"La sensación de inseguridad es para nosotros el día a día"
Se reportaron 29 ingresos a Bello Monte de viernes a domingo
Los cuerpos de los jóvenes permanecieron en la orilla de la quebrada hasta pasado el mediodía FERNANDO SÁNCHEZ
MARÍA ISOLIETT IGLESIAS | EL UNIVERSAL
lunes 26 de septiembre de 2011 12:00 AM
Los vecinos se asomaban por el puente que une la avenida principal de Caño Amarillo con el sector La Vecindad, para mirar los cuerpos de dos jóvenes que se habían desangrado en la orilla de la Quebrada Caroata.
Algunos llegaban nerviosos, otros solo de curiosos. Pero ninguno lograba identificar a los dos muchachos que fueron localizados el domingo muy temprano. A ambos los habían encapuchado con su franelas.
Los cadáveres fueron rescatados por efectivos de los Bomberos del Distrito Capital. Efectivos del Cicpc les pidieron apoyo, pues ellos solos no pudieron subir los cuerpos.
Al ser revisados, los funcionarios no encontraron alguna herida ni por arma de fuego, ni por objetos cortantes; por eso presumieron que los asesinaron a golpes y luego los lanzaron en el lugar. Sin embargo, algunos moradores coincidieron en que escucharon tiros a eso de las 2 de la mañana.
Ninguno de los fallecidos tenía identificación, ni objetos personales que permitieran conocer sus nombres.
"Para el Gobierno, la inseguridad es una sensación, pero para nosotros es nuestro día a día... quizás ahora dicen que estos muertos son del imperio", así refirió Cigilfredo Acosta, un morador que esperaba para conocer lo que había ocurrido por su comunidad.
Gatillos "alegres"
Dervin Márquez, de 28 años, estaba en la puerta de la casa de su mamá, con su familia, en El Guarataro. Departían en una reunión familiar.
A las 3:30 de la mañana de este sábado, un grupo de uno seis hombres armados y repartidos en moto, pasaron disparando. Dervin murió al llegar al Hospital Militar.
Él había sido agente de Polibaruta. Estuvo en ese cuerpo de seguridad dos años, pero se retiró porque su horario le impedía estudiar. Actualmente cursaba Sistemas e Informática en el Colegio Universitario de Caracas. En el tiroteo, el gemelo de Dervin, Darwing, resultó herido con un tiro en el pecho, y su madre, Gloria Vargas con otro en un brazo. En total, fueron ocho los lesionados. A todos los atendieron en el Hospital Militar y ayer, todos estaban ya de alta. "El hampa se le escapó de las manos al gobierno", dijeron los familiares sin querer identificarse.
A josé Almilcar Nieves, de 47 años, también lo mataron unos motorizados "gatillos alegres" que pasaron frente a la casa de unos familiares, el sábado a las 5 de la mañana.
Estaban todos reunidos, y José salió a despedirse del cuñado. En ese momento pasaron los pistoleros por el sector La Matanza de El Valle, específicamente por detrás de las Residencias Savoy, y dispararon.
A José lo llevaron hasta el Periférico de Coche, pero llegó muerto. Su familia solo dijo que era comerciante.
En el 23 de Enero
Otro de los que perdió la vida este fin de semana, cuya cuenta parcial cerró con 29 ingresos a la morgue de Bello Monte, de viernes a domingo, fue Andry Perales, de 33 años.
Él vivía en el Bloque 47 del 23 de Enero, en una habitación alquilada. A las tres de la mañana, un grupo de hombres encapuchados irrumpió en el apartamento, sometió a los residentes, les robaron el celular y luego entraron a matar a Andry, que era peluquero y trabajaba en la avenida Sucre.
Le dispararon 30 veces. Al parecer, le cobraron una "deuda".
Algunos llegaban nerviosos, otros solo de curiosos. Pero ninguno lograba identificar a los dos muchachos que fueron localizados el domingo muy temprano. A ambos los habían encapuchado con su franelas.
Los cadáveres fueron rescatados por efectivos de los Bomberos del Distrito Capital. Efectivos del Cicpc les pidieron apoyo, pues ellos solos no pudieron subir los cuerpos.
Al ser revisados, los funcionarios no encontraron alguna herida ni por arma de fuego, ni por objetos cortantes; por eso presumieron que los asesinaron a golpes y luego los lanzaron en el lugar. Sin embargo, algunos moradores coincidieron en que escucharon tiros a eso de las 2 de la mañana.
Ninguno de los fallecidos tenía identificación, ni objetos personales que permitieran conocer sus nombres.
"Para el Gobierno, la inseguridad es una sensación, pero para nosotros es nuestro día a día... quizás ahora dicen que estos muertos son del imperio", así refirió Cigilfredo Acosta, un morador que esperaba para conocer lo que había ocurrido por su comunidad.
Gatillos "alegres"
Dervin Márquez, de 28 años, estaba en la puerta de la casa de su mamá, con su familia, en El Guarataro. Departían en una reunión familiar.
A las 3:30 de la mañana de este sábado, un grupo de uno seis hombres armados y repartidos en moto, pasaron disparando. Dervin murió al llegar al Hospital Militar.
Él había sido agente de Polibaruta. Estuvo en ese cuerpo de seguridad dos años, pero se retiró porque su horario le impedía estudiar. Actualmente cursaba Sistemas e Informática en el Colegio Universitario de Caracas. En el tiroteo, el gemelo de Dervin, Darwing, resultó herido con un tiro en el pecho, y su madre, Gloria Vargas con otro en un brazo. En total, fueron ocho los lesionados. A todos los atendieron en el Hospital Militar y ayer, todos estaban ya de alta. "El hampa se le escapó de las manos al gobierno", dijeron los familiares sin querer identificarse.
A josé Almilcar Nieves, de 47 años, también lo mataron unos motorizados "gatillos alegres" que pasaron frente a la casa de unos familiares, el sábado a las 5 de la mañana.
Estaban todos reunidos, y José salió a despedirse del cuñado. En ese momento pasaron los pistoleros por el sector La Matanza de El Valle, específicamente por detrás de las Residencias Savoy, y dispararon.
A José lo llevaron hasta el Periférico de Coche, pero llegó muerto. Su familia solo dijo que era comerciante.
En el 23 de Enero
Otro de los que perdió la vida este fin de semana, cuya cuenta parcial cerró con 29 ingresos a la morgue de Bello Monte, de viernes a domingo, fue Andry Perales, de 33 años.
Él vivía en el Bloque 47 del 23 de Enero, en una habitación alquilada. A las tres de la mañana, un grupo de hombres encapuchados irrumpió en el apartamento, sometió a los residentes, les robaron el celular y luego entraron a matar a Andry, que era peluquero y trabajaba en la avenida Sucre.
Le dispararon 30 veces. Al parecer, le cobraron una "deuda".
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