Yo soy

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sábado, 6 de octubre de 2012

Las construcciones más dolorosas de un régimen democrático son las cárceles, símbolo del fracaso de las sociedades, fracturas de la convivencia. Las más gloriosas son los teatros, las salas de concierto y los museos...


El préstamo de obras de arte es un procedimiento 

usual entre naciones

Armando Reverón | Foto: Archivo
Armando Reverón | Foto: Archivo
En medio de la incertidumbre que generó el anuncio del traslado 
temporal de más de 138 piezas del patrimonio nacional al extranjero, 
expertos dicen que es una práctica normal, aunque hay que estar vigilantes

Mucha incertidumbre generó esta semana en el sector de las artes, y el público en general, la salida de más de 138 obras de la colección de la Fundación Museos Nacionales a destinos como Rusia, Brasil y Corea del Sur. La presidenta del ente, Vivian Rivas, dio una rueda de prensa el miércoles –acompañada de los directores del Museo de Bellas Artes, del Museo de Arte Contemporáneo y de la Galería de Arte Nacional– en la que aclaró la situación con respecto al número de piezas que fueron prestadas a instituciones culturales extranjeras e hizo énfasis en que no saldrá del país toda la obra de Armando Reverón, como se especuló en los medios.

A principios de septiembre viajaron a Moscú, Rusia, custodiadas por el museógrafo de la Galería de Arte Nacional, Clemente Martínez, un total de 29 obras: 9 de Armando Reverón, 19 de Nicolás Ferdinandov y una fotografía de este último artista. La exposición empezó el 14 de septiembre y permanecerá abierta hasta el 11 de noviembre en la galería Tretyakov.

En Corea del Sur se van a exponer en el Jeonbuk Province Art Museum, a partir del 19 de octubre, 130 obras. El jueves salió el primer lote de 45. Las piezas son de las exposiciones Mi Chagall. Su Picasso y Abstracción Venezuela del Museo de Arte Contemporáneo. La joya de la corona es Desnudo y hombre sentado (1969) de Picasso, también se exhibirán litografías de Jesús Soto, Carlos Cruz-Diez y Alejandro Otero, junto con obras de Oswaldo Vigas, Joan Miró, Mercedes Pardo y Elsa Gramcko, entre otros.

En los próximos días serán enviadas 19 obras de Reverón, entre pinturas y dibujos, al Museo Nacional Honestino Guimarães de Brasilia. La muestra, que incluirá fotos del artista capturadas por Victoriano de los Ríos, será inaugurada el 6 de diciembre como parte de la Cumbre de Mercosur.

Calmadas las aguas, es comprensible la zozobra que se creó en relación con el patrimonio cultural del país, sobre todo después de la desaparición de la obra Odalisca con pantalón rojo de Henri Matisse del Museo de Arte Contemporáneo, pero según María Elena Ramos, ex directora del Museo de Bellas Artes, es usual que haya préstamo temporal de obras entre los diversos museos del mundo. “En Venezuela hay personal técnico serio que se ha mantenido en las instituciones a pesar de las inmensas dificultades políticas que han entorpecido de muy distintos modos su labor. A pesar de la calidad de ese personal y de la amplia experiencia que tienen los gestores que se encargan en el país de este tipo de movilización internacional, es muy legítimo el temor que despierta hoy un préstamo de tantas obras, sobre todo si se toma en consideración que, durante lo que va del siglo XXI, las condiciones de nuestros museos han sido fragilizadas visiblemente”.

Maria Luz Cárdenas, la encargada del montaje y parte de la museografía de la colección que viajará a Corea del Sur, considera que el préstamo de obras es una práctica beneficiosa para los patrimonios de cada país. “Cuando estuve en el Macsi, durante la gestión de Sofía Ímber, el procedimiento era rutinario. También recuerdo, cuando trabajé en el Museo de Bellas Artes, que en 2007 salieron 74 obras de la colección cubista para España. Desde ese año han circulado cerca de 300 piezas por el mundo y no ha pasado ningún inconveniente. Lo que recomiendo es que haya difusión en los procesos, pues el que no la debe, no la teme; que se informe cada paso a los ciudadanos porque todos debemos estar pendientes de nuestro patrimonio nacional”.

Procedimiento formal. Cada vez que un Estado o institución requiere alguna obra de arte que forme parte del patrimonio nacional se inicia un proceso largo y meticuloso para determinar si es procedente atender la solicitud.

En primer lugar, indica Ramos, es esencial el criterio técnico de curadores y conservadores del museo que presta las obras, en relación con cuáles pueden salir del país. En segundo lugar, la institución que presta las obras debe requerir el Standard Facility Report antes de tomar la decisión final. “En este documento, el museo que solicita las piezas informa condiciones climáticas y de humedad de la institución, medida de sus espacios, condiciones de seguridad y exposiciones principales realizadas. Este es un protocolo general básico. Luego están los aspectos más específicos: informes sobre la sala o salas en que se presentarán las obras, los técnicos que las cuidarán”.

El curador Miguel Miguel reafirma la importancia de ese documento en el que se debe incluir las instituciones involucradas en el traslado. En el caso de Corea del Sur, Rusia y Brasil están la Cancillería, la Guardia Nacional, la Aduana y la Fundación Museos Nacionales: “En ese papel deben estar señalados todos los términos de duración del préstamo, lista técnica y detallada de todas y cada una de las piezas y sus respectivos valores actualizados en moneda internacional (en dólares), condiciones de envío, línea aérea, transporte terrestre…Tanto para su traslado como para su regreso, deben ir siempre acompañadas por un profesional de la conservación de obras de arte, así como por el curador de la exposición”.

Las condiciones de embalaje, expresa Ramos, las hace y realiza el museo que presta las piezas. En el caso de la Fundación Museos Nacionales, Irarkil Rangel, jefe de registro de colecciones, señala que poseen un inventario de cajas en buenas condiciones: “El costo de cada una está incluido en el documento, varía entre 4.000 y 5.000 bolívares. Estos contenedores son fumigados de acuerdo con estándares internacionales. Son sólidos y muy fuertes. Para la exposición de Corea del Sur se usaron como 50, tratamos de distribuir bien las obras para disminuir los riesgos”.

Los costos generales de la muestra suelen ser cubiertos por la institución que recibe (excepto cuando se trata de intercambios, en que se comparten gastos). En el caso de las obras que fueron enviadas a Rusia, Corea del Sur y Brasil, están aseguradas por Bolivariana de Seguros.

“La Fundación Museos Nacionales tiene una póliza de seguro que cubre los riesgos nombrados (terremoto, incendio, desaparición misteriosa). Exigimos utilizarla porque con ella nos sentimos más cómodos, por ejemplo, podemos cobrar más rápido una indemnización. Negociamos unas condiciones más favorables en términos de pago de prima. Luego nos sentamos un grupo de técnicos en riesgo y definimos la hipótesis de valor de cada objeto en función de su valor de origen y el de las subastas, y a partir de allí establecemos el precio que tiene cada obra para ese momento determinado. No dejamos que ninguna pieza de arte salga sin tasación ni seguro”, afirma Rangel, que tiene más de 20 años de experiencia en traslados de obras.

La Cifra

290 obras de Armando Reverón hay en la colección de la Fundación de Museos Nacionales. De ese total, cerca de 56 son pinturas. El resto son dibujos y objetos. 
Confusión

María Luz Cárdenas es la asesora de la colección de obras de arte que viajará a Corea del Sur. La experta dice que a principios de año la llamaron de la Fundación Museos Nacionales para que revisara con un grupo de expertos la solicitud de piezas del patrimonio nacional que hizo el museo asiático. “Se rechazó 80% de las obras que pidieron. Por ejemplo, ellos querían todos los Picasso que tenemos en el país y sólo les enviamos uno, junto con una selección de gráficas para que le dieran el sentido general a la exposición. O, por ejemplo, solicitaron El carnaval nocturno de Chagall, que es el único que tenemos, y tampoco se les concedió esa petición. Esa lista, con el pedido original, circuló por allí y creo que a partir de ese momento se generó la confusión en cuanto a que todas las obras estaban saliendo del país. Todos los que han participado en el traslado son personas expertas, con años de experiencia. Serían los primeros en denunciar si hay alguna irregularidad o si una de las piezas no está apta para esos largos viajes”.

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