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sábado, 29 de agosto de 2015

Los productores han asumido la falta de materiales y la inflación como variables importantes al momento de preparar los presupuestos de las películas

El cine nacional es una industria de riesgos económicos

El rodaje de Los 8-6 costó más de 20 millones de bolívares, casi el doble de lo presupuestado | Foto Cortesía
El rodaje de Los 8-6 costó más de 20 millones de bolívares, casi el doble de lo presupuestado | Foto Cortesía
Los productores han asumido la falta de materiales y la inflación como variables importantes al momento de preparar los presupuestos de las películas 

El presupuesto inicial para la realización de la cintaLos 8-6 se estableció en 12,5 millones de bolívares. Para ese momento, el monto superaba el total que estipulaba el CNAC para la filmación de sus proyectos. El productor Thomas Piedra, sin embargo, no se planteó pedirle financiamiento a la institución del Estado. Su película sería independiente.
Seis semanas y dos días después que comenzó el rodaje, la inversión superó los 20 millones de bolívares. El cine no se salva de la inflación.
Más allá de la distorsión económica, el productor tuvo que luchar contra la escasez para cumplir efectivamente con los apretados tiempos de filmación. “Las cajas de tirros, hojas de papel bond, cartuchos de tintas, bolsas negras y los vasos de plástico son algunos de los materiales que fueron difíciles de conseguir”, afirma Piedra. La logística fue complicada. En algunas escenas llegaron a tener hasta 97 personas en el set de exteriores.
“Los botellones de agua pasaron de 80 a 120 bolívares en 6 semanas. El servicio de catering no fue tan traumático, no aumentó tanto porque teníamos un convenio. Aun así, comenzó en 390 bolívares y al día de cierre, la semana pasada, terminó en 490 bolívares”, dice el productor.
Todas las áreas de la industria cinematográfica nacional se han visto afectadas, de alguna u otra manera por la crisis económica. “Uno asume el riesgo y la responsabilidad de llevar el proyecto hasta el final. Aunque las cosas estén complicadas en el país, eso no es un indicativo para no hacer la película. Uno no debe parar”, asegura Piedra.
Siempre optimistas. Una de las salas de Cines Unidos de Guatire permanece cerrada desde hace varios meses. La empresa no ha podido digitalizar todas las pantallas en el circuito. Los costos de mantenimiento también influyeron al momento de tomar esta decisión.
“El monto que representa el manejo de las salas se ha incrementado en lo que va de año por varios factores. La electricidad es una variable importante, las tarifas son bastante altas en los centros comerciales. Por otro lado, los repuestos de los bulbos, que sirven a los proyectores digitales, son difíciles de traer al país. Ya no están importando estas piezas”, afirma uno de los representantes de la compañía.
El aumento de los precios de las entradas ha sido de 100% de enero a julio de 2015. Los circuitos, sin embargo, han intentado mantener la paridad de un dólar por ticket, con respecto a la tasa Simadi.
“En este momento no tenemos la descarga de las películas por antena, nos manejamos con los courriers de los DCP (formato digital para proyectar las cintas), que cuestan 200 dólares cada uno. Eso es en cualquier parte de Latinoamérica. Son montos que van sumando. Intentamos mantener los estándares de calidad en las salas. Si se quema un bulbo, es bastante complicado reponerlo. Aunque el escenario es difícil, somos optimistas”.   
Innovar en el camino. En cumplimiento de la Ley de Cine, la promoción de todas las películas venezolanas está en manos del CNAC. Sin embargo, el material empleado para los afiches que se colocan en las cajas de luz de los cines ya no se consigue con facilidad en el país. Los responsables de esta tarea han tenido que buscar otras opciones para cumplir con los tiempos, que se ha materializado en carteles muy pesados, que se caen a los pocos días, o de mala impresión.  
De acuerdo con uno de los trabajadores de la institución, los precios de las vallas han aumentado de manera acelerada: de 100.000 a 500.000 bolívares en lo que va de 2015. “Los medios electrónicos y las pantallas LED de La Trinidad, Las Mercedes y la del Sambil, son opciones más económicas. El precio es cercano a 50.000 bolívares”.  
La distribución del material POP también ha disminuido. Jenny Navarro, representante de Cameo, empresa de mercadeo, afirma que se hacen esfuerzos de invertir en material innovador, pero la inflación juega en contra. “En 2014, una gira de medios por 5 ciudades del país, para 5 personas, costaba 33.000 bolívares. Este año, el mismo recorrido para 3 personas, 3 ciudades, sale en 90.000 bolívares. En 6 meses, los pendones pasaron de 3.000 a 8.000 bolívares. Eso está afectando la promoción. Pero siempre nos inventamos algún camino para que las películas venezolanas lleguen a la mayor cantidad de gente. Ese es el objetivo”.
LA CIFRA
100% de aumento registró entre enero y julio el precio de las entradas de cine

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