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domingo, 27 de mayo de 2012

El 10 de octubre de 1976 Román Chalbaud celebró sus 45 años de vida en compañía del equipo técnico y artístico de la que sería su próxima película: El pez que fuma.


El pez cumple años

El 18 de mayo se cumplieron 35 años del estreno de "El pez que fuma"

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Miguelángel Landa durante el rodaje de la película. Un joven Orlando Urdaneta al lado de la protagonista Hilda Vera. Román Chalbaud trabajó por última vez con ambos actores en la cinta "Pandemonium" de 1997. Ahora, el director trabaja en un biopic de Cipriano Castro FOTOS ARCHIVO
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ÁNGEL RICARDO GÓMEZ |  EL UNIVERSAL
domingo 27 de mayo de 2012  12:00 AM
El 10 de octubre de 1976 Román Chalbaud celebró sus 45 años de vida en compañía del equipo técnico y artístico de la que sería su próxima película: El pez que fuma. "Al día siguiente nos íbamos a La Guaira, a un sector llamado La Pedrera. Allí filmamos en el bar de Petra Montoya", cuenta el director. 

En los años 60, Chalbaud trabajaba en Televisora Nacional-Canal 5. "Los programas eran en vivo, y a las 9:00 de la noche cerraba el canal. A esa hora nos íbamos de farra para Catia, a locales como El canario. Una vez un taxista me dijo: 'Ahí quedaba un bar llamado El pez que fuma en tiempos de Gómez'. Yo conocía la película Cabaret trágico de Emilio Carballido, donde hay un burdel con el mismo nombre. Así que me llamó la atención el título, por lo poético y surrealista. En esos bares de Catia conocí a prostitutas que me contaban su vida, seres humanos que narraban historias hermosas". 

Así surge, primero una obra teatral, luego una película, que muestra un burdel que representa el poder. Alrededor gravitan personajes que luchan por tomar el control con armas meramente pasionales. La Garza (la desaparecida Hilda Vera) es la dueña del prostíbulo; a su lado tiene hombres a quienes hace creer que mandan sobre ella y su negocio. Primero fue Tobías (Ignacio Navarro), quien fue desplazado por Dimas (Miguelángel Landa), quien, a su vez, es opacado por Jairo (Orlando Urdaneta). En un arrebato de celos, Dimas quiere desterrar al recién llegado y acaba con la vida de La Garza. 

"Hilda Vera ya había ensayado la obra de teatro, pero no la pudo hacer, entonces actuó Gloria Miró, a quien no le iba tan bien como a Hilda", confiesa Chalbaud, quien estrenaría la película el 18 de mayo de 1977. 

Según datos del Centro Nacional de Cine, El pez que fuma fue la más taquillera de aquel año recaudando más de 2 millones de bolívares. 

Con el mar como testigo 

"La dueña del bar de La Guaira era como la abuela de nosotros, nos atendía en su casa, que quedaba detrás del negocio; nos hacía comidas riquísimas", recuerda Orlando Urdaneta. "La señora tenía un bar, pero a la vez era súper creyente, tenía un altar en su casa, iba a misa y ayudaba en las obras sociales de la comunidad. El local era como un centro político de la zona...", agrega el actor. 

Miguelángel Landa, quien fue coproductor de la cinta junto a César Bolívar, relata: "Nosotros filmábamos de día y teníamos que convertirlo en noche, por eso colocábamos telas negras en las ventanas y encendíamos ventiladores, pero a la hora de filmar, había que apagarlos, ¡Entonces te podrás imaginar el calorón!". 

Chalbaud precisa: "El local nos lo cedían de 7:00 de la mañana a 5:00 de la tarde, y la mayoría de la película transcurre de noche, por lo que había que colocar las cortinas negras". 

No obstante, el negocio no abría al público los lunes, por lo que la producción aprovechaba para adelantar exteriores nocturnos. Miguelángel Landa recuerda que una de esas tardes estaba en una de las habitaciones descansando y sintió un resoplido en la cara. "Al despertarme, vi que era una niña como de 14 años que me dijo que su mamá trabajaba allí y que si podía acostarse conmigo. Yo, por supuesto, le dije que no. ¿Te imaginas? ¿Yo, actor y productor de la película en esa situación? ¡Qué va!". 

Urdaneta narra que una vez se quedaron para ver cómo funcionaba el bar. "Era impresionante la cantidad de gente que entraba allí. Las mujeres estaban entrenadas: cuando había una pelea, hacían una señal y las luces se apagaban. Cuando se encendían, todo estaba normal". 

Landa, que se confiesa "excesivamente puntual", tuvo una vez un llamado muy temprano, más allá de La Guaira (vía Todasana). "Pasé buscando a Orlando Urdaneta y nos fuimos. Llegamos de primeros, como a las 4:00 de la madrugada. De repente, prendo la luz del carro y veo que Orlando está frío y ¡se me ha desmayado ese hombre!. Y yo en el medio de la nada, no tenía ni agua. Cuando llegó la gente de producción ya se había recuperado, le dio como una baja de azúcar. Ese fue un gran susto que pasamos". 

"Lo que Miguelángel olvida es que nosotros saltamos una cerca para estar dentro de la locación y el desmayo me dio adentro", agrega Urdaneta entre risas. 

Verdad en la pantalla 

Para Orlando Urdaneta rodar El pez que fuma fue una experiencia "hermosa e inolvidable". "Trabajar con Román fue una bendición; él es un gran director y mejor ser humano. Él nos hizo saber que hacíamos algo grande". 

Miguelángel Landa piensa que la película se ha convertido en un clásico por el tema, por su director y por sus actuaciones, "la película está muy bien contada". 

Urdaneta agrega: "Como lo dije una vez, el dramaturgo que mejor supo entender la marginalidad y su drama, fue Román Chalbaud". 

El cineasta habla en retrospectiva: "Cuando hay verdad la gente siente verdad a través de la pantalla. Alguien llegó a llamarme sociólogo. Ver El pez que fuma es como vernos a nosotros mismos, seamos monjas o prostitutas".

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