"Versus": una obra que retrata la decadencia contemporánea
El montaje de Vladimir Vera se estrena mañana en el Celarg.
 |
Están Jesús Sosa, Larissa Costas, Victoria Morales y Domingo Balducci
Contenido relacionado
DANIEL FERMÍN | EL UNIVERSAL
jueves 4 de octubre de 2012 12:00 AM
A Rodrigo García (Buenos Aires, 1964) el Gobierno español le pidió en 2008 una obra para celebrar los 200 años de la Independencia del país europeo. El dramaturgo escribió Versus, una pieza que resultó un canto a la decadencia de la sociedad. Esa "anticonmemoración" del argentino se estrenará mañana (a las 8:00 p.m.) en el Celarg.
La pieza no tiene una historia definida, sino que muestra situaciones específicas que retratan por qué -tras dos siglos- no hay mucho para festejar. Ni en España ni en ningún lado. "Es una obra que critica los valores actuales del ser humano. Se mantiene la idea de que 100 años después estamos en una decadencia cultural fuerte", dijo Vladimir Vera, que dirigirá el montaje producido por la agrupación Teatro Forte.
Cuatro personajes -interpretados por Jesús Sosa, Larissa Costas, Victoria Morales y Domingo Balducci, desdoblados en una suerte de ejercicio metateatral- confrontan en tono de comedia, a veces con un lenguaje ofensivo, al mundo clásico con el moderno. Denuncian el consumismo, el materialismo, el apego a los excesos.
Rodrigo García hace eso en su teatro: provoca al público. A Vera, que ya había montado la obra Goya (también escrita por el argentino), le gusta la dramaturgia del autor residenciado en España. "Es un teatro hipermodernista, que rompe las visiones, que critica al Gobierno, las políticas sociales, las creencias. Es una dramaturgia de confrontación, incómoda", explicó el director de la pieza, que cuenta con la dirección de arte de Gala Garrido, el vestuario de Ana Karina Avila y la producción de Fedora Freites.
A Vera, que también dirige obras comerciales como La tía Chucha o La ratonera, a veces le gusta el llamado teatro serio, ese que privilegia la reflexión sobre el entretenimiento. "Tratamos de hacer obras más reflexivas, no por la puesta en escena sino por lo que plantea el discurso; que juzga los convencionalismos sociales; que te obliga a pensar, algo a lo que el espectador venezolano de hoy no está acostumbrado".
Versus busca la sensibilidad. Se pregunta si es posible la convivencia pacífica entre los seres humanos. "La obra confronta el deber ser, sabiendo que existe el blanco versus el negro. Y aquí, en Venezuela, aún más: tenemos desde el Caracas-Magallanes hasta la polarización política de la última década. Es algo absurdo estrenar a tan pocos días de las elecciones, pero se acopla a la realidad histórica del país", concluyó Vera. El teatro también funciona como generador de debates.
dfermin@eluniversal.com
La pieza no tiene una historia definida, sino que muestra situaciones específicas que retratan por qué -tras dos siglos- no hay mucho para festejar. Ni en España ni en ningún lado. "Es una obra que critica los valores actuales del ser humano. Se mantiene la idea de que 100 años después estamos en una decadencia cultural fuerte", dijo Vladimir Vera, que dirigirá el montaje producido por la agrupación Teatro Forte.
Cuatro personajes -interpretados por Jesús Sosa, Larissa Costas, Victoria Morales y Domingo Balducci, desdoblados en una suerte de ejercicio metateatral- confrontan en tono de comedia, a veces con un lenguaje ofensivo, al mundo clásico con el moderno. Denuncian el consumismo, el materialismo, el apego a los excesos.
Rodrigo García hace eso en su teatro: provoca al público. A Vera, que ya había montado la obra Goya (también escrita por el argentino), le gusta la dramaturgia del autor residenciado en España. "Es un teatro hipermodernista, que rompe las visiones, que critica al Gobierno, las políticas sociales, las creencias. Es una dramaturgia de confrontación, incómoda", explicó el director de la pieza, que cuenta con la dirección de arte de Gala Garrido, el vestuario de Ana Karina Avila y la producción de Fedora Freites.
A Vera, que también dirige obras comerciales como La tía Chucha o La ratonera, a veces le gusta el llamado teatro serio, ese que privilegia la reflexión sobre el entretenimiento. "Tratamos de hacer obras más reflexivas, no por la puesta en escena sino por lo que plantea el discurso; que juzga los convencionalismos sociales; que te obliga a pensar, algo a lo que el espectador venezolano de hoy no está acostumbrado".
Versus busca la sensibilidad. Se pregunta si es posible la convivencia pacífica entre los seres humanos. "La obra confronta el deber ser, sabiendo que existe el blanco versus el negro. Y aquí, en Venezuela, aún más: tenemos desde el Caracas-Magallanes hasta la polarización política de la última década. Es algo absurdo estrenar a tan pocos días de las elecciones, pero se acopla a la realidad histórica del país", concluyó Vera. El teatro también funciona como generador de debates.
dfermin@eluniversal.com
Versus contra los valores
Entre comedias comerciales-muy pocas bien hechas- y montajes sin riesgo alguno de quienes lo hacen, hipócritamente, para “salir del paso”, avanza el teatro caraqueño de la segunda década del siglo XXI. No hay propuestas ambiciosas y la noche sorprende a los teatreros, “con sus profusas lámparas, en rútiles monedas tasando el bien y el mal”, como canta el poeta Porfirio Barba Jacob. Descubrieron que el dólar es importante y lo veneran, cual becerro de oro, asesinan amistades, se mienten así mismos y creen que la publicidad babosa lo hace todo. No entrarán jamás a la historia de las artes escénicas, aunque bailen joropo o tango ante los políticos de turno.
Todo no está perdido y algunas agrupaciones se atreven a experimentar, como la caraqueña Teatro Forte, liderada por Vladimir Vera, la cual emerge con representaciones de calle en 2003, pero es durante el 2005 que muestra su espectáculo Escondite de Auster. En 2006 exhibe El estado de las cosas de Labute. Estrena la pieza infantil Ajedrez con dramaturgia de Fedora Freites, en 2007. Desde finales de 2007 hasta 2009, trabaja en Barcelona, España, donde hace lecturas dramatizadas de El estado de las cosas y de La noche árabede Schimmelfenning. Estrena Bob (See Bob Run) del canadiense MacIvor, espectáculo con el cual merece el Premio Tespo a la Mejor Actriz y el Premio Tespo al Mejor Vestuario, otorgados por l’Unió de Actors y Directors de Catalunya.
En 2009 escandalizan con Crónicas Palahniuk, estrenada originalmente en Barcelona. Y en el 2010, con actores venezolanos impactaron a la progresista crítica teatral de Caracas.
Teatro Forte monta Goya de Rodrigo García y Amén de Carlos Be, durante la temporada caraqueña del 2011, y ahora en este crucial 2012 se atreve a exhibir el monólogo Versus, del mismo García, carnicero argentino que devino en niño terrible del teatro hispano, versión mejorada del legendario Fernando Arrabal.
Versus existe en Caracas porque García se ganó un concurso para pergeñar un espectáculo que exalta la independencia española frente a la invasión napoleónica de 1808 y porque Teatro Forte hizo un montaje atrevido, recargado de erotismo, gracias a la proyección de vídeos pornográficos que acompañan o glosan los 50 minutos de las dignas performances eróticas de Domingo Balducci (ojo con este histrión), Larissa Costas, Victoria Morales y Jesús Sosa.
García altera la digestión de la sociedad burguesa con un texto que reclama más moral para que no cunda el caos antes de tiempo. Versus pretende mostrar hacia donde marcha o se desplaza España: especie de presente eterno cuyos vicios y pasiones son el único horizonte. Es una obra contra todos los valores de esa sociedad burguesa.
Como Versus floreció en las manos de Vladimir Vera y su equipo de Teatro Forte, el espectáculo se soporta y entretiene aunque esos vídeos no asustan ni excitan porque su pornografía esta añeja y out, ya que por la web compiten increíbles trabajos físicos hipersexuales.
¡No todo está perdido en la Caracas teatral y hasta hay algunas expectativas!
No hay comentarios:
Publicar un comentario