Yo soy

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domingo, 19 de junio de 2011

Qué desencanto!!!

Miraflores en La Habana
Estamos frente a la estrategia de campaña más vergonzosa de nuestra historia contemporánea
LUIS VICENTE LEÓN |  EL UNIVERSAL
domingo 19 de junio de 2011  12:00 AM
La corresponsal preguntó: ¿Cree usted que la convalecencia de Chávez en Cuba genera un vacío de poder? No, respondí de inmediato. Lo que hay es vacío de respeto a los venezolanos, sus tradiciones y sus símbolos.

El Presidente está enfermo y necesita tiempo para recuperarse. Eso es normal. Es un ser humano (aunque algunos, incluido él, piensen lo contrario). En un país transparente, la población habría sido informada oportunamente, en detalle y por médicos calificados sobre la salud de su jefe de Estado, así como la duración estimada de su convalecencia.

En este caso particular se juntaron dos problemas: una lesión en la rodilla (dada a conocer con muy poca claridad) que lo mantuvo encerrado en Caracas, y luego un absceso pélvico como manifestación de una lesión que aún se desconoce y tuvo la puntería de aparecer justamente cuando visitaba La Habana. Dentro de lo malo, fue bueno que brotara allí, dada la preferencia del presidente Chávez por el sistema de salud cubano sobre el local. Yo hubiera preferido que una cosa de esas me diera "por casualidad" en la puerta del Hospital de Clínicas Caracas o con suerte (y una buena póliza) en la acera sur del John Hopkins Hospital. Pero, bueno, no se escoge donde se presentan las emergencias ¿O sí?

Al ser ofrecidos los "partes médicos" tan malos, escasos y ambiguos, es lógico que se disparen los rumores que se pasean desde una "lipo" para mejorar su figura, un problema de columna que afecta su movilidad en campaña o una lesión de gravedad, hasta el correo de mal gusto de un radical extremo que atribuye el quebranto presidencial a una bacteria por la cual propone elevar una plegaria.

No hay una versión oficial que vaya más allá de que el Presidente tiene un absceso pélvico y los médicos creen que debe quedarse en Cuba por tiempo indefinido. Evidentemente no se trata de un catarro. El quebranto del Presidente es serio. Afortunadamente, según lo han indicado voceros oficiales, no compromete su vida ni sus facultades físicas o mentales, aunque sí su actividad y presencia en el país. Así las cosas, lo normal, lo adecuado, lo legítimo según nuestra Constitución es que el vicepresidente, Elías Jaua (designado por el mismo Chávez y completamente comprometido con su revolución), asuma temporalmente, como corresponde a sus funciones, el cargo de Presidente.

Nadie le está pidiendo que renuncie ante esa falta transitoria y justificada y nombre como sustituto temporal a Ramón Guillermo Aveledo. Simplemente se requiere activar el procedimiento constitucional y encargar a su mano derecha, de modo que el país no pase por el bochorno de recibir sus actos de gobierno, leyes y decretos, nombramientos de funcionarios públicos y decisiones de soberanía desde territorio extranjero, convirtiendo a La Habana en el asiento del Poder Ejecutivo venezolano.

Pero no hay vacío de poder. Ese está llenito, Chávez está mandando, las instituciones están respondiendo a sus propósitos de marketing político para conjurar percepciones sobre su debilidad de salud, precisamente en momentos que prepara una campaña electoral para reelegirse y completar gobierno de al menos 20 años.

Las decisiones de las instituciones colonizadas le dan "legalidad" revolucionaria al hecho de mandar desde Cuba y no hay líder de su grupo que le amenace o haga sombra. Chávez está convaleciente, pero controlando el poder. Pero no queda la menor duda de que estamos frente a la estrategia de campaña más vergonzosa de nuestra historia contemporánea. Aún así, mis mejores deseos por la pronta recuperación de la salud del Presidente. Después de todo, para las próximas elecciones la va a necesitar.

luisvicenteleon@gmail.com @luisvicenteleon

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