Yo soy

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domingo, 9 de noviembre de 2014

Una dulce voz irrumpe en el espacio. Parece una campana de cristal. El crítico Rházes Hernández López escribió en El Universal: "La presencia y perennidad de esta singular artista ha vuelto a deleitarme con la frescura de su voz. Fedora (Alemán) se mantiene como una cantante de jerarquía alta, bastante difícil de superar en nuestro medio".

Fedora Alemán: sin discusión

La eterna diva venezolana del canto celebró en octubre 102 años de vida.

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La soprano caraqueño revalorizó el repertorio latinoamericano y venezolano
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ANA MARÍA HERNÁNDEZ G. |  EL UNIVERSAL
lunes 3 de noviembre de 2014  09:29 AM
Una dulce voz irrumpe en el espacio. Parece una campana de cristal. El crítico Rházes Hernández López escribió en El Universal: "La presencia y perennidad de esta singular artista ha vuelto a deleitarme con la frescura de su voz. Fedora (Alemán) se mantiene como una cantante de jerarquía alta, bastante difícil de superar en nuestro medio".

Diva centenaria, Fedora Alemán sigue siendo la soprano venezolana emblemática del siglo XX, por su disciplina, constancia y método de trabajo: el pasado 11 de octubre, celebró su cumpleaños 102 y hace 60 años estrenó en Caracas la Bachiana Brasileira No. 5 de Heitor Villa-Lobos, dirigida por su propio autor, en el marco del Festival Latinoamericano de Música. Su actividad vocal se desarrollo entre 1932 y 1989.

Debido a su talento, reconocidos compositores le dedicaron obras, entre quienes destacan Antonio Estévez, Joaquín Rodrigo, Juan Bautista Plaza, Isabel Aretz, Inocente Carreño, Moisés Moleiro, José Antonio Calcaño, María Luisa Escobar, Raimundo Pereira, Ángel Sauce. Pero más importante es la definición que se tiene de Fedora, a secas, su presencia imponente, su seguridad, su buen humor y, sobre todo, el trabajo con la respiración como verdadero secreto para el canto.

Los más jóvenes, la recuerdan con sonrisa sempiterna como directora en el Museo del Teclado, pero mejor aún, es conocerla a través de sus seres queridos, alumnos, colegas músicos y hasta su hijo Frank Di Polo, violinista y trompetista.

El tenor Carlos Almenar Otero nunca compartió escenario con Fedora, pero sí se conocieron personalmente. Otero destaca "su seriedad en el estudio, que exige la voz y que la gente ignora, una mujer excepcional, con un nivel espiritual e intelectual poco común".

Lo más divertido de su personalidad la retrata la maestra Isabel Palacios, quien la describe con una "mezcla de elegancia con un exquisito sentido del humor", y recuerda cuando en una Novena Sinfonía de Beethoven, en El Poliedro, "había como dos mil personas en el escenario, y los cantantes teníamos que estar desde el primer movimiento". Para no "aburrirse", Fedora le propuso mirar hacia arriba, a la derecha, a la izquierda, ambas al mismo tiempo, y hasta aprovechar los tutti de la orquesta "para calentar la voz".

Una vez, Isabel le preguntó "¿y cómo hace usted para estar siempre tan bella?", y la cantante le respondió: "yo no discuto". Y le agregó como consejo, "el canto es la respiración".

¿Y Alfredo Rugeles? ¿Quién iba a pensar que el compositor y director de la Sinfónica Simón Bolívar está graduado en Canto Lírico? Tenor, alumno de Fedora, resalta que "haber estudiado canto me ha ayudado enormemente en mi carrera como director, me ha servido, sin duda, para entender la mentalidad de los cantantes, su respiración y afrontar el difícil repertorio lírico en general".

Tres hijos tuvo Fedora, Rey, Mario y Frank. Este último recuerda, que "siempre ha sido tan natural ver y oirla ensayar, en mi casa con grandes artistas, el repertorio musical operístico. Nunca se conformó con lo que lograba. Siempre buscaba perfeccionarse y fue así como poco a poco, con una gran humildad y sentido crítico, logró el arte del bel canto".

Por último, los admiradores de Fedora Alemán han dejado en la red social Facebook su particular testimonio sobre esta gran artista venezolana.

Carlos Almenar Otero: "Hemos tenido caminos paralelos"

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El tenor Carlos Almenar Otero (Oswer Díaz Mireles/Archivo)

EL UNIVERSAL
lunes 3 de noviembre de 2014  08:46 AM
Fedora y yo hemos tenido caminos paralelos en nuestras carreras líricas, lamentablemente nunca coincidimos en el escenario. En mi vida profesional he visto la carrera de grandes cantantes, y ella es una de las mayores artistas de Latinoamérica, por cultivar ese repertorio a la par que el clásico. También por su seriedad en el estudio, que exige la voz, y que mucha gente ignora la importancia en la continuidad y la disciplina. Ella ha demostrado que ese es el mejor resultado: es de las mejores cantantes que hemos tenido. Por supuesto, hemos tenido roces cortos, nos hemos saludado cordialmente, pero  yo he desarrollado mayormente mi carrera en el exterior, en Alemania, en Italia. Te puedo decir que Fedora Alemán es una mujer excepcional, con un nivel espiritual e intelectual poco común.

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