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jueves, 1 de septiembre de 2011

Trilema para morir



Trilema para morir
En Venezuela, los costes en los sistemas públicos de salud se han disparado a cifras inmanejables
LUIS JOSÉ UZCÁTEGUI |  EL UNIVERSAL
jueves 1 de septiembre de 2011  12:00 AM
Como toda política pública, en la oferta de asistencia médica se debe contar con un trilema: cobertura, costos y libre elección. Por ejemplo, el servicio nacional británico de salud ofrece una gran cobertura, pero en aras de controlar costos, no hay libre elección para escoger el profesional. El sistema de salud estadounidense dio históricamente una alta prioridad a la elección del paciente para escoger el costo que quería pagar por su asistencia en salud, no para todos, muchos son excluidos pues no tienen seguro. Y si se aumenta la cobertura, las reformas Obama tendrán que restringir la elección si se van a controlar los costos.

Pero lo excepcional y negativo, una vez más tipifica a Venezuela. Si bien en las últimas décadas fue disminuyendo la cobertura para la asistencia, los costos en salud subían y la libre elección se reducía debido al deterioro de la oferta de servicios; lo que si se había mantenido era una amplia ejecución de programas preventivos. Todos los venezolanos libremente participaban y recibían atención primaria similar a los ciudadanos norteamericanos, ingleses, franceses, chilenos, etc.

Pero las cosas han cambiado. Aquí todo lo referente a salud ha sido banalizado e invadido de improvisaciones. Para manejar una situación tan compleja como es la asistencia y prevención en salud estamos a merced de arbitristas y seguidores obcecados de la práctica política de las pegatinas. El resultado, cada vez más población tiene menos cobertura en asistencia médica, eso sí, con un aumento en la baja calidad de los servicios y desarrollo de menos programas preventivos.

Por otro lado, es obvio que en todos los países los costos de la medicina asistencial y preventiva aumentan geométricamente, similar a la inversión en armas, la tecnología eleva desaforadamente los valores. Pero en Venezuela, los costes en los sistemas públicos de salud se han disparado a cifras inmanejables. Las corruptas compañías de "maletín" intermedian desde medicamentos hasta haraganes. Además, aquí nadie es libre de escoger nada, ni en la medicina pública ni en la asistencia privada, el ciudadano se agarra de lo que puede. Si le llega la enfermedad se convierte en un paciente con un final trágico, pues tiene que padecer varias "muertes": una física, una emocional y otra social.

@LuisJUzcategui

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