Finanzas Digital/Javier Chourio.- El pago de 170 bolívares sobre el sueldo diario, dividido en Bs. 80 para la firma y tres tandas semestrales de Bs. 30 para completar el total constituyen la base del polémico acuerdo que el Gobierno firmó con José Meléndez, secretario de organización del Sindicato de Trabajadores de la Siderúrgica del Orinoco (Sutiss) y que horas después rechazaba la mayoría del gremio por considerar que no se había discutido en asamblea general de trabajadores y que no se ajustaba a sus peticiones.
sidor_2El mencionado acuerdo abrió una nueva etapa en el conflictivo historial de la acería, que ha visto cómo sus niveles de producción caen en picada tras ser considerada la mayor productora de acero de la región Andina.
Y es que para el año de 1998 la Sidor a cargo del  consorcio Amazonia, integrado por las empresas Hylsa de México, Grupo Techint y Sideral de Argentina, Sivensa de Venezuela, Tamsa de México y Usiminas de Brasil heredó una producción de acero líquido de 2 millones 882 mil toneladas, de acuerdo a cifras ofrecidas por René Nuñez, quien para la época se desempeñaba en la gerencia de la División de Administración y Contratos de Sidor.
Una década después, la euforia acompañó a cientos de trabajadores, sindicalistas, políticos y parte de la sociedad civil guayanesa cuando en abril de 2008 el presidente Hugo Chávez ordenó la renacionalización de la Siderúrgica del Orinoco, luego de 10 años de haber sido privatizada por el presidente Rafael Caldera. Meses antes del anuncio, para el cierre de 2007, la empresa había registrado la producción más alta de su historia al alcanzar un récord de 4,3 millones de toneladas de acero.
Núñez rememora el proceso de privatización y lo califica como un proceso duro en momentos en que el Estado no estaba capacitado para mantener la administración de la empresa. Sin embargo recuerda que junto al Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Siderúrgica y Similares (Sutiss) se logró un paquete atractivo de liquidación que permitió que la gente voluntariamente se retirara de la empresa y, por otro lado, se logró el 20 por ciento de las acciones de Sidor. Todo esto  bajo una lucha que permitió que el Estado respetara ese derecho a las personas que cumplieron con requisitos como  años de servicio, escalafón dentro de la organización, entre otros. A su juicuio, esta estrategia laboral facilitó la reducción de una nómina de 12 mil a 5.482 empleados.
“Dentro de los sindicatos se logró un paquete atractivo de liquidación que permitiera que la gente saliera voluntariamente.  Yo salí de la empresa en el 98 bajo ese acuerdo, por otro lado se logró el 20 por ciento de las acciones de Sidor, que no fueron regaladas, se nos pagaron oportunamente por excedente de caja que recibía la empresa cuando estaba  en manos privadas”, resalta.
Constante declive
La realidad  durante los más de seis años que han transcurrido desde que el presidente Chávez optó por la reestatización,  ha estado acompañada de encuentro y desencuentro en el ámbito laboral, de reivindicaciones salariales y exigencias para mejoras en las condiciones de trabajo, situaciones  que han enfrentado  al mismo  Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Siderúrgica y Similares (Sutiss), que otrora celebró la nacionalización,  con su  nuevo jefe, el Gobierno Nacional y han ocasionado un descalabro en  la producción.
El año 2013 fue el más trágico para la empresa ya que solo generó un millón 558 mil 404 toneladas de acero líquido, esa cifra le arrebató el record al año anterior, cuando se reportó una producción 1,7 millones de toneladas. Los números del 2013 se sustentan en parte por la cantidad de días que la acería estuvo paralizada,  53 días contando solo el último trimestre de ese año.
El pasado mes de mayo el quinto presidente con que ha contado la empresa desde el 2008, General Javier Sarmiento Márquez, sacó cuentas y anunció que en lo que va de 2014  van casi 100 días de paralizaciones, pero desde entonces la cuenta siguió aumentando y  el pliego de  reclamos  de los trabajadores  también, a sus exigencias se le han ido agregando denuncias de posibles interrupciones a causa de la desinversión y el mal manejo que la han dado a la empresa directivos que “desconocen sobre el tema del acero”.
René Núñez, quien se desempeña en la actualidad como presidente del Centro de Políticas Públicas IFEDEC en el estado Bolívar, dice que la siderúrgica  tiene casi 15 años que no se le invierte dinero para el mantenimiento correctivo, compra de repuestos oportunos y  actualización de  procesos tecnológicos. Aclara que la industria requiere  de inversión permanente y que tal situación trae como consecuencia un cuadro técnico operativo y  productivo complicado.
“De recomponerse el rezago tecnológico que tenemos, igual la inversión en la empresa requeriría mucho riesgo. En un mundo competitivo como el de hoy, donde las nuevas acerías se caracterizan por ser muy pequeñas comparadas con su nivel de producción, eso nos da a entender a  nosotros que estamos en la cola”, plantea.
Acusaciones van y vienen
Una  lluvia de acusaciones se desató cuando el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello,  anunció la existencia de “mafias sindicales” en la Siderúrgica del Orinoco Alfredo Maneiro (Sidor) que afectaban  la productividad de la empresa estatal. Además Cabello catalogó de  “mafiosos” a un grupo de cuatro sindicalistas  que encabezaban los reclamos para la discusión de las 11 clausulas del contrato colectivo.
La contratación colectiva que tenía más de 4 años en el congelador se resolvió “a medias” este jueves cuando el secretario del sindicato de trabajadores, José Meléndez, aceptó los 170 bolívares de aumento durante un “madrugonazo2 que mantuvo con representantes del gobierno, acción que otra parte de la directiva del Sutiss no acepta por no haber sido invitada a la reunión.
Pero mientras los sindicalistas se recriminan unos a otros, las acusaciones sobre los responsables de la deprimente producción se mantienen frente a un panorama que plantea  una posible paralización de aéreas como la de producción de pellas.
Joelson Quijada, quien se cataloga como trabajador de base de la empresa denunció días atrás en una emisora de radio que “sí existen cosas mal habida por parte de las personas que administran la planta” y que “los administradores que han pasado por ahí son quienes no han dado la talla para sacar a delante a la empresa porque los trabajadores siempre han estado allí”.
Falta un plan de inversión serio que llegue a Sidor, sugiere Quijada,  cuando informa que “la planta de pellas esta casi parada”  y que  si sigue como está en menos de seis meses no se va a poder levantar. Sobre eso mismo rubro necesario para la producción de acero, Núñez afirma que en este momento se está importando pellas desde el exterior  porque  “ni las propias materias primas se está produciendo”.
En picada e insostenible
Para el primer semestre de este año las cifras muestran que Sidor ha producido  solo 480 mil 759 toneladas de productos a clientes nacionales y 17 mil 904 al mercado extranjeros, lo que advierte de otro triste registro para el historial de la empresa de acero. En ese sentido el presidente del Centro de Políticas Públicas en el estado Bolívar recomienda hacer  una revisión sin complejos ni prejuicios  para que la empresa pueda ser rentable con 14 mil trabajadores en su nomina, pero estima que si se sigue manejando con criterios partidistas y se siguen asignando directivos sin experiencia sobre la producción de acero, la viabilidad de la empresa es insostenible.
Asimismo propone al gobierno hablar con claridad, racionalidad, sensatez y sin dilación, sobre un mecanismo de inversión para recuperar las áreas de la siderúrgica, además de asignar una gerencia y un equipo idóneo de probada experiencia siderúrgica, con autonomía e independencia operativa, técnica y administrativa.