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sábado, 26 de mayo de 2012

El Grupo Actoral 80 estrena hoy en Trasnocho "Una lluvia constante"


La amistad y el país bajo la lupa

El Grupo Actoral 80 estrena hoy en Trasnocho "Una lluvia constante"

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La obra, que en Broadway fue protagonizada por Hugh Jackman y Daniel Craig, estará en Trasnocho los viernes y sábados, a las 8:00 p.m., y los domingos, a las 6:00 p.m. CORTESÍA GA80
ÁNGEL RICARDO GÓMEZ |  EL UNIVERSAL
viernes 25 de mayo de 2012  12:00 AM
Lo mínimo que cualquier ciudadano esperaría de un policía, como uno de los primeros eslabones del sistema de justicia de un país, es que sea ecuánime, ético, intachable... Lamentablemente, no siempre es así y los personajes de Una lluvia constante de Keith Huff, son un decálogo de lo que no debe ser un policía y, en general, de lo que debe evitar un ser humano que se presume amigo de otro. 

"Amigos" desde la infancia, estos policías (Héctor Manrique e Iván Tamayo) enfrentarán una serie de situaciones que pondrán en juego la amistad, los valores, el sentido del honor y la lealtad. 

Manrique recuerda que leyó el texto a finales del año pasado y le pareció una obra "estremecedora y retadora desde el punto de vista dramatúrgico". Y es que estos personajes constantemente rompen lo que en teatro se denomina "la cuarta pared" y confrontan al público con sus historias. "Me recordó mucho aPetroleros suicidas de Ibsen Martínez, donde el espectador se convierte en un testigo modificador de la acción", comentó Manrique, quien actúa y dirige. 

Ya el Grupo Actoral 80 había abordado el tema de la amistad en piezas como Art(Yasmina Reza), Baraka (María Goos) y La revolución (Isaac Chocrón). En Una lluvia constante se muestra una amistad que tiene raíces en la infancia, pero no necesariamente fuertes. 

"En ellos se estableció la relación del fuerte y el débil. En el fondo, más allá de que se estiman, ya hay una enfermedad. No es justa, sino que es una amistad por conveniencia", comenta. 

Lo interesante viene cuando los roles comienzan a modificarse. "El fuerte, el recio, el violento, como en toda tragedia, se equivoca, cae la tormenta, la lluvia constante, el prepotente se debilita, y el otro -antes débil- se lo come vivo". 

Para Manrique la obra muestra a la amistad -para él, el mejor invento del hombre- mal entendida y descuidada. "Uno de los textos de Art decía: 'A los amigos hay que cuidarlos porque si no terminan escapándose', y lo maravilloso de este texto es que el autor muestra cómo la amistad comienza a convertirse en una sed de venganza". 

Y Héctor Manrique habla de otras de sus motivaciones para montar la obra: "Así como hablamos de la zona humana, de la amistad, hay algo que me llevó al tema del policía que debería ser el ejemplo, y por el contrario es el matraquero, el corrupto, y cómo esa corrupción va pudriendo todo a su alrededor, incluso, la amistad". 

En efecto, estos policías entienden la justicia como aquella que ellos van moldeando con un martillo, a partir de su propia conveniencia. "Es la ética como ellos la entienden y no como debería ser, entonces van justificándose". 

Es inevitable asociar esa situación teatral con la realidad venezolana y global. "Cuando ves nuestras cárceles, por ejemplo, y ves que los presos dirigen mafias que operan afuera, te preguntas '¿Cómo entran esas armas allí?' y te viene a la mente la ética tirada al piso, que convierte a la sociedad en un absoluto chiquero. Cuando ves a unos exmagistrados denunciar cómo está el sistema de justicia, te dices, 'Si así está la cabeza, cómo estará el cuerpo'. El autor muestra a una sociedad contaminada y coloca una lupa grandotota al público".

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