Crisis carcelaria no es nueva pero se agudizó
Felícita Blancofblanco@el-carabobeno.com
La masacre ocurrida la tarde del domingo 12 en el Internado Región Capital El Rodeo I, en Guatire, estado Miranda, representa la segunda en magnitud a nivel nacional en la historia penitenciaria del país, solamente superada por la acontecida en la cárcel de Sabaneta, Maracaibo, estado Zulia.
Se caracterizan porque ambas matanzas resultaron de enfrentamientos entre reclusos. La primera dejó más de 100 muertos y la segunda 21 reos y un visitante; según cifras oficiales.
El 3 de enero de 1994, unos internos del área de Reeducación de la cárcel de Sabaneta, ingresaron con armas blancas y de fuego a los pabellones 1 y 2 para arremeter contra los presos. Incendiaron el área que fácilmente fue devorada por las llamas pues había muchas divisiones de tela para la privacidad durante las visitas conyugales.
Los que se salvaron del incendio fueron rematados afuera y la cifra de fallecidos fue estimada en 108.
La acción duró dos horas, sin que vigilantes ni guardias nacionales intervinieran para controlar la matanza.
El que fungía como líder andaba con chaleco antibalas y una granada en la mano, y entre los ejecutores de la orden del jefe estaban varios reos de la etnia wayuu.
Hubo dificultades para identificar los cuerpos porque el listado del penal no estaba actualizado. Algunos familiares recibieron cadáveres de personas desconocidas. Otros sepultaron a quienes creían sus difuntos y luego supieron que el pariente estaba vivo.
En la masacre de El Rodeo, donde los presos de la Torre atacaron a los del Anexo, las autoridades oficializaron 21 reos y un visitante muertos, cifra que discrepa de la aportada por familiares, la cual oscila entre 27 y 30 fallecidos.
El tiroteo comenzó poco después de las 5 de la tarde, cuando los visitantes no habían terminado de abandonar el recinto y muchos quedaron atrapados.
El lunes, los familiares de los internos deambulaban por hospitales y morgues en busca de las víctimas, pues no hubo una información oficial.
El abogado Rafael Narváez, quien presidía la subcomisión del Congreso Nacional para investigar el hacinamiento carcelario, recordó que tuvo la oportunidad de ingresar a La Planta horas después del incendio, junto con otras personalidades, entre ellas Carlos Melo.
-Quedó demostrado que les arrojaron bombas lacrimógenas y una chispa provocó el incendio, dijo Narváez.
El fracaso gubernamental
Las crisis penitenciarias son de vieja data. Pero se han agudizado, pese a las flexibilidades que han mostrado últimamente las autoridades con la población reclusa.
Ejemplo de ello son las pernoctas y las visitas conyugales. Antiguamente los presos recibían visitas de familiares el sábado y el domingo, durante el día, y tenían intimidad con sus parejas los miércoles.
Los familiares no dormían dentro de la cárcel. Ahora lo hacen durante varios días como una política del sistema para mantener tranquilos a los presos.
Humberto Prado, coordinador del Observatorio Venezolano de Prisiones, advierte que en el anteproyecto del Código Penitenciario se prohíben las pernoctas.
Respecto a la creación de un Ministerio para el Sistema Penitenciario, considera que sería un retroceso porque centralizaría el tema de las cárceles, que según el artículo 272 de la Constitución contempla la descentralización.
-Sólo serviría para aumentar la burocracia y las cárceles seguirían iguales.
Considera que los funcionarios que han manejado las cárceles desde el Ministerio del Interior y Justicia, con 11 titulares en 12 años y 17 directores de Prisiones, no han resuelto el problema por falta de recursos, sino por desconocimiento del tema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario