Yo soy

Yo soy

viernes, 26 de octubre de 2012

Recuerdo en esta tarde de lluvia carabobeña cuando en la celebración de los 30 años del ex Salón nacional de las Artes del Fuego, Colette Delozane pidió en nombre de todos los ganadores del galardón, a la entonces rectora de la Universidad de Carabobo: María Luisa Maldonado, el derecho a recibir el Premio a la Creatividad del que fueron expulsados por la vagabundería del Rector de esa universidad que en 1995 entregó el Premio al CONAC presidido por el extinto Oscar Sambrano Urdaneta...Y nada pasó...¡Qué cantidad de cosas ha visto uno, terribles!!!


Historia escrita a cincel y soplete

Galería Arte Ascaso inaugura el domingo "Escultura Escultores"

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Peña expone su permanente indagación de los barriles de petróleo
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DUBRASKA FALCÓN |  EL UNIVERSAL
jueves 25 de octubre de 2012  12:00 AM
"Yo en realidad no sé de escultura. ¡Yo hago muñecos! Mi razón es comunicar. Mi razón no es artística", suelta el maestro Cornelis Zitman. Mientras que el autor de Mujer sentada decía estas frases tan contundentes como humildes, a su alrededor Rolando Peña, Felipe Herrera, J.J. Moros y Pedro Briceño aprobaban en silencio estas palabras. 

Oraciones que reflejan el quehacer de tres generaciones de escultores que, el domingo 28, se reúnen en la Galería de Arte Ascaso para dar fe del trabajo escultórico que se ha hecho en el país desde que Francisco Narváez inauguró el modernismo en el arte nacional. 

Bélgica Rodríguez, curadora de la exposición Escultura Escultores que se inaugura en la institución privada de Las Mercedes, seleccionó a 37 artistas y 75 obras tridimensionales para mostrar en tres salas una aproximación al panorama escultórico venezolano, en su mayoría abstracto-geométrico. 

"Aquí cada artista representa una tendencia. El artista que comienza siendo escultor lo sigue siendo a pesar de que es uno de los medios más difíciles para trabajar. Nuestro movimiento escultórico es uno de los más importantes de América Latina. Nuestros escultores se mantienen activos y crean obras dinámicas", asegura Rodríguez. 

En la exposición se réunen obras de Francisco Narváez, Jesús Soto, Cornelis Zitman, Víctor Valera, Pedro Briceño, Alirio Palacios, Oswaldo Vigas, Harry Abend, Edgar Guinand, Milton Becerra, Rolando Peña, Felipe Herrera, Javier Level, Carlos Medina, Rafael Barrios, Colette Delozanne, Belén Parada, Noemí Márquez, Vicente Antonorsi, James Mathison, JJ Moros y Luis Millé, entre otros. 

Las creaciones de los artistas están divididas por grupos en los tres pisos de la Galería Arte Ascaso. En el primer piso se encuentran las piezas de los grandes maestros de la escultura venezolana; en el segundo, están las obras tridimensionales, incluyendo cerámica, de la generación de creadores que tuvo que competir con la pintura como recurso plástico, y en el tercer piso se exponen las obras tridimensionales de artistas contemporáneos. 

"Esto comenzó siendo una exposición modesta de obras que se encontraban en la bóveda de la galería hasta que tomó un carácter antológico. Que no se refiere solamente a las obras, pues 95% de los creadores que están en la exposición está vivo. Por eso involucramos a aquellos artistas que siempre han participado en la escultura", apunta Bélgica Rodríguez. 

Entre estos está el Príncipe Negro, Rolando Peña, quien expone dos piezas de la serie Las diagonales. Obras con dimensiones menores a las que llevó, en 1999, a Washington. También están los ensamblajes de objetos que recoge o colecciona Javier Level que pertenecen a las serie Transgénico

Además, se exponen dos esculturas en cerámica de Belén Parada. Se tratan de obras geométrico-abstractas que generan movimientos y ritmos. "La cerámica ha sido un fenómeno único en Venezuela", apunta. 

Sin contar las dos obras del ganador del Salón Arturo Michelena, Felipe Herrera. El creador sigue trabajando con el tema de la dualidad, de la simbología del corazón, de la poesía y de la fuerza. 

Luego de este recorrido, también se aprueban, por unanimidad, las palabras de Zitman.

29 artistas buscan reconciliar el arte cinético con la sociedad

Hoy se inaugura la "I Bienal de Arte Emergente. El legado cinético".

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Helena Acosta es la curadora de la bienal (Nicola Rocco)
DUBRASKA FALCÓN |  EL UNIVERSAL
viernes 26 de octubre de 2012  12:00 AM
Elitesco. Así fue sellado el arte cinético venezolano que nació en las manos de Carlos Cruz- Diez, Jesús Soto, Alejandro Otero o Juvenal Ravelo, entre otros artistas becados para estudiar en el extranjero. Un estigma que aún se mantiene por no tejer, en apariencia, un vínculo con la sociedad venezolana. 

A esta histórica confrontación, Helena Acosta la llama divorcio. "Ciertamente hay un divorcio entre el arte cinético y el país, a pesar de que en su momento el país apoyo al cinetismo y hasta Caracas se convirtió en una ciudad cinética. Pero nunca hubo un nexo con la población", dice la curadora de la I Bienal de Arte Emergente. El legado cinético, que se inaugura hoy en las salas 7 y 8 del Museo de Arte Contemporáneo de Caracas, en Parque Central. 

El deseo de reconciliación llevó a Acosta a crear una bienal que uniera al cinetismo con el pueblo. Para esto recibió el apoyó de la Fundación Museos Nacionales. "Lo que se intenta es reabrir este capítulo del arte venezolano. Ver qué nuevas lecturas se pueden hacer; cómo se acercan hoy los artistas a los nuevos lenguajes; qué reinterpretaciones pueden salir, y analizarlo. Queremos volver a reconocerlo y que la gente se reconozca en él", asegura. 

Luego de abrir durante dos meses y medio la convocatoria internacional, al evento se postularon 170 obras en las categorías bidimensional, tridimensional y espacio digital. De este grupo de obras el jurado, conformado por Juvenal Ravelo, María Luz Cárdenas, Élida Salazar, Ingrid Lucena y Viollete Bulé, seleccionaron 29 piezas provenientes de Francia, Chile, Portugal, El Salvador, España y Venezuela. "Se valoró mucho la factura, el concepto, la reflexión y el aspecto formal de la obra", apunta acerca de la elección que tendrá un ganador por cada categoría la semana que viene. 

La exposición, según Acosta, resultó bastante variada: se reconocen desde las propuestas cinéticas más clásicas, pero con el guiño venezolano, hasta nuevas lecturas, en muchos casos, más experimentales. "Sí, me sorprendió lo que llegó, sobre todo en las instalaciones y el área digital. El cinetismo es un lenguaje que está presente en casi todo lo que es el discurso visual abstracto actual. Hay una tendencia bastante fuerte en el arte sonoro, incluso". 

Por eso para hoy estará en la inauguración el colectivo de El Salvador, elMonstruo, que intervendrá la fallada del museo a través de un performance visual. "Esto será un homenaje al arte cinético", dice Claudia Olmedo, quien junto a Yasser Pérez Cavaría y Juan Carlos Saavedra forman el colectivo. "Vamos a manipular su obra con materiales y música que hemos creado nosotros a través del Video Mapping", concluye. 

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