Mientras el ministro de transporte y comunicaciones Francisco Garcés participa en una campaña del gobierno chavista contra el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, el propio presidente Hugo Chávez lo tiene amenazado con despedirlo si no cumple los objetivos trazados desde Miraflores.
Por ello es que lo hemos visto muy activo por estos días en materia noticiosa y de participación política como militante del PSUV.
Tenemos entendido que el jefe máximo lo amenazó con reemplazarlo con el Vicealmirante Alcibíades Paz, recién nombrado presidente de la empresa Vialidad y Construcciones Sucre, empresa de construcción del Estado que esta quebrada y en la que descubrió un sinfín de irregularidades y corrupción. Una gran cantidad de maquinarias en desuso, deterioro y abandono fueron encontradas por el marino con el que Chávez amenazó Garcés con reemplazarlo. “Increíble que una empresa del estado que contrata con el mismo estado este quebrada en las dimensiones de VyCS”, le dijo el nuevo jefe al propio comandante presidente. Nos cuentan que el caudillo le dijo a Garcés: “si no te pones las pilas éste te sustituye”
Garcés está en la mira pues se vienen descubriendo muchas irregularidades en diferentes dependencias que están supeditadas al ministerio. Si no lo han cambiado todavía viene por allí la destitución del actual viceministro  de Planificación e Infraestructura Alcibíades  Molina quien además presidía Fontur.
Para el cargo el ministro habría escogido a quien estaba al frente de Sitssa (Sistema Integral de Transporte Superficial)  William Peña, quien tampoco es un dechado de virtudes en cuanto a su desempeño burocrático. De Sitssa se sabe, dicho sea de paso, que lo que tiene es una flota de autobuses que casi no sirven. 3000 autobuses bielorrusos que no funcionan y son casi desechables. Esos buses supuestamente iban a ser utilizados como rutas alimentadoras al Metro y otras líneas. Una estafa de la que los enemigos del ministro dicen conocía y no hizo nada por denunciarla.
Por otro lado supimos que la ruta Caracas-Cúa, de la que Chávez tanto se encarga de promocionar en sus cadenas, podría colapsar ante la falta de nuevos trenes que no han sido siquiera comprados. El pasaje diario en dicha vía sobrepasa los 100.000 pasajeros por día. Quien coordina los servicios del tren, tanto de su construcción como su mantenimiento, estaría  harto  de pedir fondos adicionales según me señalan mis fuentes del sector. Ese servicio ha ido mejorando con el correr de los días y hasta ahora ha tenido el apoyo presidencial pues es de los pocos que funcionan en un gobierno que falla en todos los servicios públicos que le corresponden.