Yo soy

Yo soy

miércoles, 11 de abril de 2012

¿MIEDO? Lo perdí en la tortura en La Guaira, en la tragedia de la cárcel del Rodeo, en Yare, en Caracas y en Tocuyito...Ya no soy el mismo y menos después de lo que vivi hace apenas 1 día...El mundo me dio la cachetada del cállate idiota, el sistema está por encima del humano y tú eres un humano sin derechos, como nos definió Mario Silva en "La Hojilla", claro después que había liberado a su familiar preso en Tocuyito


Conociendo el miedo

MARÍA EUGENIA GASCUE SCHWARTS

 |  EL UNIVERSAL
miércoles 11 de abril de 2012  12:39 PM
El miedo es una de las emociones que experimentamos los seres humanos y los animales. Si se nos eriza la piel, un frío helado corre por nuestra nuca, se nos ponen las manos frías, temblamos, la boca se seca, sentimos un vacío en el estómago, la respiración se vuelve corta y rápida, son nuestras sensaciones que disparan las alarmas, para que nos protejamos o nos defendamos ante algo que amenaza nuestra supervivencia. Ante el miedo se producen tres respuestas comunes: huir, pelear o paralizarse.

El miedo funcional es aquel que experimentamos ante una situación real, cuya amenaza no estamos en condiciones de afrontar, con los recursos con los que contamos. Lo más asertivo en esos casos es evitar, retroceder, aquietarse o actuar con prudencia y conciencia.

El miedo disfuncional es aquel que contamina nuestro diario vivir, por ejemplo: el temor a hablar en público, a los espacios abiertos, o cerrados, miedo a lo que podría llegar a suceder, a la intimidad amorosa.

Muchas veces la ausencia de miedo responde a un mecanismo de negación y es probable que debajo de éste se encuentre un impulso inconsciente de hacerse daño a sí mismo. Puede darse en la práctica de deportes o profesiones de riesgo, al exponerse a vínculos insanos o transitar por lugares peligrosos. En estos casos sería importante revisar, qué hizo que se desconectaran las alarmas vitales, que son indispensables para el cuidado de sí mismo.

En nuestros vínculos también se disparan algunos miedos y los más comunes son: al rechazo, al abandono, a ser juzgado, mal interpretado, excluido, a que vean rasgos nuestros que preferíamos mantener ocultos. Lo más sano en estos casos es observar si me identifico con alguno de ellos y si no lo he expresado, ver de qué forma lo actúo, por ejemplo, poniendo distancia excesiva o agrediendo al otro. Tomar consciencia de esto ayudará a tener relaciones más auténticas y transparentes.

Cuando se trata de miedos imaginarios, porque tenemos dentro un asustador que alimenta la fábrica de miedos, un excelente antídoto consiste en traerse una y otra vez al presente, identificando qué percibo y qué imagino. Tomar conciencia de la respiración, qué veo en ese momento, que oigo, qué percibo a través del tacto, para así volver a nuestro centro. Es muy probable que así se desvanezcan los fantasmas del miedo por completo o al menos, no le compramos con tanta facilidad los argumentos que nos vende el asustador.

En nuestra cultura el miedo tiene muy mala fama, es para muchos sinónimo de debilidad, de inferioridad y esa actitud muy poco ayuda a trabajar con esta emoción. Si se quiere dar la imagen de que no se le teme a nada, la tendencia será a sobreactuar y a dar una falsa imagen de nosotros mismos.

Reconocer nuestros miedos y los mecanismos compensatorios inconscientes, nos ayudará a autogenerarnos paz y una mayor libertad. No es fácil lograrlo sin ayuda terapéutica, aunque con apoyo o sin él, ese es el camino.

Twitter: @marugascue
marugascue@gmail.com

En un sistema en que hombres del pueblo hemos sido denigrados y calumniados, llamados despectivamente "los presos pagados por la oposición"  cuando todos  nosotros somos chavistas y el calumniador de "La Hojilla" nos obliga a  dedicarle un duro ataque a él, Mario Silva, de VTV: “Eres un animal, tu no tienes mamá. Saliste de una cloaca. Nuestros familiares están afuera siendo reprimidos salvajamente, y tu dices que son pagados por la oposición”.



Video 5: “Mario Silva, eres un abusador, un inhumano que no tienes mamá”


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