido por el neutrino no significa necesariamente que "Einstein se equivocó". 

"Einstein no demostró que Newton estaba errado, encontró una teoría más general" que se superpuso a la de Newton. "Newton es correcto cuando la velocidad es baja respecto a la luz", replica Stavros Katsanevas, subdirector del Instituto de Física Nuclear. 

De la misma forma, el hallazgo de Opera podría significar que la teoría de Einstein "es válida es ciertos ámbitos pero existe una teoría aún más global, como las muñecas rusas (...) esto abre nuevos campos", añade Binetruy. 

Los físicos se congratulan por las nuevas perspectivas que se les presentan y al mismo tiempo piden la máxima "prudencia" mientras las mediciones no hayan sido "comprobadas con un sistema completamente diferente", insiste Darío Autiero. 

Este es el objetivo pretendido por el proyecto Minos en Estados Unidos, que hace unos años a un resultado similar al de Opera entre el Fermilab de Chicago y una mina cerca de la frontera canadiense. 

En aquella ocasión, el margen de error se consideró demasiado importante para aceptar el resultado pero los científicos estadounidenses están trabajando en una nueva experiencia de una precisión sin precedentes. Deberían concretarse de aquí a tres años, según Katsanevas. 
Nobel prize medal.svg Albert Einstein
Einstein1921 by F Schmutzer 2.jpg
Einstein en 1921
Nacimiento14 de marzo de 1879
Bandera de Imperio alemán UlmWurtemberg,Imperio alemán
Fallecimiento18 de abril de 1955 (76 años)
Bandera de los Estados Unidos PrincetonNueva JerseyEstados Unidos
ResidenciaAlemaniaItaliaSuizaEE. UU.
NacionalidadBandera de AlemaniaBandera de Alemania Alemán (1879-96, 1914-33)
Flag of Switzerland.svg Suizo (1901-55)
Bandera de los Estados Unidos Estadounidense(1940-55)
CampoFísica
InstitucionesOficina de Patentes Suiza
Universidad de Zúrich
Universidad Carolina
Instituto Kaiser Wilhelm
Universidad de Leiden
Inst. de Estudios Avanzados
Alma máterEscuela Politécnica Federal de Zúrich
Supervisor doctoralAlfred Kleiner
Estudiantes
destacados
Hans Tanner
Conocido porTeoría de la Relatividadque engloba a la teoría de la relatividad general y a la Teoría de la relatividad especial
Movimiento browniano
Efecto fotoeléctrico
Premios
destacados
Nobel prize medal.svg Premio Nobel de Física (1921)
Medalla Copley (1925)
Medalla Max Planck(1929)
CónyugeMileva Marić
Elsa Löwenthal (despuésEinstein)
Firma
Albert Einstein signature.svg
Albert Einstein (UlmAlemania14 de marzo de 1879 – PrincetonEstados Unidos18 de abrilde 1955) fue un físico de origen alemán, nacionalizado suizo y estadounidense. Está considerado como el científico más importante del siglo XX.1
En 1905, cuando era un joven físico desconocido, empleado en la Oficina de Patentes de Berna, publicó su teoría de la relatividad especial. En ella incorporó, en un marco teórico simple fundamentado en postulados físicos sencillos, conceptos y fenómenos estudiados antes por Henri Poincaré y por Hendrik Lorentz. Como una consecuencia lógica de esta teoría, dedujo la ecuación de la física más conocida a nivel popular: la equivalencia masa-energía, E=mc². Ese año publicó otros trabajos que sentarían bases para la física estadística y la mecánica cuántica.
En 1915 presentó la teoría de la relatividad general, en la que reformuló por completo el concepto de gravedad.2 Una de las consecuencias fue el surgimiento del estudio científico del origen y evolución del Universo por la rama de la física denominada cosmología. En 1919, cuando las observaciones británicas de un eclipse solar confirmaron sus predicciones acerca de la curvatura de la luz, fue idolatrado por la prensa.3 Einstein se convirtió en un icono popular de la ciencia mundialmente famoso, un privilegio al alcance de muy pocos científicos.1
Por sus explicaciones sobre el efecto fotoeléctrico y sus numerosas contribuciones a la física teórica, en 1921 obtuvo el Premio Nobel de Física y no por la Teoría de la Relatividad, pues el científico a quien se encomendó la tarea de evaluarla, no la entendió, y temieron correr el riesgo de que luego se demostrase errónea.4 5 En esa época era aún considerada un tanto controvertida.
Ante el ascenso del nazismo, hacia diciembre de 1932, el científico abandonó Alemania con destino a Estados Unidos, donde impartió docencia en el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton. Se nacionalizó estadounidense en 1940. Durante sus últimos años trabajó por integrar en una misma teoría la fuerza gravitatoria y la electromagnética. Murió en PrincetonNueva Jersey, el 18 de abril de 1955.
Aunque es considerado por algunos como el «padre de la bomba atómica», abogó en sus escritos por el pacifismo, el socialismo y el sionismo. Fue proclamado como el «personaje del siglo XX» y el más preeminente científico por la revista Time.

Infancia

Einstein distingue tres estilos que suelen entremezclarse en la práctica de la religión. El primero está motivado por el miedo y la mala comprensión de la causalidad y, por tanto, tiende a inventar seres sobrenaturales. El segundo es social y moral, motivado por el deseo de apoyo y amor. Ambos tienen un concepto antropomórfico de Dios. El tercero –que Einstein considera el más maduro–, está motivado por un profundo sentido de asombro y misterio.24
Nació en la ciudad alemana de Ulm, cien kilómetros al este de Stuttgart, en el seno de una familia judía. Sus padres eran Hermann Einstein y Pauline Koch. Su padre trabajaba como vendedor, aunque luego ingresó en la empresa electroquímica Hermann. Desde sus comienzos, demostró cierta dificultad para expresarse, por lo que aparentaba poseer algún retardo que le provocaría algunos problemas. Al contrario que su hermana menor, Maya, que era más vivaracha y alegre, Albert era paciente y metódico y no gustaba de exhibirse. Solía evitar la compañía de otros infantes de su edad y a pesar de que como niños, también tenían de vez en cuando sus diferencias, únicamente admitía a su hermana en sus soledades. Cursó sus estudios primarios en una escuela católica; un periodo difícil que sobrellevaría gracias a las clases de violín que le daría su madre, (instrumento que le apasionaba y que continuó tocando el resto de sus días) y a la introducción 
Einstein creía en «un Dios que se revela en la armonía de todo lo que existe, no en un Dios que se interesa en el destino y las acciones del hombre». Deseaba conocer «cómo Dios había creado el mundo». En algún momento resumió sus creencias religiosas de la manera siguiente: «Mi religión consiste en una humilde admiración del ilimitado espíritu superior que se revela en los más pequeños detalles que podemos percibir con nuestra frágil y débil mente».
La más bella y profunda emoción que nos es dado sentir es la sensación de lo místico. Ella es la que genera toda verdadera ciencia. El hombre que desconoce esa emoción, que es incapaz de maravillarse y sentir el encanto y el asombro, está prácticamente muerto. Saber que aquello que para nosotros es impenetrable realmente existe, que se manifiesta como la más alta sabiduría y la más radiante belleza, sobre la cual nuestras embotadas facultades sólo pueden comprender en sus formas más primitivas. Ese conocimiento, esa sensación, es la verdadera religión.
En cierta ocasión, en una reunión, se le preguntó a Einstein si creía o no en un Dios a lo que respondió: «Creo en el Dios de Spinoza, que es idéntico al orden matemático del Universo».
Una cita más larga de Einstein aparece en Science, Philosophy, and Religion, A Symposium (Simposio de ciencia, filosofía y religión), publicado por la Conferencia de Ciencia, Filosofía y Religión en su Relación con la Forma de Vida Democrática:
Cuanto más imbuido esté un hombre en la ordenada regularidad de los eventos, más firme será su convicción de que no hay lugar —del lado de esta ordenada regularidad— para una causa de naturaleza distinta. Para ese hombre, ni las reglas humanas ni las "reglas divinas" existirán como causas independientes de los eventos naturales. De seguro, la ciencia nunca podrá refutar la doctrina de un Dios que interfiere en eventos naturales, porque esa doctrina puede siempre refugiarse en que el conocimiento científico no puede posar el pie en ese tema. Pero estoy convencido de que tal comportamiento de parte de las personas religiosas no solamente es inadecuado sino también fatal. Una doctrina que se mantiene no en la luz clara sino en la oscuridad, que ya ha causado un daño incalculable al progreso humano, necesariamente perderá su efecto en la humanidad. En su lucha por el bien ético, las personas religiosas deberían renunciar a la doctrina de la existencia de Dios, esto es, renunciar a la fuente del miedo y la esperanza, que en el pasado puso un gran poder en manos de los sacerdotes. En su labor, deben apoyarse en aquellas fuerzas que son capaces de cultivar el bien, la verdad y la belleza en la misma humanidad. Esto es de seguro, una tarea más difícil pero incomparablemente más meritoria y admirable.
En una carta fechada en marzo de 1954, que fue incluida en el libro Albert Einstein: su lado humano (en inglés), editado por Helen Dukas y Banesh Hoffman y publicada por Princeton University Press, Einstein dice:
Por supuesto era una mentira lo que se ha leído acerca de mis convicciones religiosas; una mentira que es repetida sistemáticamente. No creo en un Dios personal y no lo he negado nunca sino que lo he expresado claramente. Si hay algo en mí que pueda ser llamado religioso es la ilimitada admiración por la estructura del mundo, hasta donde nuestra ciencia puede revelarla.
La carta al filósofo Eric Gutkind, del 3 de enero de ese mismo año, subastada en mayo del año 2008,25 deja al parecer las cosas más claras, de ser posible, y aunque sólo sirva para animar el debate, conviene conocerla. Dice Einstein:
La palabra dios para mí no es más que la expresión y producto de las debilidades humanas, la Biblia, una colección de honorables pero aún primitivas leyendas que sin embargo son bastante infantiles. Ninguna interpretación, sin importar cuán sutil sea, puede (para mí) cambiar esto...
También hay una carta poco conocida de Einstein, enviada a Guy H. Raner Jr, el 2 de julio de 1945, en respuesta a un rumor de que un sacerdote jesuita lo había convertido desde el ateísmo, en la cual se reconoce directamente como ateo (citado por Michael R. Gilmore en Skeptic Magazine, Vol. 5, No.2)26
“He recibido su carta del 10 de junio. Nunca he hablado con un sacerdote jesuita en mi vida y estoy asombrado por la audacia de tales mentiras sobre mí. Desde el punto de vista de un sacerdote jesuita, soy, por supuesto, y he sido siempre un ateo.”

Comportamiento ético

Einstein creía que la moralidad no era dictada por Dios, sino por la humanidad:27
No creo en la inmoralidad del individuo, y considero la ética una preocupación exclusivamente humana sobre la que no hay ninguna autoridad sobrehumana.
En la última etapa de su vida, Einstein mantuvo una dieta vegetariana.28 29 Según él, el vegetarianismo revestía una gran importancia para la humanidad, como puede apreciarse en algunas de sus citas sobre el tema:
Nada incrementaría tanto la posibilidad de supervivencia sobre la Tierra como el paso hacia una alimentación vegetariana. (...) Ya sólo con su influencia física sobre el temperamento humano, la forma de vida vegetariana podría influir muy positivamente sobre el destino de la humanidad.

Véase también

Referencias

  1. ↑ a b Alfonseca, M. (1998): Diccionario Espasa. 1.000 grandes científicos. Editorial Espasa Calpe, S.A. Espasa de Bolsillo. 740 págs. Madrid ISBN 84-239-9236-5. Manuel Alfonseca cuantifica la importancia de 1000 científicos de todos los tiempos y, en una escala de 1 a 8, Einstein y Freud son los únicos del siglo XX en alcanzar la máxima puntuación (pág. X); asimismo califica a Einstein como "el científico más popular y conocido del siglo XX" (pág. 171)
  2.  Einstein, Albert (25 de noviembre de 1915). «Die Feldgleichungun der Gravitation» (en alemán)Sitzungsberichte der Preussischen Akademie der Wissenschaften zu Berlin:  pp. 844-847. Consultado el 12-9-2006.
  3.  El London Times publicó el 7 de noviembre de 1919 los siguientes titulares: Revolución en la ciencia. Nueva teoría del universo. Las ideas de Newton derrocadas.
  4.  Michio KakuEl Universo de Einstein, p. 98.
  5.  Anders Bárány (2001). «El Premio Nóbel y el fantasma de Einstein». Project Syndicate.
  6.  Frank Pellegrini. «Albert Einstein» (en inglés). Time. Archivado desde el original, el 11 de mayo de 2000.
  7.  Einstein as a Student
  8.  Einstein: Este es mi pueblo. p. 70.
  9.  Einstein: Este es mi pueblo. pp. 9-11.
  10.  Einstein: Este es mi pueblo. p. 46.
  11.  Philipp Lenard: Ideelle Kontinentalsperre, München 1940.
  12.  NPR: The Long, Strange Journey of Einstein's Brain
  13.  Whitrow, Einstein: El hombre y su obra, p. 27.
  14.  Lanzamiento del Año Mundial de la Física
  15.  Einstein: Este es mi pueblo. p. 12.
  16.  Michio Kaku, El Universo de Einstein, p. 85.
  17.  Einstein: Este es mi pueblo. p. 13.
  18.  Einstein: Este es mi pueblo. p. 63.
  19.  Einstein: Por qué el socialismo.
  20.  Albert Einstein: Why socialism?, en Monthly Review, mayo de 1949.
  21.  Edward Corrigan, "Albert Einstein on Palestine"
  22.  "Einstein and Complex Analyses of Zionism" Jewish Daily Forward, July 24, 2009
  23.  Einstein: Este es mi pueblo. p. 21.
  24.  Albert Einstein (5-4-2009). «Religion and Science» (en inglés)New York Times.
  25. http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Einstein/lejos/Dios/elpepusoc/20080513elpepusoc_10/Tes
  26.  http://atheism.about.com/od/einsteingodreligion/tp/Was-Einstein-an-Atheist-.htm
  27.  Michio Kaku, El Universo de Einstein, p. 101.
  28.  Albert Einstein. «History of Vegetarianism» (en inglés). International Vegetarian Union. Consultado el 11-6-2007.
  29.  Guía práctica de la dieta sana. Plaza y Janés Editores, S.A.. 2000. p. 61. ISBN 84-226-8490-X.

Bibliografía

Bibliografía general

Einstein y la teoría de la relatividad

  • Einstein, Albert, Demostración de la No Existencia de Campos Gravitacionales. Revista de Matemáticas. Universidad Nacional de Tucumán. Argentina.1941
  • Einstein, Albert, El significado de la relatividad, Espasa Calpe, 1971.
  • Greene, BrianEl universo elegante, Planeta, 2001.
  • Hawking, StephenBreve historia del tiempo, Planeta, 1992, ISBN 968-406-356-3.
  • Russell, BertrandEl ABC de la relatividad, 1925.
  • Schwinger, Julian (1986): Einstein's Legacy: The Unity of Space and Time. Scientific American Library. 250 págs. Nueva York ISBN 0-7167-5011-2 (El Legado de Einstein. La unidad del espacio y el tiempo. Prensa Científica, S.A., Biblioteca Scientific American. 250 págs. Barcelona, 1995, ISBN 84-7593-054-9)

Material digital

  • Byron Preiss Multimedia. (2001). Einstein y su teoría de la relatividad. "Colección Ciencia Activa". Anaya Multimedia-Anaya Interactiva.Madrid, España. ISBN 84-415-0247-1. (dos CD y un manual).

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