"Huir del barrio es la mejor opción"
Vecinos mataron a padre e hijo con dos días de diferencia en El Guarataro
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Betsy Vergara es la ex esposa de Víctor Giovanny. Ella lo recordó como un hombre buena gente con quien tuvo un hijo FERNANDO SANCHEZ.
DEIVIS RAMÍREZ MIRANDA | EL UNIVERSAL
domingo 4 de septiembre de 2011 12:00 AM
"Si no se van de aquí, los matamos y quemamos la casa", dijeron los vecinos que atacaron a Víctor Giovanny Cobo, de 41 años, la noche del domingo 28 de agosto, en el sector Santa María de El Guarataro.
Le dieron un batazo y luego un disparo en el pecho, directo al corazón. El hombre murió a los pocos minutos de ingresar al hospital Pérez Carreño.
Ese día, también hirieron a batazos al papá del fallecido, Víctor Cobo, de 70 años, y a su hermano José Vicente Cobo.
Los vecinos fueron muy explícitos al decirles que se fueran del barrio, porque la situación iba a empeorar. Todo eso lo generó un puesto de estacionamiento en la calle principal del barrio, hace dos años.
Pese a las advertencias, la familia Cobo pensó que no pasaría nada más, pues el anciano estaba herido y su hijo también. A este último le suturaron una herida abierta en el cráneo con 16 puntos, producto del batazo.
Esa noche, el resto de los habitantes no intervino en la disputa entre las familias. No lo hicieron por temor a salir heridos de bala.
A los Cobo no les quedó otra opción que preparar el funeral de Víctor Giovanny. Lo hicieron en una capilla de la urbanización Los Molinos, en San Martín. Pasaron toda la noche del lunes 29 acompañando el cadáver, y al día siguiente tenían planificado realizar el sepelio.
Justo la mañana del martes, a eso de las 7, el anciano y su hijo decidieron volver al barrio para bañarse y cambiarse de ropa, y así regresar al velorio.
Ambos fueron acompañados por otros familiares, incluyendo una mujer.
Después de cumplir con el aseo respectivo, abordaron dos vehículos para regresar a la funeraria y sacar el cuerpo de Víctor Giovanny y darle cristiana sepultura.
Pero dos hombres en moto evitaron que cumplieran ese cometido, pues le trancaron el paso al Ford Mustang rojo donde viajaban el padre y su hijo, además de otro pariente que conducía.
El parrillero sacó un arma y disparó contra el anciano y su hijo. Dejaron claro, una vez más, que debían irse de la zona. Luego de atacarlos, huyeron a toda velocidad.
Una hija del anciano, quien iba en el otro carro, corrió a auxiliar a su padre y hermano y los llevó al hospital Pérez Carreño. Ambos llegaron con graves heridas y fueron pasados a quirófano de emergencia.
Los parientes que estaban en la funeraria esperando para sacar el cadáver a las 9 de la mañana, se sorprendieron con la noticia del nuevo ataque.
La familia se dividió. Mientras un grupo realizaba el sepelio, el otro se instaló en las afueras del hospital.
"Golpes muy fuertes nos tocó recibir con un día de diferencia. Vivir toda la vida en un sitio y tener que mudarse por miedo, es lo peor que le puede pasar a alguien", destacó un pariente de los Cobo.
El anciano falleció la tarde del miércoles 31 de agosto en el hospital. No soportó la operación a que fue sometido por los médicos. Tenía dos impactos de bala que le afectaron órganos.
Su hijo José Vicente murió el viernes 2 de septiembre.
"Huir del barrio es la mejor opción. No hay que seguir arriesgando la vida por caprichos absurdos de unas personas conflictivas", dijeron los deudos.
Los habitantes de El Guarataro lamentan lo ocurrido, pero nadie habla abiertamente de los casos para evitar ser blanco de los pistoleros responsables de estos crímenes.
Tanto, que ni se atreven a identificarlos. Dicen que la policía es la encargada de realizar las investigaciones pertinentes y capturarlos.
Sin embargo, se conoció que los implicados en el crimen de Víctor Giovanny son parte de la familia Roca. Ronald Roca, apodado "el Ronald" sería quien disparó. Actuó junto a dos hombres a quienes llaman "Lalo" y "Chipy". Afirman que se encuentran escondidos en el estado Aragua. Según los Cobo, los hombres contrataron a los motorizados que atacaron dos días después al padre y al hermano del fallecido.
Nadie los conoce y por eso creen que tenían la descripción exacta de las víctimas.
"Su objetivo era asesinarlos porque los dos defendieron esa noche a Víctor Giovanny cuando lo estaban golpeando", explicaron los parientes.
Hasta ahora no hay detenidos por ninguno de los casos y la vivienda familiar fue deshabitada. "Lograron lo que querían, sacar a mi familia del barrio y matar a tres de nosotros".
Los Cobo y la familia agresora eran muy amigas de años.
De hecho, Víctor Giovanny se crió en El Guarataro, donde hay unas 60 familias alrededor en la calle Santa María. Allí compartió con sus vecinos de siempre. Pero un puesto de estacionamiento generó todo.
Pelearse con sus amigos para estacionar el vehículo fue el detonante de los crímenes.
De esto hace dos años aproximadamente, explicaron los familiares.
Comenzaron con peleas verbales, luego pasaron a los enfrentamientos a golpes y de allí a las denuncias en organismos de seguridad.
Incluso en la Fiscalía descansa una orden tipo caución, donde se pedía a las dos familias evitar enfrentamientos.
Sin embargo, esa situación a veces era imposible de controlar, pues siempre relucía la discordia entre ellos.
Hace seis meses, protagonizaron una pelea fuerte y quedaron rencillas.
Y fue la noche del 26 de agosto, cuando Víctor Giovanny llegó al sector con su carro, además pasado de tragos, y los vecinos se burlaron de él.
Ese episodio hizo que se irritara y comenzara a discutir con los enemigos, hasta que lo atacaron con el bate y el arma.
Ahora, los Cobo solo esperan justicia por las tres pérdidas.
Le dieron un batazo y luego un disparo en el pecho, directo al corazón. El hombre murió a los pocos minutos de ingresar al hospital Pérez Carreño.
Ese día, también hirieron a batazos al papá del fallecido, Víctor Cobo, de 70 años, y a su hermano José Vicente Cobo.
Los vecinos fueron muy explícitos al decirles que se fueran del barrio, porque la situación iba a empeorar. Todo eso lo generó un puesto de estacionamiento en la calle principal del barrio, hace dos años.
Pese a las advertencias, la familia Cobo pensó que no pasaría nada más, pues el anciano estaba herido y su hijo también. A este último le suturaron una herida abierta en el cráneo con 16 puntos, producto del batazo.
Esa noche, el resto de los habitantes no intervino en la disputa entre las familias. No lo hicieron por temor a salir heridos de bala.
A los Cobo no les quedó otra opción que preparar el funeral de Víctor Giovanny. Lo hicieron en una capilla de la urbanización Los Molinos, en San Martín. Pasaron toda la noche del lunes 29 acompañando el cadáver, y al día siguiente tenían planificado realizar el sepelio.
Justo la mañana del martes, a eso de las 7, el anciano y su hijo decidieron volver al barrio para bañarse y cambiarse de ropa, y así regresar al velorio.
Ambos fueron acompañados por otros familiares, incluyendo una mujer.
Después de cumplir con el aseo respectivo, abordaron dos vehículos para regresar a la funeraria y sacar el cuerpo de Víctor Giovanny y darle cristiana sepultura.
Pero dos hombres en moto evitaron que cumplieran ese cometido, pues le trancaron el paso al Ford Mustang rojo donde viajaban el padre y su hijo, además de otro pariente que conducía.
El parrillero sacó un arma y disparó contra el anciano y su hijo. Dejaron claro, una vez más, que debían irse de la zona. Luego de atacarlos, huyeron a toda velocidad.
Una hija del anciano, quien iba en el otro carro, corrió a auxiliar a su padre y hermano y los llevó al hospital Pérez Carreño. Ambos llegaron con graves heridas y fueron pasados a quirófano de emergencia.
Los parientes que estaban en la funeraria esperando para sacar el cadáver a las 9 de la mañana, se sorprendieron con la noticia del nuevo ataque.
La familia se dividió. Mientras un grupo realizaba el sepelio, el otro se instaló en las afueras del hospital.
"Golpes muy fuertes nos tocó recibir con un día de diferencia. Vivir toda la vida en un sitio y tener que mudarse por miedo, es lo peor que le puede pasar a alguien", destacó un pariente de los Cobo.
El anciano falleció la tarde del miércoles 31 de agosto en el hospital. No soportó la operación a que fue sometido por los médicos. Tenía dos impactos de bala que le afectaron órganos.
Su hijo José Vicente murió el viernes 2 de septiembre.
"Huir del barrio es la mejor opción. No hay que seguir arriesgando la vida por caprichos absurdos de unas personas conflictivas", dijeron los deudos.
Los habitantes de El Guarataro lamentan lo ocurrido, pero nadie habla abiertamente de los casos para evitar ser blanco de los pistoleros responsables de estos crímenes.
Tanto, que ni se atreven a identificarlos. Dicen que la policía es la encargada de realizar las investigaciones pertinentes y capturarlos.
Sin embargo, se conoció que los implicados en el crimen de Víctor Giovanny son parte de la familia Roca. Ronald Roca, apodado "el Ronald" sería quien disparó. Actuó junto a dos hombres a quienes llaman "Lalo" y "Chipy". Afirman que se encuentran escondidos en el estado Aragua. Según los Cobo, los hombres contrataron a los motorizados que atacaron dos días después al padre y al hermano del fallecido.
Nadie los conoce y por eso creen que tenían la descripción exacta de las víctimas.
"Su objetivo era asesinarlos porque los dos defendieron esa noche a Víctor Giovanny cuando lo estaban golpeando", explicaron los parientes.
Hasta ahora no hay detenidos por ninguno de los casos y la vivienda familiar fue deshabitada. "Lograron lo que querían, sacar a mi familia del barrio y matar a tres de nosotros".
Los Cobo y la familia agresora eran muy amigas de años.
De hecho, Víctor Giovanny se crió en El Guarataro, donde hay unas 60 familias alrededor en la calle Santa María. Allí compartió con sus vecinos de siempre. Pero un puesto de estacionamiento generó todo.
Pelearse con sus amigos para estacionar el vehículo fue el detonante de los crímenes.
De esto hace dos años aproximadamente, explicaron los familiares.
Comenzaron con peleas verbales, luego pasaron a los enfrentamientos a golpes y de allí a las denuncias en organismos de seguridad.
Incluso en la Fiscalía descansa una orden tipo caución, donde se pedía a las dos familias evitar enfrentamientos.
Sin embargo, esa situación a veces era imposible de controlar, pues siempre relucía la discordia entre ellos.
Hace seis meses, protagonizaron una pelea fuerte y quedaron rencillas.
Y fue la noche del 26 de agosto, cuando Víctor Giovanny llegó al sector con su carro, además pasado de tragos, y los vecinos se burlaron de él.
Ese episodio hizo que se irritara y comenzara a discutir con los enemigos, hasta que lo atacaron con el bate y el arma.
Ahora, los Cobo solo esperan justicia por las tres pérdidas.
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