Municiones de guerra incautadas en Yare tienen marcaje de Cavim
Dos de los sospechosos de la banda que trafica municiones laboran en el penal ARCHIVO
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TOMÁS RAMÍREZ GONZÁLEZ | EL UNIVERSAL
miércoles 7 de septiembre de 2011 12:00 AM
Cada una de las balas del cargamento de 9 mil 327 municiones para fusil calibre 7,62x39 incautado por la Policía de Miranda en Puente Carrera del Yare, tienen en su base el marcaje de Cavim, de acuerdo con fuentes de la policía del estado.
Se conoció que la pareja del detenido de 40 años, cuya identidad fue resguardada por Eliseo Guzmán, jefe de Polimiranda, labora en el comedor de la cárcel de Yare, y que su cuñado es conductor de la ambulancia del penal, por lo que presumen que el destino de las bolsas llenas de proyectiles era el centro de reclusión.
El alijo fue encontrado oculto en un cambural de una casa del sector Puente Carrera del Yare, dispuesto en varios sacos de harina de diferentes colores y en bolsas negras.
Según información extraoficial, un bulto con mil balas tiene un costo de 8 mil bolívares dentro de un centro de reclusión de Venezuela.
El especialista en balística, Mario Del Giudice indicó que así como existen organizaciones criminales dedicadas al tráfico de drogas, hay otras incursas en la venta de armas y municiones. "Esa incautación es un indicador inequívoco de que existe el armamento para disparar las municiones".
El director de la organización no gubernamental Una Ventana A La Libertad, Carlos Nieto Palma, aseguró que de ser cierta la presunción de que el cargamento tenía como destino los penales de Yare I y II, es un hecho que demuestra que la situación penitenciaria continúa igual de grave. "Son armas que el Estado venezolano adquirió en Rusia. Eso quiere decir que hay ese tipo de armamento dentro de las cárceles. Podemos tener la idea general de que el desastre y la corrupción siguen iguales", expresó.
De acuerdo con el especialista, la situación en Yare se agravó luego de la crisis de El Rodeo porque cerca de 900 reclusos fueron trasladados a ese centro penitenciario.
Nieto Palma indicó que la cárcel no tiene director ni subdirector asignado, temporalmente está a cargo de un teniente coronel de la Guardia Nacional. El penal no cuenta con custodios y está siendo resguardado por reservistas. "Esa gente no está preparada para laborar allí. Es mucho más fácil contrabandear armamento porque no hay personal".
Una Ventana a La Libertad interpuso una medida el 30 de marzo de 2006 ante Corte Interamericana de DDHH, por la cual el Estado está obligado a crear mecanismos para controlar el ingreso de armas al centro de reclusión.
Se conoció que la pareja del detenido de 40 años, cuya identidad fue resguardada por Eliseo Guzmán, jefe de Polimiranda, labora en el comedor de la cárcel de Yare, y que su cuñado es conductor de la ambulancia del penal, por lo que presumen que el destino de las bolsas llenas de proyectiles era el centro de reclusión.
El alijo fue encontrado oculto en un cambural de una casa del sector Puente Carrera del Yare, dispuesto en varios sacos de harina de diferentes colores y en bolsas negras.
Según información extraoficial, un bulto con mil balas tiene un costo de 8 mil bolívares dentro de un centro de reclusión de Venezuela.
El especialista en balística, Mario Del Giudice indicó que así como existen organizaciones criminales dedicadas al tráfico de drogas, hay otras incursas en la venta de armas y municiones. "Esa incautación es un indicador inequívoco de que existe el armamento para disparar las municiones".
El director de la organización no gubernamental Una Ventana A La Libertad, Carlos Nieto Palma, aseguró que de ser cierta la presunción de que el cargamento tenía como destino los penales de Yare I y II, es un hecho que demuestra que la situación penitenciaria continúa igual de grave. "Son armas que el Estado venezolano adquirió en Rusia. Eso quiere decir que hay ese tipo de armamento dentro de las cárceles. Podemos tener la idea general de que el desastre y la corrupción siguen iguales", expresó.
De acuerdo con el especialista, la situación en Yare se agravó luego de la crisis de El Rodeo porque cerca de 900 reclusos fueron trasladados a ese centro penitenciario.
Nieto Palma indicó que la cárcel no tiene director ni subdirector asignado, temporalmente está a cargo de un teniente coronel de la Guardia Nacional. El penal no cuenta con custodios y está siendo resguardado por reservistas. "Esa gente no está preparada para laborar allí. Es mucho más fácil contrabandear armamento porque no hay personal".
Una Ventana a La Libertad interpuso una medida el 30 de marzo de 2006 ante Corte Interamericana de DDHH, por la cual el Estado está obligado a crear mecanismos para controlar el ingreso de armas al centro de reclusión.
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